Cuando inicié los estudios universitarios, el concepto de sociedad del conocimiento comenzaba a extenderse entre los estudiantes. Fue el Dr. Fernando Moliní Fernández, profesor titular del área de Geografía Humana, del Departamento de Geografía de la Universidad Autónoma de Madrid, quien nos introdujo en la comprensión de este nuevo planteamiento. Siendo su finalidad la de hacernos discernir cómo el mundo comenzaba a configurarse en torno a un nuevo modelo económico, social y cultural en el que la información, y siguiendo las palabras de Manuel Castells Olivan, adquiría la condición de materia prima básica. Por lo que, su adecuado tratamiento y posterior difusión, serían factores clave para el desarrollo de la sociedad actual.
No obstante, lo más significativo de este nuevo paradigma no se encuentra tanto en la generación de información, ya que esto ha sido una de las máximas presentes en cada una de las etapas de la historia de la humanidad, sino en la facilidad de acceso a dicha información y, principalmente, su elevada velocidad de producción y distribución. Lo que ha conducido a la generación de una comunidad de aprendizaje permanente y favorecedora de que los profesionales, tanto de las últimas generaciones como de las venideras, no lleguen a abandonar el rol de estudiantes, con el fin de evitar caer en la indeseada obsolescencia.
Pero, ¿por qué iniciar esta aportación aludiendo a la sociedad del conocimiento? La respuesta se encuentra en la intención de focalizar la atención en tres aspectos fundamentales del citado paradigma: Tecnologías de la Información y la Comunicación, Redes de Información y el papel de profesionales interesados en una continua ampliación del conocimiento. Todos ellos presentes en la comunidad en la que nos hemos “enrolado”: el Campus Virtual Nebrija.
En este contexto, las archinombradas Tecnologías de la Información y la Comunicación, se constituyen como el andamiaje facilitador del citado modelo. Pero, más allá de la función de las TIC como instrumento de búsqueda y difusión de la información entiendo que, realmente, ha sido su democratización y la consiguiente generalización e implementación en todos los sectores, que participan en la sociedad, lo que, a día de hoy, nos permite poder hablar de su empleo en el campo de la educación. Incluso más allá del ámbito universitario, esto es, en todas y cada una de las enseñanzas que constituyen el sistema educativo nacional, sin olvidar la formación profesional no inicial o para el empleo. El resultado es que, en nuestro campo de interés, las TIC han posibilitado que la educación se flexibilice y no solo eso, sino que, estas herramientas se diversifiquen adaptándose a las necesidades de todos los agentes que constituyen la comunidad educativa. Un ejemplo realmente cercano para todos nosotros es la plataforma Blackboard Learn, una de las piezas fundamentales que integran el proyecto digital Nebrija.
El siguiente aspecto a señalar es que este espacio digital parte con la creación de una red de transferencia de información y de conocimiento permitiendo, asimismo, la proliferación de nodos para el depósito, tratamiento y distribución de información específica, tal y como son los foros, blogs y wikis que cada docente puede crear en el entorno del aula virtual, con la colaboración inexcusable de sus alumnos.
Todo ello conduce a la tercera cuestión a señalar, probablemente, la que mayor interés puede suscitar entre docentes y discentes: la motivación por participar en un proceso de aprendizaje continuo que conlleva a no abandonar el, para mí tan “amado”, rol de estudiante.
Con toda esta presentación, mi interés particular es el de expresar cómo la plataforma Blackboard Learn, además de ser una potente herramienta, con la que es posible participar en el proceso de enseñanza – aprendizaje, de las distintas especialidades que ofrece la Universidad Antonio de Nebrija, se puede entender, en sí misma, como un “contenido” más de dichas especialidades.
En mi caso concreto, como docente del Máster de Formación del Profesorado, en la especialidad de Hostelería y Turismo, una de las finalidades de mi participación en la comunidad Nebrija es la de colaborar en la capacitación de futuros profesionales de la enseñanza de Formación Profesional, en la familia citada. En este punto confluyen diversos aspectos por los que opino que Blackboard Learn debe ser entendida por los alumnos como un contenido a interiorizar, para su posterior aplicación en el campo de la docencia, estos son:
- El hecho de participar en la edición de este máster empleando la plataforma Blackboard Learn puede y debe ser entendido como un proceso de formación conceptual, procedimental y actitudinal dado que la formación profesional inicial, tal y como señala la legislación vigente en materia de educación, permite la modalidad a distancia a través del empleo de plataformas de carácter digital. Por lo que, si este fuera el caso, lo alumnos del presente máster ya contarían con un plus en el aprendizaje adquirido con el desempeño realizado con el uso de esta plataforma en su rol de alumno. De manera que, su experiencia podría ser entendida como una ventaja competitiva que, indudablemente, beneficiaría a la excelencia de sus resultados profesionales, ya que estos podrían aplicar todas las ventajas del manejo de una plataforma digital e introducir medidas correctoras en aquellos aspectos que ellos entiendan conveniente.
- La Orden ECD/65/2015 de 21 de enero, por la que se describen las relaciones entre las competencias, los contenidos y los criterios de evaluación de la educación primaria, la educación secundaria obligatoria y el bachillerato recoge las competencias clave del Sistema Educativo Español. Entre ellas, se encuentra la digital, la cual cual deberá ser tratada por los futuros docentes en el aula, de acuerdo a los objetivos y competencias establecidos para cada uno de los títulos de formación profesional en los que participen. En este caso, y continuando la línea expresada en el párrafo anterior, entiendo que la experiencia adquirida por los alumnos, en la realización de un máster empleando una potente herramienta digital debe ser aprovechada en pro de capacitar a sus futuros alumnos en la adquisición de la competencia digital.
- Otra cuestión que, también entiendo básica, es que los aún alumnos deben tener en cuenta que el aprendizaje social de sus futuros alumnos ha tenido lugar en un ambiente en el que la convergencia digital se ha incorporado a su cotidianeidad. Lo que, para mí requiere una notable capacitación de los futuros docentes en este campo, de forma similar al que se produce en aquellos sobre los que versan los módulos de los que serán titulares. En este caso, una vez más, entiendo el uso de Blackboard Learn como un proceso de interiorización de contenidos.
- Los futuros docentes serán participantes del denominado proceso de innovación docente y, aunque el empleo de TIC en el aula, no puede entenderse de forma aislada como sinónimo de innovación en este campo, si es cierto que es una herramienta que facilita el cambio de procesos conducentes a la mejora de la calidad educativa. En este caso, con un aprendizaje, de carácter puramente procedimental, en el empleo de herramientas digitales facilitará que los alumnos participantes en este máster cuenten con una base para el diseño de proyectos en esta línea.
Con todo esto, espero que estas reflexiones sean de interés para el proyecto Nebrija, en el que llevo inmersa menos de un año y, al igual que los alumnos, en un proceso de formación y de intento de mejora continua, gracias a las oportunidades que ofrece esta gran comunidad.
Eva María Díaz Alandi
Profesora del Máster Universitario en Formación del Profesorado de ESO y Bachillerato, FP y Enseñanza de Idiomas