Dedico este post a mis alumnos del Máster en Formación de Profesorado
de Educación Secundaria de Especialidad de Matemáticas,
a los que he trasmitido mi pasión por las matemáticas y por la docencia
y de los que he aprendido algo todos los días.
Pilar
Hoy toca videoconferencia. Son las 17:30. Todo tiene que estar preparado y funcionando a las 18:00. La webcam, los cascos y los altavoces tienen que estar conectados al ordenador. El navegador y sus applets tienen que estar actualizados. Blackboard y Collaborate deben de haber sido programados para la sesión. La conexión a internet es lo más importante, tiene que ser por cable.
Entro en Blackboard y lanzo Collaborate. En ese momento, cruzo los dedos para que todo funcione correctamente, pues todos vosotros, mis alumnos, estáis conectándoos también. Unos estáis en vuestra casa y acabáis de llegar del trabajo con el tiempo pegado a los talones o habéis dejado a vuestros hijos durmiendo o haciendo los deberes con la esperanza de que aguanten toda la clase. Otros estáis todavía en vuestro trabajo y buscáis un lugar tranquilo donde conectaros, incluso desde el móvil. Alguno está todavía de camino, apurado por llegar a tiempo a la clase; sabe que llegará con retraso y que cuando se conecte pedirá disculpas, pues ha entrado tarde en el aula.
Collaborate se abre, cargo el contenido para la clase y compruebo el video y el audio. Se ha obrado el milagro, estáis entrando en clase. Luis suele ser siempre de los primeros…
– Buenas tardes.
– Hola Pilar.
– ¿Qué tal?
– Hola a todos.
– ¡Uf! Creí que no llegaba.
– Buenas tardes….
Estamos en clase esa es la sensación común. Alguno entra y sale y pide disculpas, aunque está disculpado de antemano, la conexión a veces juega malas pasadas.
Me sorprenden los vínculos que habéis establecido, cuando la gran mayoría no os conocéis en persona. Bromeáis e incluso os tomáis el pelo con las fortalezas y debilidades de cada uno. El listillo, el despistado, el rápido, el que siempre responde y el que siempre bromea. Sois un verdadero grupo de clase.
Comienza la clase y activo la grabación, así aquellos que no pueden asistir la pueden seguir en asíncrono. Comentamos dudas sobre la última sesión y sobre la actividad en que estáis trabajando. Para los despistados y los atareados comento los últimos anuncios en el campus y también la actividad en los foros.
Comienza la lección de hoy. Voy exponiendo los contenidos, mientras que vosotros, además de escuchar, vais respondiendo a las cuestiones se van planteando e incluso participáis con vuestras reflexiones y experiencias. Siempre usan el micrófono los mismos, por ejemplo Antonio y Miguel. El miedo escénico lo evitáis escribiendo en el chat. Os recuerdo, «chicos usad el micrófono que no me da tiempo a leer cuando participáis todos a la vez». En una ocasión Ana se decidió a encender el micrófono y… comenzó a llorar su niño de pocos meses.
Toca actividad de grupo. Para ello, creamos salas de trabajo en las que realizáis la actividad en grupo de cuatro. Ahora sí que habláis por el micrófono, sólo estáis los cuatro, no os escucha toda la clase, pero yo puedo seguir vuestro diálogo aula por aula. Intercambiáis ideas e información, para ir resolviendo todos juntos la actividad planteada. Luego regresamos todos a la sala principal y un portavoz de cada grupo expone los resultados.
Os acordáis de las pruebas para una gymkhana matemática que preparasteis entre todos. Hubo premio a los más rápidos, pero también a la prueba más original. Esta última incluía su propia historia fruto de increíble ingenio de Andrea.
La clase va llegando a su fin y nos gusta tener unos minutos de debate. Si hay tiempo vemos un video que hable de la enseñanza y el aprendizaje de las matemáticas, de nuevas experiencias y nuevas propuestas curriculares y metodológicas. Compartimos una preocupación, somos docentes del siglo XX ante alumnos del siglo XXI.
¿Cómo motivar?, ¿cómo llegar a ellos?, ¿cómo vencer sus dificultades y bloqueos?, ¿cómo integrar las nuevas tecnologías?,…, en definitiva ¿cómo hacer sentir a la vez la belleza y la utilidad de la Matemáticas?
Siempre surge algún escéptico con malas experiencias docentes que alude a la falta de implicación de los alumnos, a la escasez de medios en los centros, a las reticencias de los compañeros a la innovación, etc. Mi respuesta es siempre la misma: “todo ello existe, pero si ni siquiera nos planteamos hacer las cosas de otra forma, cómo vamos a transformar a nuestros estudiantes en esos ciudadanos que cambien el mundo”.
Pilar Vélez
Profesora de Didáctica de la Aritmética y el Álgebra
Universidad Nebrija
Me ha encantado la cercanía que transmites con tu post Pilar, muchas gracias por compartir.
Gracias Pilar. Como te comentaba en una ocasión, lamentablemente nos hemos conocido con las prisas del final de curso y apenas hemos podido disfrutar de la asignatura…y hubiéramos disfrutado con más tiempo. Pero tengo la sensación de que hay alumnos esperándonos para disfrutarla juntos. Me acordaré de tí.
Besos.
Estoy segura de que disfrutarás con tus alumnos, Antonio.
Muchas suerte!!