Cuántas veces escuchamos frases como: “Vivimos en la era de la globalización” o “ahora todo queda más cerca”, probablemente sin entender su pleno significado y los muchísimos matices que esta revolución cultural puede esconder.
En mi caso, por ejemplo, vivir en la era de Internet, de las caídas de las barreras, ha significado llevar a cabo mi proceso formativo en tres países distintos, de dos continentes diversos.
Si tienes la idea de cursar un máster, una carrera, o cualquier otro tipo de programa a distancia y crees que será más sencillo, se nota que no lo has probado nunca en tu propia piel.
Las materias no se hacen más sencillas por el solo hecho de poder escuchar una clase en un bus, o por la noche en tu casa. Los profesores no te perdonarán los errores por el simple hecho de encontrarse muy lejos de ti. Estudiar a distancia es un reto. Un reto con uno mismo. Tendrás que encontrar siempre el tiempo y la manera de asistir a las clases, de estudiar, y serás tu quien armará el programa y los horarios de estudio durante la semana. Pero no quiero asustarte, puede costar, pero merece la pena.
El Máster Nebrija está pensado para que también quien trabaja y se encuentra a muchos kilómetros de distancia pueda participar a las clases e interactuar con profesores como si estuviera a dos cuadras del campus. Los profesores y todo el staff de la universidad te ayudarán a encontrar la mejor forma de poder conciliar y organizar las clases, los exámenes y las tareas de cada asignatura.
No te esperes encontrar gente que haga el trabajo por ti, pero siempre tendrás a personas de una disponibilidad y cortesía fuera de lo común dispuestas a ayudarte y apoyarte para hacer más cómodo todo el proceso formativo.
Confieso que madrugar para estudiar o quedarse los fin de semana a preparar exámenes en casa después de una semana de trabajo, no ha sido fácil. Pero ahora que estoy llegando al término de mi Máster, me siento muy enriquecido, y no hay mejor sensación que ver los frutos por los que has trabajado duro durante meses, acercarse a tu alcance.
Gracias Nebrija por darme la posibilidad de poder estudiar y profundizar mis conocimientos, sin tener que dejar mi trabajo y el país que me acogió hace tres años.
Gracias por darme la posibilidad de hacer viajar mi mente, todo este tiempo, hasta el otro lado del charco, sin tener que someter mi cuerpo a extenuantes viajes en avión de 14 horas.
Ha costado. Pero lo volvería a hacer (en un rato más… ahora llegó el momento de un merecido descanso).
Stefano De Cristofaro
Estudiante Máster de Acceso a la Abogacía
Italiano residente en Chile