En este 2016 Nebrija cumple 20 años. El pasado 23 de febrero, celebramos el encuento «20 años: Cómo hemos cambiado» en el teatro Cofidis. 20 años de aprendizaje, ilusión y crecimiento.
Desde Global Campus queremos compartir con todos vosotros cómo se vive esta celebración por parte del personal académico, de investigación y de administración y servicios de la universidad.
Pero no queremos olvidarnos del rol más importante, el protagonista indiscutible de todo el trabajo que desarrollamos desde los distintos departamentos y áreas de la universidad: el alumno.
En esta ocasión, hemos recurrido a Sebastián Goday, alumno de MBA que además trabajó como colaborador en Nebrija Business School y que ha querido compartir con nosotros su experiencia en Nebrija:
«Mi experiencia en la universidad Antonio de Nebrija constituyó una de las vivencias más increíbles y enriquecedoras de mi vida, no sólo por los conocimientos que me fueron aportados a lo largo del Máster en Dirección de Empresas Tecnológicas, sino también por los invaluables vínculos que me fue posible crear con mis compañeros de generación, con quienes, además de estudiar, forjamos relaciones profundas y duraderas que se mantienen intactas hasta el día de hoy.
Más que conocimiento, experiencia
Más allá de los contenidos académicos compartidos en clase, lo más cognitivamente nutritivo de los cursos dictados en la universidad fue, en mi humilde opinión, las experiencias reales, con ejemplos prácticos, presentados por los profesores, que además de enseñarnos aspectos fundamentales del mundo empresarial y tecnológico, resultaban historias profundamente interesantes y cautivadoras (debo admitir que adoro escuchar historias). Los profesionales a cargo de las asignaturas eran expertos y referencias en las materias que enseñaban, creando un valor agregado sustancial para nosotros, los alumnos.
La Nebri, mi segunda casa
Otro de los aspectos más formidables de mi vivencia como alumno de la Nebri fue la espectacular sensación de comodidad y familiaridad que sentí respecto de la universidad, su gente y sus instalaciones. Lejos de ser algo pesado o incómodo, ir a la universidad era para mi relajante y agradable, dado que allí tenía todo lo que necesitaba para poder estudiar, socializar y sacar adelante los proyectos académicos. Me atrevo a decir que la universidad se convirtió, sin dudas, en mi segunda casa, y lo sigue siendo hoy en día. Cada vez que vuelvo a Madrid (una vez por año), vuelvo a visitar la universidad, y todos allí me reciben con muchísimo cariño y alegría, como si el tiempo no hubiese pasado, haciéndome sentir un eterno miembro de la familia. No puedo hablar de este tema sin mencionar al personal de Nebrija, que no solo nos ayudaron a entender la universidad, sino que nos transmitieron su alegría y entusiasmo durante todo el curso. Terminado mi periodo en Nebrija, seguí en contacto con algunos de ellos, y hemos forjado una hermosa amistad que persiste, a pesar del tiempo y la distancia.
Entusiasmo por aprender y emprender
El denominador común constante de mi pasaje por Nebrija fue, sin lugar a dudas, el entusiasmo. En lo que respecta al estudio, los proyectos, las experiencias, las amistades y el aprendizaje, el entusiasmo, las ganas y el espíritu positivo y triunfal se plasmaron en mi estado de ánimo, en mi desempeño, y en mi interacción académica y social. En este sentido, la plena comodidad, el apoyo, el estímulo y el espíritu emprendedor que me fue brindado por la universidad, su gente y mis compañeros, constituyeron los pilares fundamentales para el éxito académico, social y emocional que alcancé ese año, y que se materializaron claramente en hitos tales como:
- La creación de una empresa llamada Ownkey, con mi amigo y socio Iván Alejos García. Ownkey se proponía mejorar las estrategias de fidelización de los hoteles y las ventas en tiempo real. Por primera vez en mi vida pude constituir una empresa en España, aventura que nos llevó a aprender muchísimo acerca de los desafíos y dificultades que debe enfrentar uno como emprendedor. A pesar de la distancia física y horaria, trabajamos en la creación de esta empresa durante 2 años, conformando un equipo distribuido en tres países: España, Escocia y Uruguay. Lamentablemente, si bien la empresa logró constituirse, no fue posible continuar a raíz de problemas internos. No obstante, el conocimiento adquirido, la experiencia vivida y las emociones que experimentamos como equipo fueron inigualables.
- El reconocimiento y premiación de mi desempeño académico por parte de Nebrija, otorgándome el honor de asignarme como responsable del discurso de fin de máster.
- Obtener el primer puesto en el concurso de Resolución de Casos de Internacionalización de Empresas (con un premio de 800 euros).
En conclusión, creo firmemente que mi experiencia en Nebrija marcó un antes y un después en mi vida, y ha sido una fuente incomparable de conocimiento, vínculos, amistad y emociones, que forman y formarán parte de mi carrera profesional y mi vivencia personal.»
Sebastián Goday
Máster MBA en Dirección de Empresas Tecnológicas
Project Manager en Binbit
Toda la comunidad Nebrija celebra con ilusión los primeros 20 años de nuestra universidad que, sin duda, cumplirá muchos más sin perder ese carácter innovador y ese esfuerzo constante por seguir mejorando.
¡Felicidades, Nebrija!
Global Campus Nebrija