Premios Smart Challenge 2018: Mejor diseño del campus virtual

Seguimos compartiendo las buenas prácticas docentes de los premiados en la pasada edición del Smart Challenge. En esta ocasión, estos son los ganadores en la categoría «Mejor diseño del campus virtual».

¡Enhorabuena!

 

Marçal Mora

 La buena práctica presentada por Marçal, profesor de «Juegos, Gamificación y TIC» en  el Máster en TIC para la Educación y Aprendizaje Digital, se trata de una propuesta de organización del campus virtual, para que este sea lo más sencillo e intuitivo posible.

La justificación es también sencilla, se trata fundamentalmente de facilitar la navegación por el campus a los alumnos.

 

¿Qué criterios ha seguido para crear el campus virtual?

El concepto en el que se basa Marçal es en un árbol de decisión y en su explicación de este concepto sostiene que en el campus se pueden tener todos los enlaces disponibles, sin embargo, esto supondría tener una lista muy larga de enlaces a distintos contenidos y recursos, en ocasiones inconexos y que pueden a menudo y a simple vista, dar sensación de desorden y caos.

A través de la implementación de esta organización basada en el árbol de decisión, en el que se establecen distintos niveles con un único punto de partida, que sería el menú de navegación del campus virtual, Marçal propone que se concentren lo más posible los contenidos y recursos en las áreas de contenido o enlaces disponibles en el menú del campus virtual, que serían el siguiente nivel del árbol de decisión, de modo que el menú de navegación del campus virtual se presente a los alumnos de manera ordenada, organizada e intuitiva.

 

Imagen: Marçal Mora en el Smart Challenge 2018. Fuente: GCN.

 

Según este modelo organizativo, es cierto que se realizarán más clics, pero la ventaja que persigue es que el alumnado se tendrá que desplazar menos a lo largo del menú de navegación y que una vez se familiaricen con la estructura, sabrán localizar rápidamente la ruta a seguir para encontrar lo que buscan.

 

¿Cómo está diseñada su asignatura y los diferentes apartados?

  • Punto de partida: menú de navegación campus virtual
  • 4 niveles o grandes bloques con sus correspondientes subniveles:
    • Presentación: Guía de la asignatura, agenda de la asignatura, presentación de la asignatura)
    • Herramientas de comunicación (anuncios, foros, videoconferencias, netiqueta)
    • Contenidos: Módulos y unidades.
      • Orden en el área de la unidad en función de la ejecución: material, test de autoevaluación, enlace a foro, actividad de la unidad.
    • Recursos adiciones: Vídeos y otros materiales extras, ordenados por relevancia.

 

Con su propuesta, Marçal pretende que su campus virtual se aleje de ser un laberinto en el que los alumnos puedan perderse, para que más bien sea como un mapa, estructurado y ordenado, a través del que los alumnos puedan viajar de manera intuitiva y sin sentirse en ningún momento perdidos.

Sin duda, una magnífica propuesta.

 

 

Pilar Vélez

Pilar Vélez, profesora del Máster en Formación del Profesado de Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato, Formación Profesional y Enseñanza de Idiomas se encontraba en la Universidad de Zaragoza asistiendo a un congreso y su intervención fue a través de videoconferencia. En ella explicó cómo tenía el campus virtual organizado con la finalidad de mejorar la experiencia del usuario.

 

Pilar imparte la asignatura «Didáctica de la Aritmética y el Álgebra» en la especialidad de matemáticas del Máster de Formación del profesorado en su modalidad online. Su pregunta inicial fue:

 

¿Qué criterios ha seguido para crear el campus virtual?

El criterio fundamental ha sido seguir la estructura de la guía docente para que hubiese una concordancia entre las directrices de la asignatura y la estructura de la misma. En palabras de Pilar: “En el caso de online, una parte fundamental es que tiene que tener accesibilidad para el alumnado”.

 

¿Cómo está diseñada su asignatura y los diferentes apartados?

Comienza con una página de presentación en la que pone una foto y unas frases cercanas contándoles la pasión por la enseñanza y por las matemáticas que tiene Pilar pero sobre todo animando al alumnado a aprender sobre la materia. Además, les ofrece contenido curioso relacionado con las matemáticas.

 

Imagen: Imagen de un campus virtual de Pilar Vélez. Fuente: Blackboard.

 

En el siguiente apartado se encuentra la agenda del agenda donde pueden todas las sesiones síncronas de la asignatura con la finalidad de que tengan una correcta planificación así como las fechas importantes de la asignatura como por ejemplo las fechas de entrega de actividades. Todo este apartado lo completa la guía docente que es el siguiente apartado que nos muestra y un foro de bienvenida para que participen e interaccionen, es decir, para conocerse entre el propio alumnado y con la profesora. De esta manera, Pilar conoce a su alumnado y el perfil que tiene para poder enfocar la asignatura.

 

Las herramientas de comunicación que se van a utilizar en la asignatura es el bloque siguiente que se encuentra el alumnado y está compuesto por: anuncios, los foros, foros, wikis, blogs y grupos. También se encuentra la pestaña de ayuda de Blackboard Learn por si el alumnado necesita consultar algún aspecto de la propia plataforma.

 

A continuación aparece el contenido propio de la asignatura distribuido por módulos pero destaca que dentro de cada unidad didáctica siempre se sigue la misma estructura para que el alumnado no tenga que aprender un nuevo diseño cada vez que entra en una nueva unidad didáctica. Estas se distribuyen, en primer lugar, los apuntes, en segundo lugar, un test de autoevaluación, en tercer lugar las presentaciones compartidas en las sesiones síncronas y por último, vídeos y curiosidades de la propia unidad.

 

El bloque de actividades es lo que se encuentra en el siguiente apartado con la plantilla de entrega de trabajos y por último, un espacio con otras actividades relacionadas con las sesiones síncronas para el alumnado que tiene dispensa y no pueden asistir.

 

Un placer, como siempre, aprender e inspirarnos con una gran profesional como Pilar.

 

GCN

Fuera de concurso, Teresa Ruiz y Natividad Reyes son las encargadas de presentarnos el mejor diseño del campus virtual gracias al trabajo realizado con los cursos SPOC, que se encuentra enmarcado dentro de los proyectos Global Campus, concretamente en la línea “In Company”.

 

Imagen: Natividad y Teresa en su exposición en el Smart Challenge 2018. Fuente: GCN.

 

Este curso va dirigido a profesionales sanitarios y nos cuentan cómo se han utilizado una gran serie de recursos para el desarrollo del mismo.

 

¿Qué recursos se han utilizado en los cursos SPOC?

Entre algunos elementos, nos muestran cómo el curso está estructurado con recursos como los flipping books, mapas conceptuales, infografías y póster.

En la portada nos encontramos con los módulos de contenido en html con funcionalidades por temáticas para que el alumno se vea contextualizado. También encontraremos un vídeo de bienvenida y presentación.

Se pretende que el alumno encuentre la misma estructura dentro de cada área de contenido. Mostraron un ejemplo de la unidad, viendo una estructura clara y ordenada del contenido, en donde la introducción, el flipping book, la infografía y un podcast son los elementos predominantes para el desarrollo del mismo.

Lo que se quiere conseguir con estos recursos, es fomentar el aprendizaje ubicuo en donde el alumnado puede desarrollar su aprendizaje en cualquier lugar y momento.

Destacaron el feedback por parte del alumnado, en donde se le plantean situaciones totalmente realistas para que el aprendizaje sea lo más significativo posible.

 

Esperamos que estos tres casos de éxito sirvan a otros docentes para aplicar nuevas ideas en sus campus virtuales.

¡Seguimos!

 

Global Campus Nebrija

La luz del primer día

Autor: Juan Lázaro Betancor

 

Estoy en casa y tengo clase. Dicho esto en otra época, se entendería que se trata de una clase particular o algo similar. No es así, sin embargo. Los tiempos han cambiado.

Enciendo el ordenador. La pantalla empieza a parpadear mientras va abriéndose el sistema operativo hasta que por fin todo queda en calma y el fondo de pantalla muestra la foto de un paisaje de un viaje reciente. Abro el navegador de internet. Pincho en una pestaña. El fogonazo no tarda en llegar y todo se llena de color en un instante. Hola, Blackboard.

Conozco los siguientes pasos perfectamente, así que no dudo en la ruta que debo seguir una vez que introduzca mi nombre de usuario y mi contraseña: seleccionar la asignatura, en el menú que me aparezca a la izquierda tendré que abrir ‘Videoconferencias’, y después, ‘Sesiones programadas’. Sí, tengo una dentro de media hora. Pero hoy yo seré el profesor. Y será la primera vez que eso me ocurra.

Los colegas que ya han pasado por la experiencia de impartir clase online coinciden en decirme que al principio resulta muy desasosegante dirigirse a una especie de túnel al final del cual, en teoría, hay vida esperándote, o que es como si estuvieras clamando en un desierto informático, una noche cerrada entre la cual ojos que no ves te observan. Pero ahora mismo lo que realmente me preocupa, lo que sin duda me aterra, son los aspectos técnicos de la cuestión. Por favor, hada protectora de la red de redes, haz que el PowerPoint se cargue correctamente y que la conexión funcione sin problemas durante las próximas dos horas. Me he asesorado todo lo posible, he tomado buena nota de los consejos de los compañeros de Sistemas informáticos y de la atención permanente de Global Campus, que incluso me han facilitado los datos de contacto del soporte de E-Learning Media por si sucediera algún imprevisto.

Allá vamos. Diapositivas subiéndose. Proceso finalizado con éxito. Las compruebo. ¡Horror! Me he equivocado de archivo. Vuelvo a empezar, a falta de pocos minutos. El pulso ya no es el que era; ahora percibo el bombeo de la sangre, un caballo galopa por mi interior. Empiezan a aparecer en el chat los primeros alumnos. Esto va a comenzar en breve y no hay marcha atrás posible. Reviso por enésima vez que el ángulo de la cámara es correcto y que la luminosidad es la adecuada. Un postit pegado a un lado del monitor me recuerda sin descanso que debo grabar la sesión. Sólo me queda esperar unos instantes, que dan para que me venga a la cabeza aquella famosa máxima de Julio César sobre la suerte y para una última conjura personal. No sé qué pasará cuando empiece la clase, pero, como oyente que he sido antes de clases online, dos cosas sí tengo clarísimas: pienso “mirar” a los alumnos —al ojo de la cámara, no a la pantalla con la teoría— y mostrar un entusiasmo parecido al que procuro poner en las aulas presenciales. Esos nombres que veo escritos en el chat son personas. Están ahí. No tengo la sensación de que estén tan lejos como me habían asegurado.

—Buenas tardes a todos. Bienvenidos a la primera videoconferencia de Desarrollo e Integración de Destrezas Comunicativas.

La clase ha comenzado.

Todo va transcurriendo con normalidad. Percibo que fluye la comunicación con los alumnos, o eso me parece. Les pregunto mucho a la par que explico, intentando que reflexionen y discurran, igual que hago en el aula, donde además suelo chocar los cinco con aquel que dé una respuesta relevante; de repente se me ocurre un choque de manos virtual: alzo la mano y la dirijo hacia la cámara como si fuera un choque de carne y hueso. Aparece en el chat el emoticono de una cara sonriente.

Lo que no había tenido en cuenta es que estamos a principios de noviembre y son las cinco y media de la tarde. Eso quiere decir que oscurece pronto por muy soleada que esté la tarde. Noto con estremecimiento que la habitación se está quedando a oscuras. Estaba sólo con luz natural, porque ni el flexo ni la lámpara del techo iluminaban bien. Ahora echo de menos la luz general, y el interruptor no está lo que se dice a mano precisamente; de hecho, me resulta tan imposible vencer la distancia que me separa de él que tengo la impresión de que si el interruptor estuviera en las Islas Feroe me sería más fácil pulsarlo. Así que es definitivo, estoy casi a oscuras en plena videoconferencia, aunque al menos se me distingue algo con la luz de la pantalla. Consigo abstraerme. Falta muy poco para concluir.

—Muchísimas gracias por vuestra atención. Sigo a vuestra disposición para cualquier cosa que necesitéis. Nos reunimos de nuevo aquí dentro de cinco días.

Parar grabación. Clic. Todo ha terminado.

Me echo para atrás en la silla y me recuesto, exhausto. Me brota una sonrisa de satisfacción. Me doy cuenta de que he disfrutado muchísimo.

 

Juan Lázaro Betancor

Profesor del Centro de Estudios Hispánicos y del Máster de Didáctica de ELE

Ir a clase desde casa y otras profecías

Autor: Guillermo Martín

 

Mi padre es un visionario. Le recuerdo paseándome de la mano cuando yo era niño y diciéndome: “Tus hijos llevarán móvil al colegio. Y cuando lleguen a la universidad podrán ir a clase desde casa”. No le faltaba razón aunque su previsión de plazos fue absolutamente desastrosa. Fui yo y no mis hijos quien llevó móvil al colegio en los últimos años y aunque yo sí me desplacé a la universidad para asistir a clases, mi primera experiencia como docente ha sido a través de un campus virtual.

“Un campus virtual… ¿Cómo es eso?” Me preguntaban mis amigos cuando les contaba mis nuevos proyectos. Y yo mismo sentía que al contarlo, la gente me compadecía. ¿Y si no se conecta  nadie? ¿Y si los alumnos no participan? ¿Cómo sabes si te están atendiendo? ¿Y si no te entienden? Desarrollé una gran capacidad para cambiar de asunto en las conversaciones, porque ni yo tenía respuesta a todas aquellas dudas. La visión de mí mismo hablándole a una cámara en una sala vacía durante hora y media me daba escalofríos. “No te preocupes”, me decía amablemente Begoña, la coordinadora del Máster en Planificación Estratégica de Medios Publicitarios de Nebrija y Carat. “Ya verás cómo es mucho más agradable de lo que parece en un principio”. Ahora, Begoña, puedo reconocer que no me fiaba del todo.

Mentiría si dijera que la experiencia de dar clase a través del campus virtual es similar a dar clase en un aula física. En el campus de Berzosa veo las caras de sueño de los alumnos, capto si les estoy aburriendo o me estoy extendiendo demasiado en una explicación y siempre tienes la oportunidad de que los alumnos te cuenten sus dudas y problemas en los descansos entre clase y clase.  Todo esto no se siente tan directamente, pero a cambio, estamos dando clase en diferentes lugares del mundo a diferentes tipos de personas que si no fuera a través del campus virtual no encontraríamos nunca. Esto nos lleva a conocer diferentes sensibilidades, lo que sin duda constituye una gran experiencia como docente.

El manejo del campus virtual como herramienta es sencillo e intuitivo, con lo cual esa primera y temida barrera a la que el profesor se enfrenta, pronto queda salvada. Pero una clase online sí exige esfuerzos de otro tipo para el docente. Uno de los que más nos obsesiona a los profesores es la preparación de materiales. Los hábitos de las nuevas generaciones de alumnos exigen que los materiales sean más amenos, más prácticos y más digeribles. En el profesorado hay un temor constante a aburrir, que en el campus virtual se agrava, ya que no se capta ese bostezo furtivo, esa desconexión de la explicación, esa mirada que de pronto refleja que el cuerpo está ahí pero la mente no. Por eso hay que desarrollar un instinto especial sobre lo que aburre y lo que no, ya que no tenemos acceso a un lenguaje corporal del alumno que nos permita medir en tiempo real el engagement (perdón por el anglicismo, es que soy publicista) que estamos generando durante la clase.

Por otro lado, la enseñanza de comunicación, en este caso de planificación estratégica de medios, requiere siempre de un extra de aplicación práctica, y esto se ha convertido en una herramienta absolutamente capital para las clases online. Los alumnos tienen que ver, quizás más que en otros campos, que la teoría tiene siempre una aplicación fuera del aula. Y en mi experiencia los casos prácticos se convierten en un eficaz aliado para mantener el interés del alumno. Y cuanto más extremo sea el caso, más curioso y más contenido audiovisual tenga, mayor garantía tendremos de que el estudiante está integrando los conceptos en su conocimiento.

La barrera del manejo del campus, de la preparación de materiales y de intentar ser lo más ameno posible estaba salvada. ¿Pero y la comunicación interpersonal? ¿Cómo sustituir el contacto alrededor del aula física? Ese momento en que ellos te cuentan sus trabajos para otras asignaturas, las prácticas en empresas que han encontrado, las preguntas que les surgen a raíz de una cuña de radio que escucharon ayer… Sigo trabajando para recortar esa distancia con los alumnos del campus virtual, haciéndoles preguntas para que participen lo máximo posible en clase y utilizando el correo electrónico de manera especialmente intensa como arma de comunicación fuera del tiempo de clase. Esta es quizá la única faceta de la clase física que todavía no he logrado suplir del todo desde la pantalla del ordenador.

Si mis amigos me volvieran a hacer todas las preguntas que me hacían sobre la enseñanza online, les diría que la experiencia es mucho menos fría de lo que se puede pensar en un principio. Porque al fin y al cabo, un alumno que se inscribe en un máster desde la otra punta del mundo, es un alumno generalmente muy interesado en la materia. Y como tal, es un alumno que, roto el hielo inicial, participa, hace preguntas a través del chat, transmite que está entendiendo lo que cuentas o te dice lo mucho que le ha gustado el último caso práctico. A la tercera clase, sientes su energía al otro lado de la pantalla.

Y aquí estoy, deseando arrancar el nuevo curso para conocer nuevos alumnos de cualquier parte del mundo. Como profetizó mi padre.

 

Guillermo Martín

Profesor de la Facultad de Ciencias de la Comunicación

 

Inmerso en el mundo del elearning

Autor: Mario Saborido.

 

Muchos de nosotros no somos conscientes de los cambios o avances que sigue sufriendo la educación a nivel casi mundial. Hoy en día, muchos estudiantes tenemos el lujo de poder sacarle el máximo partido posible al elearning, que es un tipo de educación a lo largo de la vida en continuo desarrollo, y que se caracteriza por ser aún más moderna, creativa, competitiva, colaborativa y autónoma.

 

Uno de los cambios que se puede apreciar es que tanto el papel adoptado por el profesor como por el alumno es distinto. El profesor actúa como facilitador del proceso de enseñanza-aprendizaje usando las tecnologías. En cambio, el alumno se ha convertido en un usuario inteligente, participativo, cada vez más individual y crítico de la información. Desde mi punto de vista como estudiante, compartir recursos, ideas, reflexiones y experiencias de todo tipo mediante herramientas colaborativas puede llegar a ser muy productivo y motivador. Todos aprendemos de todos interactuando de forma activa en contextos muy diversos y, lo más importante, transformamos los contenidos en conocimiento.

 

Con respecto a la experiencia que estoy viviendo actualmente como estudiante del Máster en Lingüística Aplicada a la Enseñanza de ELE, puedo decir que gracias a los recursos y contenidos seleccionados por el profesorado que forma parte de este programa, a su ayuda, e interacción con los demás participantes en el Campus Virtual Nebrija, me siento más preparado como profesor y futuro investigador en el campo de la enseñanza del español como lengua extranjera.

 

Este máster adoptó una nueva forma de enseñanza-aprendizaje que se caracteriza por la confluencia de la enseñanza presencial y de la virtual (elearning), teniendo en consideración lo mejor de ambas. En mi opinión, esta modalidad suple los inconvenientes de cada una ofreciendo una educación de calidad y, por tanto, reajustando o reconstruyendo las formas de enseñar y aprender. Este tipo de aprendizaje ha creado en mí un aumento de la motivación, la independencia y la autosuficiencia, además de una necesidad de perfeccionamiento a la hora de realizar cualquier tipo de actividad a través de la interacción activa entre mis profesores y compañeros.

 

Este tipo de formación grupal, colaborativa y cooperativa a distancia me ha beneficiado muchísimo, en el sentido de que he ahorrado mucho tiempo al no tener que desplazarme de un lugar a otro para recibir clases, consultar información en la biblioteca, etc. Además, he ahorrado costos puesto que he podido buscar una gran cantidad de información actualizada en cualquier momento y lugar, y normalmente esta información estaba disponible de forma gratuita en la web. En definitiva, este tipo de educación me ha posibilitado un aprendizaje flexible y accesible, lo cual es muy positivo.

 

Por otro lado, gracias a este máster he tenido la oportunidad de realizar unas prácticas profesionales como profesor de ELE en Francia y en China, las cuales me han permitido ir aplicando los contenidos teóricos adquiridos a lo largo de este curso académico. Y, para cerrar esta etapa, estoy seguro de que las clases presenciales de julio y la realización del Trabajo Final de Máster serán los últimos pasos que culminarán esta experiencia intensa, pero sobre todo enriquecedora tanto en lo personal como en lo profesional.

 

Mario Saborido

Estudiante del Máster en Lingüística Aplicada a la Enseñanza de ELE

Blackboard Learn, algo más que una plataforma digital

Cuando inicié los estudios universitarios, el concepto de sociedad del conocimiento comenzaba a extenderse entre los estudiantes. Fue el Dr. Fernando Moliní Fernández, profesor titular del área de Geografía Humana, del Departamento de Geografía de la Universidad Autónoma de Madrid, quien nos introdujo en la comprensión de este nuevo planteamiento. Siendo su finalidad la de hacernos discernir cómo el mundo comenzaba a configurarse en torno a un nuevo modelo económico, social y cultural en el que la información, y siguiendo las palabras de Manuel Castells Olivan, adquiría la condición de materia prima básica. Por lo que, su adecuado tratamiento y posterior difusión, serían factores clave para el desarrollo de la sociedad actual.

No obstante, lo más significativo de este nuevo paradigma no se encuentra tanto en la generación de información, ya que esto ha sido una de las máximas presentes en cada una de las etapas de la historia de la humanidad, sino en la facilidad de acceso a dicha información y, principalmente, su elevada velocidad de producción y distribución. Lo que ha conducido a la generación de una comunidad de aprendizaje permanente y  favorecedora de que los profesionales, tanto de las últimas generaciones como de las venideras, no lleguen a abandonar el rol de estudiantes, con el fin de evitar caer en la indeseada obsolescencia.

Pero, ¿por qué iniciar esta aportación aludiendo a la sociedad del conocimiento? La respuesta se encuentra en la intención de focalizar la atención en tres aspectos fundamentales del citado paradigma: Tecnologías de la Información y la Comunicación, Redes de Información y el papel de profesionales interesados en una continua ampliación del conocimiento. Todos ellos presentes en la comunidad en la que nos hemos “enrolado”: el Campus Virtual Nebrija.

En este contexto, las archinombradas Tecnologías de la Información y la Comunicación, se constituyen como el andamiaje facilitador del citado modelo. Pero, más allá de la función de las TIC como instrumento de búsqueda y difusión de la información entiendo que, realmente, ha sido su democratización y la consiguiente generalización e implementación en todos los sectores, que participan en la sociedad,  lo que, a día de hoy, nos permite poder hablar de su empleo en el campo de la educación. Incluso más allá del ámbito universitario, esto es, en todas y cada una de las enseñanzas que constituyen el sistema educativo nacional, sin olvidar la formación profesional no inicial o para el empleo. El resultado es que, en nuestro campo de interés, las TIC han posibilitado que la educación se flexibilice y no solo eso, sino que, estas herramientas se diversifiquen adaptándose a las necesidades de todos los agentes que constituyen la comunidad educativa. Un ejemplo realmente cercano para todos nosotros es la plataforma Blackboard Learn, una de las piezas fundamentales que integran el proyecto digital Nebrija.

El siguiente aspecto a señalar es que este espacio digital parte con la creación de una red de transferencia de información y de conocimiento permitiendo, asimismo, la proliferación de nodos para el depósito, tratamiento y distribución de información específica, tal y como son los foros, blogs y wikis que cada docente puede crear en el entorno del aula virtual, con la colaboración inexcusable de sus alumnos.

Todo ello conduce a la tercera cuestión a señalar, probablemente, la que mayor interés puede suscitar entre docentes y discentes: la motivación por participar en un proceso de aprendizaje continuo que conlleva a no abandonar el, para mí tan “amado”, rol de estudiante.

Con toda esta presentación, mi interés particular es el de expresar cómo la plataforma Blackboard Learn, además de ser una potente herramienta, con la que es posible participar en el proceso de enseñanza – aprendizaje, de las distintas especialidades que ofrece la Universidad Antonio de Nebrija, se puede entender, en sí misma, como un “contenido” más de dichas especialidades.

En mi caso concreto, como docente del Máster de Formación del Profesorado, en la especialidad de Hostelería y Turismo, una de las finalidades de mi participación en la comunidad Nebrija es la de colaborar en la capacitación de futuros profesionales de la enseñanza de Formación Profesional, en la familia citada. En este punto confluyen diversos aspectos por los que opino que Blackboard Learn debe ser entendida por los alumnos como un contenido a interiorizar, para su posterior aplicación en el campo de la docencia, estos son:

  • El hecho de participar en la edición de este máster empleando la plataforma Blackboard Learn puede y debe ser entendido como un proceso de formación conceptual, procedimental y actitudinal dado que la formación profesional inicial, tal y como señala la legislación vigente en materia de educación, permite la modalidad a distancia a través del empleo de plataformas de carácter digital. Por lo que, si este fuera el caso, lo alumnos del presente máster ya contarían con un plus en el aprendizaje adquirido con el desempeño realizado con el uso de esta plataforma en su rol de alumno. De manera que, su experiencia podría ser entendida como una ventaja competitiva que, indudablemente, beneficiaría a la excelencia de sus resultados profesionales, ya que estos podrían aplicar todas las ventajas del manejo de una plataforma digital e introducir medidas correctoras en aquellos aspectos que ellos entiendan conveniente.
  • La Orden ECD/65/2015 de 21 de enero, por la que se describen las relaciones entre las competencias, los contenidos y los criterios de evaluación de la educación primaria, la educación secundaria obligatoria y el bachillerato recoge las competencias clave del Sistema Educativo Español. Entre ellas, se encuentra la digital, la cual cual deberá ser tratada por los futuros docentes en el aula, de acuerdo a los objetivos y competencias establecidos para cada uno de los títulos de formación profesional en los que participen. En este caso, y continuando la línea expresada en el párrafo anterior, entiendo que la experiencia adquirida por los alumnos, en la realización de un máster empleando una potente herramienta digital debe ser aprovechada en pro de capacitar a sus futuros alumnos en la adquisición de la competencia digital.
  • Otra cuestión que, también entiendo básica, es que los aún alumnos deben tener en cuenta que el aprendizaje social de sus futuros alumnos ha tenido lugar en un ambiente en el que la convergencia digital se ha incorporado a su cotidianeidad. Lo que, para mí requiere una notable capacitación de los futuros docentes en este campo, de forma similar al que se produce en aquellos sobre los que versan los módulos de los que serán titulares. En este caso, una vez más, entiendo el uso de Blackboard Learn como un proceso de interiorización de contenidos.
  • Los futuros docentes serán participantes del denominado proceso de innovación docente y, aunque el empleo de TIC en el aula, no puede entenderse de forma aislada como sinónimo de innovación en este campo, si es cierto que es una herramienta que facilita el cambio de procesos conducentes a la mejora de la calidad educativa. En este caso, con un aprendizaje, de carácter puramente procedimental, en el empleo de herramientas digitales facilitará que los alumnos participantes en este máster cuenten con una base para el diseño de proyectos en esta línea.

Con todo esto, espero que estas reflexiones sean de interés para el proyecto Nebrija, en el que llevo inmersa menos de un año y, al igual que los alumnos, en un proceso de formación y de intento de mejora continua, gracias a las oportunidades que ofrece esta gran comunidad.

 

Eva María Díaz

Eva María Díaz Alandi

Profesora del Máster Universitario en Formación del Profesorado de ESO y Bachillerato, FP y Enseñanza de Idiomas

Qwickly: Mejora tu productividad en Blackboard

Actualmente, en la era de la información la gestión de la misma se convierte en un reto diario, especialmente cuando la docencia y la investigación conllevan cada día una mayor sistematización, seguimiento y evidencia para favorecer la garantía de calidad.

La falta de tiempo hace necesario que sepamos establecer las prioridades en relación a nuestros propósitos, analizando su grado de consecución y utilizando de forma eficiente los recursos, tiempos y medios disponibles.

En pocas palabras, el lunes llegas a la sala de profesores, dispuesto a cumplir la lista de las innumerables tareas que no es que sean importantes es que ya se han convertido en urgentes,  te encuentras con un montón de correos electrónicos, esperando una ansiada respuesta; salta un aviso del Outllook de la reunión fijada hace dos semanas a las 10, por lo que dispones de una hora.

Aunque habías pensado en preparar las dos sesiones de clase esta semana, te resulta imposible subir las actividades a todos los grupos, enviarles el anuncio donde indicas los plazos de entrega y subir el power point de referencia ¿cuántas veces te has encontrado en esa situación?

La complejidad se incrementa cuando aparejada a la ya de por sí laboriosa tarea docente, se suma la coordinación de alguna titulación o institución docente, y, aunque el aprendizaje es mucho, las horas de dedicación que supone están a la par. Debes enviar un correo a los profesores con indicaciones de que próximamente va a haber unos días con actos en la Facultad, se suspenden las clases y les animas a participar y a vincular sus clases con las actividades que se desarrollen, pero ¿dónde se supone que está el Excel donde están todos los profesores con su correo electrónico?

Sigues buscando el listado y pensado cuándo enviarás las instrucciones de las actividades a los alumnos, pero en cuanto te das cuenta falta  media hora para la reunión y vas configurando campus a campus las actividades para los alumnos, por lo que note ha dado tiempo a avisar a los profesores. Quizás, del mismo modo que me ha sucedido a mí, algunos de vosotros os habéis visto reflejados en esta situación, en la que las herramientas para la mejora de la productividad se hacen imprescindibles y nos permiten mejorar nuestra capacidad de organización y planificación.

Desde GCN nos brindan un sinfín de posibilidades con Blackboard que, en muchas ocasiones, a causa de nuestra vorágine diaria no podemos conocer con una mayor profundidad, pero que, sin embargo nos facilitarían enormemente estas tareas.

Un ejemplo de recurso que favorece el ahorro de mucho tiempo es Qwickly. Esta herramienta nos permite hacer envío masivo de anuncios, emails, actividades o publicar enlaces que, en el caso de la coordinación de un título o institución, puede ser muy útil. Por ejemplo, cuando queremos anunciar un evento en distintas asignaturas de un máster o grado, o informar sobre  un cambio de horario.

Su utilización puede ser muy interesante cuando un profesor imparte varios grupos de una asignatura, en el caso de Instituto Nebrija de Competencias Profesionales un profesor puede impartir el mismo seminario en distintos grupos, utilizar Qwickly le permite gestionar los distintos campus, favoreciendo un trabajo simultáneo sobre ellos, sin necesidad de juntar grupos que no comparten un mismo horario, ni titulación y con los que quiero mantener aspectos diferenciadores.

A mí, particularmente, me ha servido para trabajar con las distintas titulaciones de las facultades, cuando he querido enviar un email al profesorado de distintos grupos, por ejemplo, o enviar un anuncio a los alumnos para invitarles a participar en alguna actividad organizada por la Universidad.

El acceso es muy sencillo, en la portada del Campus Virtual lo podéis visualizar en el lado izquierdo inferior de la pantalla.  Podéis utilizarlo para  habilitar todos los campus de vuestras asignaturas, sin necesidad de ir campus a campus, enviar un anuncio, un email a varios destinatarios, grupos o profesores de los grupos, publicar un contenido o un enlace en distintos campus, así como para crear y enviar actividades.

Os animo a probarlo y a disfrutar de las pequeñas ventajas de las TICs que hacen que los días tengan más minutos. En el siguiente enlace podéis consultar un tutorial muy sencillo por si tenéis dudas sobre su funcionamiento: https://www.youtube.com/watch?v=0m3Uwt7CT5E.

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Tania Gómez

Profesora DLAE

El Servicio de Biblioteca: ¡también online!

Además de los diferentes servicios que ofrece la Universidad presencialmente, también dispone de servicios online tales como: el campus virtual, el correo web, la tienda online, donde puedes adquirir libros y publicaciones, recuerdos y regalos corporativos, así como observar los diferentes viajes organizados por los club Nebrija, y por supuesto, no podía faltar la Biblioteca.

El Servicio de Biblioteca, estructurado en varias sucursales, facilita el acceso a la información científica que la comunidad universitaria necesita.

El Catálogo-OPAC ~ Web Portal, donde se puede encontrar toda la información relativa a los fondos integrados en la institución, se puede consultar bien como visitante, donde no necesitas ningún tipo de identificación, o bien como alumno, profesor y personal de administración y servicios, en los que sí precisarás de una identificación para el sistema y donde podrás realizar la autogestión de la cuenta de usuario y la solicitud de algunos servicios exclusivos para miembros de la comunidad universitaria.

A través del espacio de Mi biblioteca, se puede realizar dicha autogestión: renovaciones, la consulta de todo el fondo bibliográfico, ver el seguimiento del estado de nuestras reservas y peticiones de préstamo, así como su posible cancelación si finalmente no nos interesara y como nos comentaba nuestro compañero Rafael Jiménez hace unas semanas, también se encuentra en este espacio el Servicio de Difusión Selectiva de Información (DSI), que ofrece la posibilidad de disponer de consultas dinámicas diseñadas a medida por nosotros mismos sobre la colección bibliográfica de la Universidad, de manera que cada usuario puede revisar sus propias consultas almacenadas cuya actualización es automática.

Además, contamos con un apartado denominado Comentarios, en donde nos podrás dejar cualquier sugerencia o duda sobre cualquier aspecto relacionado con nuestro trabajo y que responderemos con la mayor brevedad posible.

También se pueden visualizar las desideratas que hayas solicitado, es decir, los ejemplares que deseas que se encuentren en la biblioteca y los últimos ejemplares de las revistas de nuestra colección que hayamos recibido que te interesen. Para ello, tendrás que crear previamente una alerta de llegada en el Servicio de aviso de último número, que se solicita a través del apartado de comentarios descrito anteriormente. Una vez que se produce la llegada del último número de la revista o revistas que hayas seleccionado, podrás visualizarlo en dicho espacio.

Por último, para facilitarte la navegación por la información y para que puedas personalizar tu espacio particular, tenemos la sección denominada Mis enlaces, donde podrás crear tu propia lista de marcadores con las páginas web que más visitas, que más te interesan o de las que quieres un acceso rápido.

En otras palabras, que para renovar un préstamo, seguir el estado de tus reservas o consultar si ese libro que tanto andas buscando lo tenemos disponible, no necesitas venir a la biblioteca físicamente, ¡te lo ponemos muy fácil!

Así que ya sabes, aprovecha el recurso que ofrecemos porque es útil, fácil de utilizar y en el que se han depositado muchas ganas de daros el mejor de los servicios.

Este servicio que ofrece la Biblioteca lo puedes encontrar en Catálogo-OPAC ~ Web Portal de la Red de Bibliotecas.

 

Ana Higueras

Servicio de Biblioteca

Rosetta Stone, un gran aliado a la hora de aprender idiomas

La primera vez que supe de esta herramienta fue a través del Campus Virtual, pero lo que me motivó a utilizarlo fueron los comentarios positivos de una compañera acerca del mismo. Con la importancia que tiene en la actualidad el poder dominar más de un idioma, ¿por qué dejar pasar esta oportunidad que la universidad me ofrece?
Este programa es un gran aliado para el aprendizaje de cualquier idioma online. Una de las principales ventajas que tienen las aplicaciones de este tipo es que no hay hora ni lugar establecido para aprender un idioma: el lugar es el que desees y el tiempo, el que elijas. Pero lo que hace especial a Rosetta Stone es la posibilidad de un aprendizaje personalizado, adaptado a las necesidades y gustos de cada persona, con una amplia variedad de temas a elegir.
En particular, merece la pena resaltar el valor que se le da a la comprensión lectora y la pronunciación, elementos esenciales para el manejo adecuado de cualquier lengua. A partir de situaciones de la vida cotidiana seleccionadas según el interés de cada alumno, se aprenden los principios básicos del idioma, se trabajan las diferentes gramáticas y uno se va empapando de las palabras clave de la unidad.
El que se ofrezca a la comunidad es la excusa perfecta para estudiar un nuevo idioma o afianzar los conocimientos que se tienen sobre el inglés, alemán, italiano, francés, chino, holandeś o español.
En resumen, Rosetta Stone es aprender de forma personalizada, al ritmo que desees, sin presiones de horarios y de manera gratuita. Ellos te dan las herramientas y tú construyes tu aprendizaje como quieras. Los límites de hasta donde quieres llegar los pones tú.

 

Triny Alejandra Mejía Marte

Máster Universitario en Psicología General Sanitaria

Mi incorporación como profesora online en Global Campus

Incorporarme a la docencia en la Universidad Nebrija ha sido algo estimulante a la par que inesperado. En principio parecía todo un tanto abrumador: las plantillas, elaborar los temarios, aprender a manejar la plataforma y el campus virtual, etc. ¡Y las sesiones virtuales!

Una piensa inicialmente: ¿Y qué voy a hacer yo aquí plantada en mi casa explicando un tema frente a la pantalla? ¿Cómo voy a interactuar con los alumnos? ¿Cómo conseguiré motivarlos? Afortunadamente, participar en el Curso básico de Blackboard fue toda una revelación para vislumbrar las posibilidades de la plataforma… Me di cuenta de que podía hacer recorridos web, poner enlaces y vídeos, encuestas, foros e incluso una wiki. El esfuerzo invertido ha dado su recompensa y disponer de estas herramientas facilita mucho tanto la labor del profesor como del alumno. A mí me permite compaginar mi trabajo como profesora con la investigación y mi reciente maternidad.

Actualmente, en cada sesión estoy más cómoda con el sistema online. Poder trabajar desde casa tiene sus ventajas, aún más si cuentas, como es el caso, con el respaldo personal y técnico necesario para desempeñar una buena función docente.

 

Rebeca Iglesias

 

Rebeca Iglesias

Profesora del Máster en Formación del Profesorado