Desde la transversalidad hacia la polimatía

Es común caer en el uso de aquellos términos que se ponen de moda. Todo es transversal, añadimos sostenible a cualquier frase, los asuntos se denominan la agenda, cualquier cosa que nos sucede es experiencial y se puede contar en lo que ahora llamamos, construir el relato.

Algunas de estas palabras y expresiones permanecen, y suelen ser aquellas que no son sinónimos de términos más usados, que no dependen de la moda, si no palabras que expresan nuevos conceptos o expresiones que detallan lo que antes no existía.

El mercado laboral no está libre de este virus semántico y cuando logra zafarse de la costumbre de usar palabras en inglés, para expresar lo que ya existe en español, descubre o recupera palabras que se ponen de moda, o que regresan del abandono.

Déjenme que les presente una palabra, que quizá no conozcan, pero que empieza a sonar de nuevo, ojalá como una de esas que vuelven para quedarse. Me refiero a la polimatía.

Con una tasa de desempleo cercana al 14% y agravada por la que muestra el desempleo juvenil, por encima del 30%, nuestros jóvenes se enfrentan a un mercado profesional impenetrable, que les obliga a ser mejores, para lograr sumergirse en su primer trabajo.

Hace unos años, estudiar dos carreras a la vez era territorio reservado a unos cuantos, identificados como los talentos del futuro, que duplicaban esfuerzos cumpliendo un horario infernal, mientras el resto de los mortales sudábamos tinta para superar una sola licenciatura. Hoy en las clases de cualquier universidad española, encontramos centenares de jóvenes que cursan dos grados en simultáneo, con una sensación de normalidad, que impacta en los que recordamos nuestros esfuerzos universitarios.

Es más, estos mismos estudiantes que ahora compaginan las matemáticas de C_ADE con el derecho mercantil, como quien disfruta de un plato combinado, son los mismos que demuestran un nivel de inglés que nunca soñamos los que pintamos canas, sin que por ello sientan nada especial.

La causa de esta fertilidad de conocimientos y competencias, no es solo el gusto por el saber y el saber hacer, es la respuesta a las dificultades que el mercado laboral les transmite, y que les obliga a ser especialistas en varios campos, con saberes diversos, para destacar entre los numerosos currículos que se agolpan en las bandejas de entrada de los empleadores.

Estas generaciones de superhéroes del saber, son una nueva fuente de posibilidades para las empresas y las instituciones, que han ido acomodando sus exigencias, a lo que los novatos candidatos les ofrecen. Si antes, para poder encontrar un empleo, tenías que asumir que valdrías para cualquier cosa, y a eso le llamábamos elegantemente “versatilidad”, hace unos años, evolucionamos a la antes mencionada transversalidad, es decir, a la capacidad para afrontar cualquier acción desde diferentes perspectivas. Para eso, te pedían ser capaz de trabajar interdisciplinarmente, o lo que es lo mismo, con personas de otras áreas. A medida que los nuevos titulados, demostraban su capacidad interdisciplinar y transversal, las empresas empezaban a subir el listón, para seguir buscando el deseado talento, y desembocamos en la polimatía.

Pero, qué es la polimatía. No es una competencia, no es algo que dependa solo de una actitud, como el valer para todo, es mucho más. Un polímata, que es lo que empieza a pedirse en los procesos de selección, es aquel que demuestra ser un especialista en áreas muy distintas. No es solo que estés dispuesto a hacer varia tareas, no es tampoco que sepas un poco de muchas cosas, es que sepas mucho, con un elevado nivel de profundidad de varias áreas.

En la historia encontramos polímatas fáciles de identificar, como Leonardo da Vinci, reconocido por ser un gran pintor, a la vez que arquitecto, poeta, músico, ingeniero y un largo etcétera que abruma enumerar. En un ámbito más doméstico, destaca como polímata Antonio de Nebrija, que si bien pasó a la historia por definir las reglas de la gramática de nuestra lengua, ejerció de traductor, experto en arqueología, medicina, derecho, pedagogía y arqueología, entre otras disciplinas.

De manera más reciente, figuras como Antonio Garrigues Walker, jurista, escritor de obras de teatro y político, o Natalie Portman, la oscarizada actriz, escritora de varios artículos científicos sobre psicología, disciplina que cursó en Harvard, muestran  perfiles polímatas admirables.

Como demuestran los nombres anteriores, ser polímata no es tarea de un día, ni alcanzable con libros de autoayuda. Es un trabajo de mucho tiempo, reservado a los inquietos, a los que se exigen un alto nivel de esfuerzo a lo largo de su vida, que acumulan años de estudio, pero que han aportado avances y progresos clave en la historia de nuestra sociedad.

Lo que llama la atención, es que ahora la polimatía empieza a abandonar el territorio de la exclusividad, ya no se reserva a pocos hombres y mujeres brillantes, sino que la estamos convirtiendo en moneda de uso común, que nuestros estudiantes asumen como dobles titulaciones, coronadas por un máster, acompañado de un buen nivel de segundos y terceros idiomas y un largo etcétera de saberes, demostrables con infinidad de certificados y diplomas, que no acumulan con el ambicioso objetivo de pasar a la historia, sino de lograr saltar la mayor barrera de entrada a la que se enfrentan las nuevas generaciones, que es la del primer empleo.

Es una alegría colaborar en la formación de estas nuevas generaciones de polímatas, que seguro van a construir un mundo mejor, pero inquieta comprobar que no siempre son ellos los que eligen serlo y que son presa de una inacabable carrera hacia la mejora continua y el alto rendimiento, que no siempre desemboca en el merecido éxito. Vaya desde aquí, mi reconocimiento y mi admiración.

Profesor Fernando Tomé

Vicerrector de Estudiantes y Empleabilidad, Universidad Nebrija Director de la Fundación Antonio de Nebrija

Biblioterapia

Tiritas para el alma: biblioterapia y Reading Nebrija

Leer es más barato que consumir ciertas drogas y también genera adicción. O al menos eso dice Marta Sanz en su librito “Razones para no leer”, que publicó La Conspiración de la Pólvora, una alianza de tres librerías independientes que se llaman Intempestivos, La Puerta de Tannhäuser y Letras Corsarias (sitas en Segovia, Plasencia y Salamanca). La autora también dice que, si lees, “vivirás otras vidas que de un modo irremediable empezarán a formar parte de tu propia existencia” y que “separarás mejor el grano de la paja”. Parece ser que leer es una actividad de locos porque es una forma de engañar al cerebro y hacerle simular sensaciones que no estás viviendo, empatizar con personas que no existen y aumentar la reserva cognitiva, provocando que seamos capaces de imaginar más y, por tanto, alejarnos de la realidad. A pesar de todo este caos insano (o debido a ello), leer cura y la biblioterapia es la práctica que prescribe la literatura.

     En momentos de tristeza, ansiedad o soledad, una novela puede ser un salvavidas. La biblioterapia consiste en recomendar títulos a los pacientes atendiendo a sus problemas. De hecho, la primera vez que se usó el término en The Atlantic fue para hablar de los beneficios de la lectura en la salud mental de los soldados hospitalizados durante la Primera Guerra Mundial. Mucho más tarde, en su libro The Novel Cure: An A-Z of Literary Remedies, las terapeutas de The School of Life, Ella Berthoud y Susan Elderkin buscaron tiritas literarias para todos los males del abecedario porque el arte cura y puede ser en algunos casos el remedio más efectivo y simple para esta experiencia extraña que llamamos vida. Después de todo, los griegos ya decían que las bibliotecas son lugares para el cuidado del alma.

     En el Centro de Escritura Nebrija (CEN) creemos en el poder curativo de las palabras. A veces la realidad cobra demasiado protagonismo y los libros son una vía de escape que también ayudan a lidiar mejor con el día a día. Es por esto por lo que Diego Aduriz, tutor del CEN y responsable de nuestro Reading Nebrija, ha preparado estas recomendaciones literarias para tiempos de coronavirus. Tiritas para el alma que esperamos que puedan ayudar.

     La biblioterapia puede ser algo maravilloso, qué duda cabe, pero es muy difícil acertar con qué va a ayudar a cada quién, ya que cada persona es un mundo. También depende de cuándo leas un libro, de con quién, del estado de ánimo… Por eso, lo llamamos tiritas para el alma, pues curar el alma es algo que se hace en un diván.

     Decía Richard Peck «Yo leo, porque una sola vida no es suficiente y en las páginas de un libro puedo ser cualquier otra persona; yo leo, porque las palabras que forman la historia se hacen mías, para construir mi vida; yo leo, no en busca de finales felices sino para perseguir nuevos comienzos […]».

     Jacques Lacan decía “Hagan como yo, no me imiten” y espero que cada cual tenga sus pequeñas joyas literarias para cada momento emocional. Os dejo algunas de las mías, intentando ser lo más objetivo posible.

  • Voy con, para mí, la pandemia mundial que ya estaba, está y estará presente en todo el mundo y de la que poca gente habla. La ansiedad.

     La ansiedad que no cesa de Fernando Martín Aduriz (Xoroi ediciones, 2018) que, en palabras del propio autor, “demuestra que sí es posible pasar de esta ansiedad que no cesa a la ansiedad que cesa, y ofrecer un camino”.

  • En cambio, para pasar un buen rato y echarte unas risas, en la siempre complicada materia del humor:

     La saga del Mundodisco de Terry Pratchett es desternillante, rápida y entretenida. Es fantasía, eso sí. Son muchos libros en esta colección, cuarenta y uno, si no me equivoco, y puedes seguirla en línea recta o por sagas, pues dentro de esta colección hay varias. Yo empezaría con la de la guardia, con ¡Guardias! ¿Guardias?, que es el primero.

     También, si quieres algún clásico de este género, La conjura de los necios de John K. Toole o El bastardo recalcitrante de Tom Sharpe son risas aseguradas.

  • Si quieres un poco de acción para luchar contra el aburrimiento, te presento a un autor que, si no lo conoces, te puede cambiar la forma de entretenerte en este género.

     Joe Abercrombie. Puedes leer su trilogía La primera ley, que es una auténtica maravilla, o bien su trilogía juvenil La trilogía del mar quebrado, más light pero igualmente deliciosa. Aunque, para mí, la mejor es La mejor venganza que, eso sí, recomiendo leer tras la primera trilogía.

  • En cambio, si quieres combatir la tristeza y quieres algo romántico y que te llene de ganas de vivir, te presento dos opciones, muy alejadas la una de la otra.

     Seda de Baricco es una auténtica joya, libro al que volverás más de una vez. Y Una letra femenina azul pálido es una obra genial de Franz Werfel que nos sumerge en un drama de entreguerras, en el amor pese a todo, en el deseo de vivir.

  • Si lo que quieres es evadirte, fantasear, viajar muy lejos, desconectar y que se te pase el tiempo volando…

     Crónica del asesino de reyes de Patrick Rothfuss es de lo mejor, sino lo mejor, que he leído nunca. Va rápido, pasa de todo, te tiene en una montaña rusa de emoción…

     Si buscas algo diferente en este género, te recomiendo La compañía negra de Glen Cook. Es algo que no tiene parangón, es un estilo precioso y muy definido.

     Y si lo que buscas es un auténtico reto, a Malaz, el imperio de los caídos de Steven Erikson cuesta seguirle el ritmo, pero cuando te enganchas… es maravilloso. Va por el noveno de diez.

  • Si quieres algo más profundo, más intelectual, que te haga pensar y a la vez te sea útil para ensanchar el alma y la forma de ver el mundo, te dejo esto.

     El infinito viajar de Claudio Magris es una recopilación de sus columnas en el Corriere Della Sera, en donde el autor contrapone dos formas de entender el viaje en nuestra cultura: el viaje circular (vuelta a la patria) como Ulises, en contra del viaje rectilíneo (Nietszche) con dirección a la muerte.

     La utilidad de lo inútil: Manifiesto de Nuccio Ordine es un canto contra «no me gusta perder el tiempo”, el rendimiento, la utilidad, el “haz sólo una carrera con salidas”. En definitiva, contra una base capitalista donde, nos recuerda el autor, lo más importante es, siempre, aquello que no es útil, como la poesía, la literatura, el arte o el amor.

  • Y por último, dejo esta retahíla de libros que, a mi parecer, pueden ayudarte mucho en estos tiempos de coronacrisis.

Un caballero en Moscú de Amor Towles

Todo lo que hay de James Salter

Claus y Lucas de Agota Kristof

La puerta de Magda Szabó

Yo confieso de Jaume Cabré

Cuentos Rusos (Ed. Gadir)

Memorias de Adriano de Marguerite Yourcenar

Mujeres de Andrea Camilleri

Madres e hijas (muchas autoras)

Hombres sin mujeres o Los años de peregrinación del chico sin color de Murakami

Ánimo, nos vemos en los libros.

Diego Aduriz y Ana Heredero

CEN_abril 2020

¿Por qué escribir?

Escribir es pensar. Es canalizar miles de pensamientos en tu cabeza para que vayan de uno en uno. Es organizar, agrupar, tachar, concluir, aclarar… Escribir es una actividad solitaria porque tienes que procesar las ideas, madurarlas y encontrar tu voz para ponerlas sobre el papel. Y escribir puede ser en este tiempo de coronavirus una forma de calmar el torbellino de información, deseos e inquietudes que habita en nuestra cabeza. El Centro de Escritura Nebrija ayuda con el proceso escritor. Ofrecemos tutorías en español y en inglés para guiar con la expresión académica y creativa. Nos encanta nuestro trabajo porque leemos y porque conocemos a través de los textos y de su retórica, pero también nos entusiasma ver que cuando las piezas del puzle van encajando, esto se ve reflejado primero en la cabeza del escritor y luego sobre el papel. Y es esta última parte por lo que creo que escribir puede servir de ayuda a muchas personas en esta cuarentena. En una época de incertidumbre, de confinamiento y de preocupación por los tuyos, un papel y un bolígrafo pueden ayudar a tranquilizar, organizar el pensamiento o comprender.

          Una de las actividades que podemos hacer es escribir un diario que nos ayude a procesar todo lo que estamos viviendo. No tiene por qué ser un fiel reflejo de nuestra rutina casera en chándal, sino que podemos dejar fluir la consciencia si estamos nerviosos y permitir que nuestra mano vague por el folio para liberar el cerebro de inquietudes (aunque solo sea un placebo). O podemos reflexionar sobre las pequeñas cosas que vemos y oímos: la libertad del gato que dormita solo sobre un coche en la calle mientras las personas aplaudimos a las ocho en las ventanas o las voces de los niños que se despiden del vecino, el que es profesor de inglés, a través del ordenador con numerosos y alegres bye bye. Dejarnos llevar por las letras o reflejar la normalidad dentro de la anormalidad.  

          Siguiendo la idea del diario y de la escritura como medicina para aclarar la mente, otra posibilidad que tenemos es crear una lista de las cosas que queremos hacer cuando esto termine. Por ejemplo, cómo de largo va a ser ese paseo o cuánto va a durar ese abrazo.    También podemos hacer una lista de las cosas en las que podemos mejorar en el futuro y preguntarnos si no es raro que visitemos tan poco a nuestros abuelos cuando podemos o que ahora que estamos encerrados podamos oír a los pájaros. Podemos incluso hacer una lista de las cosas que sí estamos haciendo bien ahora como quedarnos en casa, hacer reír a alguien por teléfono, ofrecer ayuda a los vecinos o dar las gracias a los cajeros del supermercado. Hacer listas nos da la ilusión temporal de control y al mismo tiempo es una oportunidad para reflexionar sobre esta situación y sobre lo que aprendemos de ella.      

          Escribir sirve también para evadirse y qué mejor momento que ahora para dar rienda suelta a nuestra creatividad. Si preferimos empezar con algo más sencillo, la aplicación Leemur nos permite crear historias con forma de WhatsApp. Si nos atrevemos con un relato, en internet se encuentran fácilmente temas o writing prompts en caso de que necesitemos un empujón. Por ejemplo, “Son las cuatro de la mañana y te despiertas porque la televisión se enciende sola. Cuando te acercas a apagarla, se corta el programa y aparecen unas letras en la pantalla que dicen No mires directamente a la luna. Hay luna llena y la ventana está abierta”. Además de inventar relatos, podemos adelantar a nuestra cuarentena el NaNoWriMo o National Novel Writing Month, que es un proyecto de escritura creativa creado por Chris Baty en 1999 y que se realiza cada mes de noviembre. De una forma u otra, debemos tener en cuenta que podemos fallar. Los niños son más creativos porque no pretenden ser perfectos. Se limitan a escribir cuentos, dibujar o tocar instrumentos sin ningún temor y se divierten. Podemos planificar las tramas de nuestras historias y describir minuciosamente a nuestros personajes, pero tampoco es necesario porque es algo que hacemos por pura diversión.

          No solo tenemos por qué escribir para nosotros, sino que regalar palabras es una opción. Muchas personas están enviando cartas de apoyo a los aislados de los hospitales que solo reciben la visita de los sanitarios con buzos. Otras publican poemas y canciones en internet para conectar y aliviar. Los hay que creen fervientemente en la biblioterapia y recomiendan y reseñan libros en las redes sociales o en largos WhatsApps a sus seres queridos. Hay gente que cuelga mensajes de ánimo en el ascensor junto a los arcoíris de los niños. Todo esto porque la humana es una especie curiosa y paradójica.       

          En el Centro de Escritura nos gusta observar cómo los escritores construyen puentes y aprenden sobre ellos mismos. Por eso, el propósito de esta entrada es sencillamente animar a escribir. No pretendo descubrir el mundo a nadie con estas sugerencias porque sé que ya muchos las aplican. Solo quiero seguir pasando la pelota informativa porque escribir es muchas cosas, pero ante todo es una herramienta con la que podemos buscar distintos efectos. Si el papel ayuda a liberar tensión, gestionar las emociones, pensar, entretener, expandir los horizontes o hacer sonreír a alguien, pues bienvenido sea. Enfrentarse a la hoja en blanco es para muchos como el miedo del portero al penalti, sobre todo si no estás acostumbrado, pero vale la pena.

Ana Heredero

Centro de Escritura Nebrija (CEN)

Biomedicina

Medes: medicina en español

Actualizado por Gema Civantos a fecha 03/08/2023.

Conocéis esa sensación, ¿verdad? Os hablamos de la incertidumbre ligada a los primeros pasos en la elaboración de un trabajo de investigación, es decir, la búsqueda y selección de información. Esos instantes son los más temidos. No sabéis qué es lo que os vais a encontrar y, para colmo de males, la mayoría de lo que os encontráis tras esa búsqueda no suele estar escrita en vuestro idioma materno. No sufráis más.

En nuestro esfuerzo por facilitaros el acceso a la información os presentamos una herramienta en donde no existen esas temidas barreras lingüísticas: Medes, medicina en español, que tal como indican en la propia página web de la Fundación Lilly, la institución que la creó y la gestiona: “MEDES – MEDicina en ESpañol es una iniciativa singular que tiene como objetivo promover la utilización del español como lengua para la transmisión del conocimiento científico en general y de las Ciencias de la Salud en particular, entendiendo este propósito no solo orientado a la comunicación entre científicos y profesionales de la salud, sino también a la divulgación social del conocimiento entre todos los hispanohablantes”.

Antes de continuar, para matar el gusanillo a los más curiosos decir unas palabras sobre la Fundación Lilly. Esta instituciónse fundó el año 2001 con el fin de fomentar la ciencia, contribuir a la práctica de la medicina y promover los valores del humanismo. Por ello, participa en diferentes actividades y proyectos en los colabora con otras instituciones y entidades internacionales, por citar algunos: The conversation, cuyo objetivo es alimentar nuevas formas de debate a través de la publicación de artículos explicativos y firmados por prestigiosos investigadores; Ciéncia-me, actividad literaria que promueve a través del cuento la escritura como herramienta de divulgación científica y acerca la ciencia a los niños. Y, por último, Ciencia en acción, cuyo objetivo es poner en valor la investigación en los ámbitos de la biomedicina y la salud.

Sin más dilación continuamos con nuestra herramienta Medes. Medes es una base de datos referencial de acceso gratuito enteramente en español; una herramienta de consulta cuyas principales ventajas son la continua actualización y contenidos de calidad puesto que su selección es llevada a cabo por un Comité Asesor compuesto por reconocidos profesionales del mundo de la medicina.

¿Qué quiere decir base de datos referencial?, os habéis preguntado. Quiere decir que recoge los datos bibliográficos fundamentales (autor, título, nombre de la publicación, etc.) y un pequeño resumen de los artículos publicados en revistas especializadas, es decir; no posee los contenidos de las revistas y los artículos. No obstante, lo que sí ofrece es un enlace que te dirige a ellos, ya sea la web de la revista u otra base bibliográfica que contenga el artículo o texto completo.

En este caso, Medes es una compilación organizada, tanto alfabéticamente (por título de revista) como por materias (un total de 64), de información referencial de artículos de más de un centenar de revistas en español (gratuitas y de pago) publicadas desde el año 2001, sobre Biomedicina y Ciencias de la Salud, editadas en España (actualmente, más de 86 en su haber) y otros países de habla hispana.

Por otra parte, tenéis que tener en cuenta que la propia página web que permite el acceso a la base de datos de medes también está sometida a actualizaciones debido a las directrices de la institución que la gestiona. Por ello, es posible que ciertos elementos de la página web, como los iconos de la página principal, no funcionen o, también, que existan apartados con poco o ningún contenido a la espera de ser revisados y/o completados. Afortunadamente, estos cambios no afectan al buen funcionamiento de la base de datos, a la que accederéis si clicáis sobre Buscar Revistas, apartado localizado en la parte superior de la página de inicio.

Imagen: Página de presentación. Fuente: Medes

Antes de seguir, para los autodidactas, también hay una opción audiovisual que ilustra el funcionamiento de este recurso a través del apartado Tutoriales en Video.

Imagen: Tutoriales en video. Fuente: Medes

¡Ahora sí! ¡Estáis dentro de Medes!

Imagen: Búsqueda revista. Fuente: Medes

Aquí se os presentan varias opciones de búsqueda, a saber: Límites, buscar revistas, buscar referencia y búsqueda avanzada. A primera vista podéis apreciar que es muy fácil e intuitivo navegar por la web, siendo Buscar Revistas la opción más sencilla para hacer nuestras búsquedas.

Cada opción, como supondréis, ofrece una nueva perspectiva de búsqueda; la elección, bajo criterio vuestro, os permitirá utilizar la estrategia más adecuada y que devuelva los resultados más refinados, pertinentes y acorde con vuestras necesidades informativas en cada momento. Para los más exigentes y experimentados la opción Límites será la favorita.

Imagen: Búsqueda por Límites. Fuente: Medes

O, quizá, la búsqueda por una revista en concreto, en este caso elegir entre el listado proporcionado en Buscar Revistas, seleccionando previamente la opción materia o buscándola por el nombre, ya que están ordenadas alfabéticamente. Aunque, también, puede suceder que solo conozcáis alguno de los datos, como el título, los autores (o solo uno de ellos); o solo el año y la revista. En este caso, la mejor opción sería buscar por la opción buscar referencia.

Imagen: Referencia completa. Fuente: Medes

Y, por último, la Búsqueda avanzada. Aquí podéis buscar por cualquier campo: desde el campo título al campo ID del artículo o revista dentro de la base de datos.

Imagen: Búsqueda avanzada. Fuente: Medes Este campo ID es el código de registro que asigna Medes a cada artículo y revista cuando se incorpora a la base.

Todo esto está muy bien, pero ¿cómo se accede al texto completo?, habéis pensado. Paso a paso. Lo primero es que os dirijáis a la página principal.

Imagen: Página principal de búsqueda. Fuente: Medes

A continuación, os ofrecemos un ejemplo de búsqueda para ilustraros el procedimiento a seguir. No es el único, como sabéis ya, pero éste os servirá de referencia. Para esta ocasión la opción elegida es Buscar revista. En ella se os presentan dos opciones: materia y orden alfabético. En la segunda opción basta con que abráis el desplegable y seleccionéis la inicial con la que comienza el título de la revista.

Imagen: Ejemplo de búsqueda alfabética. Fuente: Medes

Si pincháis en Ver información de la revista obtendréis los datos bibliográficos correspondientes, es decir, desde cuando la revista se publica, los años y números que Medes tiene en su haber.

Imagen: Datos bibliográficos de la revista. Fuente: Medes

Ahora, vais a realizar la búsqueda por la opción materia. Seleccionad Materia, abrid el desplegable y elegid Enfermería.

Imagen: Ejemplo de búsqueda por materias. Fuente: Medes

A continuación, pinchad sobre Enfermería clínica. Aquí veis ordenados por año, volumen y número de ejemplar los artículos que esta revista contiene.

Imagen: Ejemplo de búsqueda en Enfermería clínica. Fuente: Medes

Después, pinchad sobre el último número del año 2023 donde encontraréis los últimos artículos que se han publicado.

Imagen:  Artículos en Enfermería clínica. Fuente: Medes

En esta página os aparecen los enlaces de Texto completo que os remitirán al texto y/o documento.

Imagen: Acceso al texto completo del artículo. Fuente: Medes

Imagen: Texto completo del artículo. Fuente: Medes

¡Atención! Advertimos que habrá casos en los cuáles por ser un recurso o servicio de pago os remitirá solo a la página principal, ya sea la revista o la base de datos que la contiene. En tal caso, tendréis que comprobar si el recurso está adscrito a la Universidad Nebrija a través de Catálogo-OPAC ~ Web Portal para poder acceder.

No obstante, también existen casos como el del ejemplo de la imagen anterior que ilustra un artículo de la revista Elsevier en el que en la propia página del artículo indica mediante un aviso, localizado en la parte superior, que no es un recurso contratado por la Universidad Nebrija. El mensaje que aparece es el siguiente: Nebrija does not suscribe to this content on ScienceDirect. A pesar de esto, se puede obtener la información esencial a través de un resumen del contenido del artículo.

Y, por último, tras este breve inciso, os señalamos la posibilidad de obtener el Resumen del artículo.Para ello, pinchad sobre el título del mismo. Así mismo, podéis también acceder a través de esta vía u opción “referencias en Google académico” al texto.

Imagen:  Ejemplo de resumen y referencias en Googleacadémico. Fuente: Medes

¡A qué esperas! Visita la base de datos bibliográfica MEDES y explora todo su contenido, seguro te sorprenderá. Te indicamos cómo puedes acceder a él desde la página de Biblioteca de dos formas:

O, dirígete al apartado Recursos Web selecciona Áreas temáticas docentes y de investigación y haz clic sobre la sección Enfermería, aquí encontrarás ordenados alfabéticamente una serie de recursos electrónicos seleccionados por el Servicio de Biblioteca por su calidad e interés.

Gema Civantos

Servicio de Biblioteca