Elibro o la socialización del conocimiento

Es frecuente acudir al escritor Jorge Luis Borges cuando nos referimos a una biblioteca total, un lugar imaginado en su cuento la Biblioteca de Babel donde se custodian todos los libros que se han escrito desde el origen de los tiempos.  Pero lo que Borges no pudo imaginar es que su cuento, gracias a las tecnologías actuales, sería posible. La plataforma de libros electrónicos Elibro que el Servicio de Biblioteca de la Universidad Nebrija pone a disposición de sus usuarios es parte de esa Biblioteca de Babel donde podrás con un clic en tu ordenador, tablet o móvil leer un libro, resolver una duda o hacer volar tu imaginación en cualquier momento y lugar. Un paseo virtual por lo que serían los pasillos de una biblioteca tradicional. Y para que te orientes vamos a trazar un mapa que te sirva de brújula y guía cuando te dispongas a bucear por Elibro.

La plataforma de libros electrónicos Elibro es una biblioteca digital creada en 1998 y que pone a tu disposición un catálogo de alrededor de 100000 libros, publicaciones especializadas y otros textos en formato electrónico (tesis doctorales, textos de cátedra etc.) de más de mil prestigiosas empresas editoriales y prensas universitarias del mundo. Relaciones internacionales, moda, bellas artes, economía, marketing, publicidad, derecho, lengua y literatura etc. el catálogo de Elibro abarca una amplia gama temática que te ayudará a avanzar es tus estudios o trabajo en la Universidad.

Para que obtengas el máximo provecho y rendimiento en el uso de la plataforma, Elibro te ofrece un interfaz fácil e intuitivo en el que además de leer el libro que deseas puedes cambiar el idioma del interfaz (inglés, español o portugués) o echar un vistazo a un carrusel de portadas o lista de novedades donde exponen periódicamente los nuevos títulos que acaban de subir.

Imagen: Página principal. Fuente: Elibro

Si miras en la parte superior de la página principal del interfaz te encontrarás una caja de texto para la búsqueda rápida y ocho secciones: inicio, colecciones, búsqueda filtrada, búsqueda avanzada, mi estante, mis búsquedas, temas y ayuda.

Imagen: Búsqueda rápida. Fuente: Elibro

La caja de texto de la parte superior en la que aparece escrito “Teclee en cualquier lugar para realizar una búsqueda rápida” te servirá, tal como indica, para hacer una búsqueda rápida por un término o palabra cualquiera. Sería lo más parecido a cuando lanzas una pregunta en un buscador en Internet. El resultado de dicha búsqueda en Elibro serán los libros en los que aparece esa palabra o término tanto en la ficha que Elibro ha realizado del libro (por ejemplo, en el título o el resumen) como en el  contenido de otros documentos (por ejemplo en el índice del libro o en un capítulo de una revista). Observa, cuando optes por esta búsqueda que al escribir en la caja, aparecen debajo dos opciones: búsqueda filtrada y búsqueda avanzada. Elibro te indica de este modo que puedes hacer una búsqueda más refinada y selectiva con ese tipo de búsquedas y por tanto mucho más precisa que la búsqueda rápida. En estas búsquedas ahondaremos unos párrafos más adelante.

Imagen: Inicio. Fuente: Elibro

En cuanto a las 8 secciones que hemos enumerado anteriormente y empezando de izquierda a derecha desde tu pantalla, te encontrarás primero con la de Inicio. Si te encuentras navegando por una de las secciones y pinchas en dicho enlace, regresarás de nuevo al punto de partida: la página principal del interfaz.

Imagen: Colecciones. Fuente: Elibro

La segunda sección que nos encontramos es Colecciones. En esta sección encontraras la colección a la que el Servicio de Biblioteca tiene suscripción.

La tercera y cuarta sección, Búsqueda avanzada y Búsqueda filtrada (y que ya menciónanos cuando hablábamos de la búsqueda rápida) son las búsquedas que te va a permitir encontrar aquello que buscas con una mayor eficacia y precisión.

Imagen: Búsqueda filtrada. Fuente: Elibro

En Búsqueda filtrada introduce los términos, palabras o conceptos (caja “término de búsqueda”) de lo quieres obtener información y filtra la consulta con los desplegables que están situados a la izquierda de tu pantalla: Tipo de material, lenguaje, año de publicación, materia, editoriales, autores o tema .Filtrar los resultados lo puedes hacer antes o después de hacer la búsqueda. Es decir puedes filtrar y lanzar la búsqueda; o bien lo contrario, lanzar la búsqueda y filtrar.

Despliega estas secciones propias de la búsqueda filtrada que te hemos señalado en el anterior párrafo y especifica por lo que quieres filtrar (por ejemplo, si quieres encontrar los libros que estén en español del año 1999). Presiona en intro o en la lupa que aparece en la caja de búsqueda y observa que con esta sencilla operación el número de títulos que aparecen “en colección” o “contenido” se han reducido. Con la búsqueda filtrada conseguirás, por tanto, afinar más en tus búsquedas. Con los resultados de tu búsqueda en pantalla, elige cuantos quieres que aparezcan: 10, 15 o 25. Eso sí, no te olvides de pinchar en el botón azul “limpiar filtros” cada vez que hagas una búsqueda nueva.

Imagen: Búsqueda avanzada. Fuente: Elibro

Pero si lo que quieres es, pongamos por caso, buscar un título o autor concreto, un año o una editorial, es decir que ya tienes algo más claro lo que buscas porque sabes el nombre de ese autor o título, la sección búsqueda avanzada te ayudará a mejorar en tus resultados. Con esta opción de búsqueda en Elibro puedas agregar filtros (autor, editorial, fecha…)  y borrarlos también cuando no quieras utilizarlos (icono de basura). O lo que es lo mismo, puede hacer búsquedas mucho más concretas por palabras o grupo de ellas ya que puedes agregar tantos filtros como quieras y que a continuación te vamos a explicar.

En la sección de búsqueda avanzada te encontrarás con tres cajas. Son, de izquierda a derecha: el tipo de filtro por el que hacer la búsqueda y que es desplegable, otro con las palabras “contiene”, «igual a» o «rango» y que te explicaremos a continuación y la caja donde escribirás lo que quieres buscar. Despliega la primera caja e indica por lo que vas a buscar, un título de un libro por ejemplo, y  agrega un filtro si quieres buscar ese libro por un autor concreto y una editorial. A continuación, despliega la segunda caja (“contiene”). Con las posibilidades  que te ofrece esta caja, y si conoces, por ejemplo, el título o autor de un libro (como puedes observar en la imagen) señala “igual a” y encontrarás los libros que tienen exactamente ese título o autor (en mi caso Macías Rosendo, Baldomero). De lo contrario, y si señalas “contiene”, te devolverá los libros que tienen esas palabras que buscas; o  si en año de publicación deseas hacer la búsqueda entre dos fechas concretas, pincha en “rango”. Ya con la búsqueda creada y con las opciones especificas que has elegido (tipo de filtro, si es exactamente a esa palabra o no la búsqueda etc.) no te olvides de hacer clic en el botón azul “buscar” para lanzarla. Una vez que aparecen los resultados de tu búsqueda, veras una nube de términos que te permitirán afinar mucho mas. Pincha en el que creas más pertinente y de este modo reducirás el número de documentos. Y no te preocupes si has hecho una búsqueda muy compleja y quieres guardarla. Elibro te permite guardarlas tan solo pinchando en “guardar búsqueda” y así poder reutilizarla cuantas veces quieras desde la sección Mis búsquedas.

Imagen: Mi estante. Fuente: Elibro

Mi estante es la sección donde crear tu propia biblioteca. Es decir, cuando tengas el resultado de las búsquedas en tu pantalla, podrás añadir ese libro que te interesa a tu estantería y así encontrarlo con rapidez cuando necesites consultarlo de nuevo, sin tener que hacer otra vez ningún tipo de búsqueda. Pincha en el icono “añadir a estantería” y no te preocupes por cuántos libros tienes en tu biblioteca digital particular porque desde Mi estante también podrás hacer búsqueda rápida pero ahora solo de los libros que has elegido que formen parte de tu catálogo. También podrás organizar y personalizar tu selección de libros por carpetas.

Imagen: Mis búsquedas guardadas. Fuente: Elibro

La siguiente sección a la que ya nos hemos referido unos párrafos arriba, es la opción Mis búsquedas. En esta sección la plataforma te permite reutilizar las búsquedas que has guardado desde la Búsqueda avanzada. Solo pinchando en el botón azul que contiene las palabras “Realizar búsquedas” volverás a hacer esa búsqueda y si quieres también modificarla y así ofrecer otros resultados.

Imagen: Mis temas. Fuente: Elibro

Pero si lo quieres es simplemente darte una vuelta y ver lo que hay de un tema en concreto por Elibro, te lo resuelve la sección Temas. Presiona en el tema que te interesa y Elibro te dará como resultado todos los libros que sobre ese tema hay subidos en la plataforma.

Imagen: Ayuda. Fuente: Elibro

Por último en la sección Ayuda encontrarás varios enlaces y videos que te permitirán profundizar más en el uso de Elibro.

Imagen: Ficha del libro. Fuente: Elibro

Como ves es muy sencillo utilizar Elibro. Así que imaginemos que ya has realizado tu búsqueda correspondiente y has encontrado el libro o texto que te va servir para ampliar o apoyarte en tus estudios o investigaciones. Haz clic, por tanto, sobre el título del libro o directamente a “leer en línea”. Con la primera opción entrarás en la ficha que proporciona Elibro sobre el libro en cuestión (autor o autores, ISBN, materias, resumen o contenido del libro, limite de impresión etc.) y donde podrás acceder al libro de dos maneras : bien una lectura on line a la que podrás acceder también como más arriba señalamos ; o bien a modo de préstamo por 7 o 14 días mediante una lectura offline descargándote el programa Bluefire si te encuentras en un dispositivo móvil ; o en un ordenador con el programa gratuito Adobe Digital Editions y donde puedes bajar 10 documentos por usuario (aunque en algunos documentos no será posible y puede que haya restricciones).

Pero tal vez solo quieres un capítulo o un rango de páginas del libro. También es posible porque Elibro permite esa posibilidad. Solo fíjate en los límites de impresión que aparecen en la ficha del libro ya que son los mismos que el número de páginas que te puedes descargar.

Una vez que descargues el libro electrónico con Adobe Digital Editions  podrás hacer distintas operaciones: verificar vencimientos y devolución de documentos descargados, organizar tu biblioteca, transferencias de libros electrónicos descargados a otros dispositivos (iPhone, iPad, Kobo, Nook, Sony Reader, Kindle Fire), navegación en tu biblioteca de documentos descargados, búsqueda de texto dentro del libro electrónico,  anotaciones, resaltados y crear marcadores en el libro electrónico o  la impresión hasta el 25% del libro electrónico.

Los documentos que descargues expiran cuando se cumpla la fecha de vencimiento del préstamo, pero también puedes devolverlos antes de esa fecha. En Adobe Digital Editions haz clic en el icono en forma de flecha ubicado en el título, selecciona “devolver el objeto prestado”y  pincha en OK.

Imagen: Lectura online. Fuente: Elibro

Pero si no quieres descargarte el libro siempre puedes optar por la lectura on line desde la misma plataforma de Elibro. Con este tipo de lectura también tienes las opciones de copiar, anotar o subrayar pasajes del libro o bien consultar una palabra en un diccionario o un concepto que desconozcas en wikipedia. También puedes navegar por el libro desde el índice mediante enlaces a los distintos capítulos del libro o  buscar en el contenido del libro, añadirlo a tu estantería u obtener el enlace del libro para poder compartir el libro con un compañero, por ejemplo.

Como has podido apreciar, Elibro te ofrece además de un amplio catálogo, un abanico de herramientas que te harán mucho más sencillo el manejo en la búsqueda, uso y lectura de los documentos que aloja. Una plataforma a la que te invitamos entrar y echar un vistazo a sus estantes virtuales y que estamos seguros te será de mucha utilidad cuando realices tus trabajos o investigaciones desde casa y no tengas a mano los fondos de las distintas sucursales del Servicio de Biblioteca de la Universidad Nebrija. Es, como la propia Elibro indica en su web, la socialización del conocimiento.

José Luis Salado

Servicio de Biblioteca

Vivirá, convivirá y regirá la Inteligencia Artificial: ¡Eduquemos, pues!

Autora: Pilar Bernat

 

“El problema real no es si las maquinas piensan, sino si lo hacen los hombres”

Burrhus Frederick Skinner

 

Me levanto de una mesa de profesionales de la comunicación; el debate ha sido intenso: ¡la Educación (con mayúsculas), en este país, necesita una reforma urgente! Fácil de decir, complicado enfrentarse a ello.

Cada año, en cada asignatura, cada vez que inicio un nuevo ciclo, explico a mis alumnos el sentido del término ‘brecha digital’ e incluso me atrevo a contrastarlo con el muy manido de ‘brecha generacional’ y muchas veces, entre bromas, acabo reconociéndoles que para que SU revolución culmine, deben ‘matarnos’; m a t a r  a  NOS y no se trata de un plural mayestático.

Lo cierto es que, mi generación sesentera y la cincuentera -e incluso posterior- somos un perfecto tapón para el desarrollo. Y no hablo de un caso o de otro, de un ejemplo o de otro; no hablo de individualidades, hablo de todos los que conocimos un mundo analógico y no podemos, no tenemos capacidad mental para asumir que en el digital que dejamos a nuestros herederos ‘vivirá’, ‘convivirá’ y ‘regirá’ la inteligencia artificial.

 

Ni R2-D2 ni C-3PO

La llamada AI (Artificial Inteligence) no va a tener formato de R2-D2; ni de C-3PO; ¡No! Eso son cosas de la robótica. Sencillamente va a ser un ente omnipresente que se va a instalar en todas y cada una de nuestras vidas y, entonces sí, entonces vendrá la pregunta fundamental que a cualquier profesor le debe producir escalofríos y escucharemos cosas del tipo: ¿para qué esforzarme en saber, si el conocimiento me viene dado? ¿Para qué memorizar, si llevo memoria anexa? ¿Para qué idiomas si tengo Babel en circuito impreso? 

No cabe refutar, porque nuestros cerebros primitivos nunca podrán procesar a la velocidad que lo hace ‘ella’, no podrán comunicarse en la distancia sin ‘canal físico’ intermedio como lo hace ella, jamás llegarán a registrar los millones de Giga, Tera, Peta, Exa, Zetta y Yottabytes de datos que aloja en su memoria ella, la Inteligencia Artificial.

Y entonces ¿qué hace un profesor que tiene conciencia de ello? ¿Rendirse? ¿Adaptarse al medio? ¿Atrincherarse en el método de enseñanza medieval? ¿O mejor afrontarlo, enfrentarlo, prepararse y blandir las armas del conocimiento para procurar guiar y concienciar a sus pupilos sobre qué pueden esperar de SU revolución o cómo asumirla? La respuesta, aunque lo parezca, no es, ni mucho menos, evidente. Las dos opciones son lícitas y respetables; ninguna criticable y ambas necesarias. El antes y el después deben conjugarse, ya que no cabe soltar el puente e intentar cruzar tirándonos al vacío. Sería un suicidio.

La cuestión, por tanto, es el día a día. Los pequeños cambios. Tenemos que saber que a nadie impresiona ya el estrado; que togas y birretes se tiñen de unos y ceros y, sobre todo, que de nuestro yo ya no emana la sabiduría, porque la sabiduría habita en un ‘clic’. Hay que enseñar y aprender; hablar y escuchar; aportar y recoger, compartir, colaborar, liderar; porque ese mundo adaptativo en el que tan cómodamente se mueven nuestros alumnos y tan hostil nos resulta a nosotros, está por desarrollar y debemos iluminar el camino.

Los docentes del siglo XXI tendemos a modificar nuestros títulos, contenidos y programas con el vértigo de no llegar; de no tener la respuesta, de que ellos sepan más; sin considerar que no podemos adaptarnos a la velocidad de la I+D. Nuestros programas, por principio y definición, son estáticos y metódicos cuando tal vez debieran ser dinámicos e imaginativos; un lugar común y armonizado de aprendizaje donde impere la creatividad, tal vez el único concepto que nos diferencia de la capacidad de una máquina y donde nuestra experiencia sea, realmente, un grado.

 

El vértigo

El primer año que di clase, los estudiantes, en colegios y universidades, migraban de un Nokia a una BlackBerry; dejaban el Fotolog y MySpace para zambullirse en Tuenti. Les explicaba con harta dificultad cómo Twitter (un pajarito y 140 caracteres) sería una ingente herramienta de marketing y el término redes sociales no estaba ni acuñado. No hablo de prehistoria, hablo de ayer.

Hoy, preparo el nuevo curso y me invade como cada septiembre el vértigo. Me enfrento al reto de cómo explicar a primero de periodismo o publicidad qué son procesadores cognitivos, redes neuronales, cuarta revolución industrial, realidad aumentada o 5G. Muchos -tristemente más muchas que muchos- me dirán que no les gusta la tecnología, que sólo quieren tener un iPhone, saber de moda y ser bloggers; otros apostarán por el término ‘gamer’ o recurrirán al de ‘youtuber’. A lo peor muchos quieren ser ‘influencers’ y creerán que en los anglicismos reside la Arcadia y entonces, espada láser en mano, tendré que darles un baño de realidad.

Pero la cuestión en 2017 no es el qué, la materia es infinita, sino el cómo; cómo mantener su atención, despertar su interés, abrir y poner a funcionar esas mentes que deben entrenar para que no les pille ‘en paro’ la invasión Artificial. Utilizar la tecnología como medio y como fin; como herramienta y como sustancia; como elemento de juego, de aprendizaje, de comunicación, de defensa… de nuevo: de creación.

Entraré en clase y les propondré que desarrollen proyectos imaginativos que tal vez un día puedan materializarse, siempre a través de la tecnología vigente porque desde el primer día deben ser emprendedores. Les haré escribir cada mañana, previa búsqueda informática (sea cual sea el formato), sobre novedades móviles, coches conectados, hogar digital, moda tecnológica o realidad virtual porque desde el primer día deben ser periodistas. Debatiremos sobre las ‘Over the Top’ con el fin de que cuiden su integridad, su currículum y sus espaldas porque desde el primer día tomar conciencia de su carrera profesional. Quizá diseñemos un nuevo DNI (Digital News Initiative) o montemos una campaña de postureo en Instagram…

Un toma y daca, a medio camino entre lo real y lo virtual, para que asuman la evolución del canal de comunicación, del uso del espectro radiológico, del hardware o del software que hace factible que su vida, y más allá, que afronten y consoliden una revolución planetaria, pero con control sobre los hechos, conocimiento de causa y dominio sobre el entorno, ese entorno que si descuidamos claudicará ante la inteligencia artificial robándonos nuestra supuesta supremacía.

El ser humano es adaptativo, ha superado la hecatombe evolutiva y ha mantenido el liderazgo de la especie. Y así será. Pero educación, concienciación, control y toma de decisiones serán requisitos para navegar por un mundo tan nuevo como desconocido del que nadie sabe, a ciencia cierta, qué esperar.

¡Eduquemos pues! Y suerte…

 

Pilar Bernat

Periodista e Historiadora del Arte

Profesora de Nuevas Tecnologías y Sociedad de la Información

Blackboard Learn, algo más que una plataforma digital

Cuando inicié los estudios universitarios, el concepto de sociedad del conocimiento comenzaba a extenderse entre los estudiantes. Fue el Dr. Fernando Moliní Fernández, profesor titular del área de Geografía Humana, del Departamento de Geografía de la Universidad Autónoma de Madrid, quien nos introdujo en la comprensión de este nuevo planteamiento. Siendo su finalidad la de hacernos discernir cómo el mundo comenzaba a configurarse en torno a un nuevo modelo económico, social y cultural en el que la información, y siguiendo las palabras de Manuel Castells Olivan, adquiría la condición de materia prima básica. Por lo que, su adecuado tratamiento y posterior difusión, serían factores clave para el desarrollo de la sociedad actual.

No obstante, lo más significativo de este nuevo paradigma no se encuentra tanto en la generación de información, ya que esto ha sido una de las máximas presentes en cada una de las etapas de la historia de la humanidad, sino en la facilidad de acceso a dicha información y, principalmente, su elevada velocidad de producción y distribución. Lo que ha conducido a la generación de una comunidad de aprendizaje permanente y  favorecedora de que los profesionales, tanto de las últimas generaciones como de las venideras, no lleguen a abandonar el rol de estudiantes, con el fin de evitar caer en la indeseada obsolescencia.

Pero, ¿por qué iniciar esta aportación aludiendo a la sociedad del conocimiento? La respuesta se encuentra en la intención de focalizar la atención en tres aspectos fundamentales del citado paradigma: Tecnologías de la Información y la Comunicación, Redes de Información y el papel de profesionales interesados en una continua ampliación del conocimiento. Todos ellos presentes en la comunidad en la que nos hemos “enrolado”: el Campus Virtual Nebrija.

En este contexto, las archinombradas Tecnologías de la Información y la Comunicación, se constituyen como el andamiaje facilitador del citado modelo. Pero, más allá de la función de las TIC como instrumento de búsqueda y difusión de la información entiendo que, realmente, ha sido su democratización y la consiguiente generalización e implementación en todos los sectores, que participan en la sociedad,  lo que, a día de hoy, nos permite poder hablar de su empleo en el campo de la educación. Incluso más allá del ámbito universitario, esto es, en todas y cada una de las enseñanzas que constituyen el sistema educativo nacional, sin olvidar la formación profesional no inicial o para el empleo. El resultado es que, en nuestro campo de interés, las TIC han posibilitado que la educación se flexibilice y no solo eso, sino que, estas herramientas se diversifiquen adaptándose a las necesidades de todos los agentes que constituyen la comunidad educativa. Un ejemplo realmente cercano para todos nosotros es la plataforma Blackboard Learn, una de las piezas fundamentales que integran el proyecto digital Nebrija.

El siguiente aspecto a señalar es que este espacio digital parte con la creación de una red de transferencia de información y de conocimiento permitiendo, asimismo, la proliferación de nodos para el depósito, tratamiento y distribución de información específica, tal y como son los foros, blogs y wikis que cada docente puede crear en el entorno del aula virtual, con la colaboración inexcusable de sus alumnos.

Todo ello conduce a la tercera cuestión a señalar, probablemente, la que mayor interés puede suscitar entre docentes y discentes: la motivación por participar en un proceso de aprendizaje continuo que conlleva a no abandonar el, para mí tan “amado”, rol de estudiante.

Con toda esta presentación, mi interés particular es el de expresar cómo la plataforma Blackboard Learn, además de ser una potente herramienta, con la que es posible participar en el proceso de enseñanza – aprendizaje, de las distintas especialidades que ofrece la Universidad Antonio de Nebrija, se puede entender, en sí misma, como un “contenido” más de dichas especialidades.

En mi caso concreto, como docente del Máster de Formación del Profesorado, en la especialidad de Hostelería y Turismo, una de las finalidades de mi participación en la comunidad Nebrija es la de colaborar en la capacitación de futuros profesionales de la enseñanza de Formación Profesional, en la familia citada. En este punto confluyen diversos aspectos por los que opino que Blackboard Learn debe ser entendida por los alumnos como un contenido a interiorizar, para su posterior aplicación en el campo de la docencia, estos son:

  • El hecho de participar en la edición de este máster empleando la plataforma Blackboard Learn puede y debe ser entendido como un proceso de formación conceptual, procedimental y actitudinal dado que la formación profesional inicial, tal y como señala la legislación vigente en materia de educación, permite la modalidad a distancia a través del empleo de plataformas de carácter digital. Por lo que, si este fuera el caso, lo alumnos del presente máster ya contarían con un plus en el aprendizaje adquirido con el desempeño realizado con el uso de esta plataforma en su rol de alumno. De manera que, su experiencia podría ser entendida como una ventaja competitiva que, indudablemente, beneficiaría a la excelencia de sus resultados profesionales, ya que estos podrían aplicar todas las ventajas del manejo de una plataforma digital e introducir medidas correctoras en aquellos aspectos que ellos entiendan conveniente.
  • La Orden ECD/65/2015 de 21 de enero, por la que se describen las relaciones entre las competencias, los contenidos y los criterios de evaluación de la educación primaria, la educación secundaria obligatoria y el bachillerato recoge las competencias clave del Sistema Educativo Español. Entre ellas, se encuentra la digital, la cual cual deberá ser tratada por los futuros docentes en el aula, de acuerdo a los objetivos y competencias establecidos para cada uno de los títulos de formación profesional en los que participen. En este caso, y continuando la línea expresada en el párrafo anterior, entiendo que la experiencia adquirida por los alumnos, en la realización de un máster empleando una potente herramienta digital debe ser aprovechada en pro de capacitar a sus futuros alumnos en la adquisición de la competencia digital.
  • Otra cuestión que, también entiendo básica, es que los aún alumnos deben tener en cuenta que el aprendizaje social de sus futuros alumnos ha tenido lugar en un ambiente en el que la convergencia digital se ha incorporado a su cotidianeidad. Lo que, para mí requiere una notable capacitación de los futuros docentes en este campo, de forma similar al que se produce en aquellos sobre los que versan los módulos de los que serán titulares. En este caso, una vez más, entiendo el uso de Blackboard Learn como un proceso de interiorización de contenidos.
  • Los futuros docentes serán participantes del denominado proceso de innovación docente y, aunque el empleo de TIC en el aula, no puede entenderse de forma aislada como sinónimo de innovación en este campo, si es cierto que es una herramienta que facilita el cambio de procesos conducentes a la mejora de la calidad educativa. En este caso, con un aprendizaje, de carácter puramente procedimental, en el empleo de herramientas digitales facilitará que los alumnos participantes en este máster cuenten con una base para el diseño de proyectos en esta línea.

Con todo esto, espero que estas reflexiones sean de interés para el proyecto Nebrija, en el que llevo inmersa menos de un año y, al igual que los alumnos, en un proceso de formación y de intento de mejora continua, gracias a las oportunidades que ofrece esta gran comunidad.

 

Eva María Díaz

Eva María Díaz Alandi

Profesora del Máster Universitario en Formación del Profesorado de ESO y Bachillerato, FP y Enseñanza de Idiomas

Algunas reflexiones sobre el uso de las TIC en ELE, desde la neurolingüística

Desde la perspectiva neurolingüística, el uso de las TIC en el aula, es un estímulo positivo que contribuye a la variedad o a la sorpresa. Esto provoca en el cerebro del alumno una producción de dopamina que es la responsable de ciertas actitudes de nuestros alumnos como lo son la atención, la motivación, la disposición para participar en clase, para colaborar en grupos, para trabajar en parejas, entre otras más.

Como docentes de ELE, nos vemos perseguidos por ese fantasma que es la atención del alumno ¿cómo lograr mantener la atención de nuestros alumnos, cómo motivarlos, cómo satisfacer sus necesidades? Y una vez que lo hemos conseguido nos surgen más preguntas como ¿lograrán nuestros alumnos retener lo aprendido? Y son estos, entre otros cuestionamientos, los que nos llevan a usar las TIC en el aula de ELE por ser una herramienta que nos permite una posibilidad inmensa de recursos, tales como videos, canciones, ejercicios interactivos, hacer descargas a dispositivos electrónicos, crear cursos en entornos virtuales, realizar evaluaciones, entre otras posibilidades más.

Sin embargo, a pesar de todo lo que se ha dicho sobre las TIC los resultados obtenidos mediante su uso no son siempre halagadores y nos preguntamos por qué. ¿Por qué si por todos lados se proclaman las maravillas de las TIC a mí no me funcionan como se supone deberían hacerlo? No hay una sola respuesta pero, sí la certeza de que un mejor conocimiento sobre lo que produce el uso de las TIC en el cerebro de nuestros alumnos, nos puede ayudar a ello.

Por esta razón, en este post abordamos este tema desde la neurolingüística; disciplina de la lingüística aplicada, que estudia el cerebro humano y que nos permite tener una visión más completa de cómo se produce el proceso neurocognitivo que hace posible el aprendizaje.

El post del profesor Guillermo Filippone sobre la “Construcción de confianza en entornos online” ha hecho ya, una primera aproximación a los estudios neurocientíficos sobre la importancia de las emociones y ha mencionado el papel de la amígdala. Por ello en este post hablaremos de las amígdalas que, junto con el hipocampo son responsables, entre otras cosas, de la atención de nuestros alumnos en clase y de la fijación de los conocimientos.

La neurolingüística reconoce que el aprendizaje se produce por la construcción de una red asociativa de conocimientos mediante la conexión de un grupo de neuronas y que es mediante la práctica de las actividades y la repetición como se provocan una serie de estímulos cerebrales de los cuales depende la memorización a corto o a largo plazo.

Esta nueva red de conocimientos se almacena en la corteza cerebral atendiendo, además, a las competencias del alumno. La importancia de dicha corteza radica, en que es la naturaleza biológica del lexicón mental, lo que desde la psicolingüística se define como el lugar donde reside el conocimiento. Esta corteza está formada por neuronas o células neuronales, las cuales se conectan con otras mediante un proceso denominado sinapsis y transmiten impulsos (señales) al sistema nervioso, la transmisión, conocida también como reverberación, se produce mediante sustancias químicas llamadas neurotransmisores, siendo uno de ellos, la dopamina.

Sin embargo, hay un paso previo a esas conexiones, puesto que, para que la información que recibamos llegue al córtex, esta, tiene que pasar por unos filtros que influyen para ese almacenamiento, pudiendo esos filtros, incluso, bloquear ese paso. Esto se explica de la siguiente manera:

Nuestro cerebro, está expuesto a un caudal enorme de información pero, para procesarla, debe seleccionar la que le interesa y es ahí donde intervienen dos órganos internos cerebrales: las amígdalas (tenemos una en cada hemisferio cerebral) y el hipocampo, que actúan como guardianes para proteger al cerebro de una sobrecarga de información. La amígdala funciona como una alarma que le indica al cerebro cómo debe reaccionar y el hipocampo es el que regula las emociones, ambos trabajan conjuntamente y juegan un papel importante en la formación de la memoria (Fuster, J., 2010).

Siguiendo este proceso, una vez que las amígdalas y el hipocampo han seleccionado la información que pasará al córtex y no ha habido emociones negativas que bloqueen la introducción al cerebro de esa información, lo que sucede a continuación es una producción de dopamina que es realizada por estos mismos órganos. ¿Y por qué es importante la dopamina? Porque de acuerdo a las investigaciones neurolingüísticas, la dopamina es un elemento indispensable en el aprendizaje, ya que sin ella, las sinapsis no serán fuertes y los conocimientos no perdurarán, es decir, sin una producción suficiente de dopamina, nuestros alumnos olvidarán lo aprendido.

Pero además, la dopamina es responsable de otros factores importantísimos en el aula, Willis (2015) señala que, en el aprendizaje, la dopamina provoca placer, curiosidad, atención y motivación. Y no solo eso, la dopamina influye también, en los impulsos que recibe nuestro cerebro relacionados, por ejemplo, con el movimiento, disfrutar música, la disposición para tener sentido del humor u optimismo o, dicho de otra manera, esta es la razón por la cual podemos captar o no, la atención de nuestros alumnos o porque ciertas actividades funcionan muy bien con un grupo y con otro no.

Para producir dopamina entran en juego las emociones positivas, las cuales se pueden producir mediante el uso de recursos como canciones, videos, actividades lúdicas, el uso de imágenes o colores en los ejercicios/ actividades que presentamos al alumno y, en general, con toda actividad que rompa la monotonía en el aula y que provoque curiosidad en el cerebro de nuestros alumnos y es aquí donde, desde la neurolingüística, se reconoce el papel de las TIC en el aula.

Las TIC contribuyen a la novedad, la cual favorece la atención porque activa la curiosidad que es un rasgo natural en los seres humanos e implica una emoción positiva (Waelti, Dickinson y Schultz, 2001). Sin embargo, el docente debe ser consciente de cómo utilizar estas herramientas, determinar cuáles se adaptan mejor a sus alumnos y cuándo es conveniente usarlas, no olvidando que, provocar ocasiones que den oportunidad al alumno de practicar lo aprendido fuera del aula, favorecerá la reflexión, el trabajo autónomo y la creatividad (Willis, 2015) y, que lo monótono y rutinario, aun cuando sean actividades elaboradas con las TIC, no producirá suficiente dopamina y conseguirá el efecto contrario al que deseamos, es decir, aburrir al cerebro.

Por lo anterior, podemos considerar que las TIC son, indudablemente, una gran herramienta para el docente y que, usadas de manera responsable, conscientes de nuestro papel de facilitadores de conocimientos, nos sirven para apoyar al alumno en su aprendizaje contribuyendo con ello a su autonomía. Sin dejar a un lado, el hecho de que, su uso implica la capacitación del docente y de todas las personas involucradas, bien sean administradores, gestores o tutores, para conseguir que su aplicación en el aula genere emociones positivas y no caer en la rutina.

No olvidemos que es lo novedoso, la variedad, la sorpresa y no lo rutinario, lo que activa la curiosidad en el cerebro de nuestros alumnos y produce más dopamina y… a mayor producción de dopamina, mejor actitud de nuestros alumnos, mejor fijación de conocimientos, mejor disposición para el trabajo colaborativo y muchos otros beneficios para el proceso enseñanza-aprendizaje.

 

Laura Guzmán

Laura Olivia Guzmán Suasnávar

Profesora de español como lengua extranjera

Máster en lingüística aplicada a la enseñanza de ELE