Digital reading

Los niños y la lectura digital

Ya antes de la era COVID se hablaba de un crecimiento exponencial de la tecnología. En el año 2001, Kurzweil(1) estimó que al final de este siglo el progreso logrado equivaldrá, no a 100 años, sino a 20.000.  A lo anterior hay que sumar que la pandemia ha acelerado aún más la llamada cuarta revolución tecnológica, que data desde inicios de la segunda década de este siglo, y a su vez la enmarca en uno de los escenarios más inciertos que hayamos vivido.

Así, en esta experiencia vamos todos como en un tren en marcha, que sin detenerse va incrementando su velocidad y en minutos pasa de ser impulsado por energía a vapor a electromagnética, con todos nosotros, los pasajeros, obligados a adaptarnos a estos vertiginosos cambios en plena marcha. Es un viaje excitante y divertido, sin duda, y sin temor a equivocarnos, la cantidad de preguntas sin resolver será cada vez mayor.

Es difícil calcular y predecir el crecimiento del mundo digital, pero si hay algo que podemos dar por cierto es que vivimos cada vez más a través de una pantalla y nuestros niños, bien llamados nativos digitales, no escapan a esto. Hoy la pregunta no es CUÁNDO, sino CÓMO involucrarlos con la tecnología. Este artículo busca plantear más que una alternativa, una necesidad, que es la de saber seleccionar y también generar contenidos de valor que les sirvan de puerta de entrada y que les permitan aprovechar el potencial de estas herramientas en pro de su desarrollo.

Ya hemos explorado este concepto y no nos queda duda de que la lectura es una de las mejores puertas de entrada a la tecnología que podemos darles a nuestros niños. Más aún, estudios ratifican que los recursos digitales son el plus que necesitan los educandos en la actualidad para hacer de la lectura un hábito(2).  Cabe recordar que el desarrollo del hábito lector (sea a través de la tecnología o no), provee innumerables beneficios a largo plazo, y que su instauración depende más de lo que se haga en casa que en la escuela. En una cita a Bruno Bettelheim y Karen Zelan, Ballester e Ibarra(3) explican que la percepción de la relevancia de la lectura en las fases iniciales viene de “la elevada valoración paterna”, la cual hace que la lectura resulte tan atractiva para el niño. “Este atractivo no emana de los propósitos racionales y utilitarios que los padres puedan satisfacer por medio de la lectura. Aquello que aporta atractivo para él es el hecho de que parece fascinar a sus padres. Lo que el niño desea poder compartir es el conocimiento secreto de los padres”.

Hemos escrito anteriormente acerca de los beneficios y riesgos de la tecnología y también hemos concluido que el mundo digital está llegando a nuestros niños cada vez más pronto. Es inevitable y necesario que ellos puedan desenvolverse en él, ya que su éxito académico y profesional (si no en muchas áreas más), está cada vez más supeditado al desarrollo de habilidades tecnológicas(4).

Además del desarrollo del hábito lector, cuando nos adentramos en este a través de medios digitales, estamos hablando de alfabetización mediática. Entonces, el aprendizaje de nuestros niños va aún más allá e incluye tres grandes habilidades: 1) la capacidad de obtener acceso a comunicaciones, 2) comprenderlas y 3) crearlas en una variedad de contextos. “Obtener acceso incluye las habilidades y competencias necesarias para localizar contenidos mediáticos utilizando las tecnologías disponibles y el software correspondiente (…). Comprender incluye la capacidad para decodificar o interpretar los medios (…) También supone el conocimiento de procesos de producción y de pautas de propiedad y control institucional, así como la capacidad para elaborar una crítica de los medios (…). Por último, crear implica la capacidad para usar los medios orientados a producir y comunicar mensajes propios, ya sea con fines expresivos o con el propósito de influir sobre otras personas e interactuar con ellas(3)«.

Hemos hablado también sobre el exceso de información disponible, la dificultad de clasificarla, organizarla y de saber reconocer cuál atiende a las necesidades de desarrollo de nuestros niños y cuál no. Las alertas y recomendaciones van desde las edades en las que podemos iniciarlos en la tecnología, el tiempo máximo de exposición según la edad, hasta la imperiosa necesidad de que todo el contenido al que accedan sea bajo supervisión y previamente aprobado por los padres/cuidadores/educadores(5).

Hay dos elementos adicionales que deseamos profundizar para cerrar este artículo: 1. Desde el rol de padres o cuidadores, la necesidad de saber dónde buscar y qué evaluar para escoger el material adecuado para las necesidades de nuestros niños. 2. Desde el rol de quienes deseamos producir material de valor, en qué enfocarnos, dónde colocarlo y hacerlo accesible. Sea una u otra la motivación, esperamos que la información a continuación pueda ser de valor.

Tan importante es tener claridad de dónde acceder a material “seguro” para nuestros hijos, como producirlo y saber dónde colocarlo.

Dejamos aquí un check-list de lo que es importante revisar en los contenidos digitales a los que acceden nuestros niños, y también compartimos algunos links especializados, aunque siempre es importante verificar las políticas de cada lugar y pasarlos además por el filtro de nuestras preferencias.

¿En qué enfocarnos a la hora de escoger/desarrollar un contenido digital para niños?

Como ya señalamos, la lectura digital implica una ampliación del concepto en sí, e incorpora nuevos recursos que enriquecen la experiencia y la hacen, no solo mucho más atractiva para los niños, sino que en efecto, cambian totalmente la manera de leer(6)(7). Así mediante el uso de formatos digitales, tenemos acceso inmediato y simultáneo a material escrito, audios, videos y animaciones, juegos, trivias relacionadas con el contenido, interacción con otros lectores o con el autor, entre muchas más. Debemos entonces, basados en este concepto “ampliado” que provee la experiencia de la lectura digital, evaluar factores que los abarquen de manera general:

  1. El punto de partida, debe ser siempre el requerimiento del(los) niño(s) lector(es). ¿Qué objetivo se busca lograr con la lectura?: diversión, aprendizaje de un tema particular, estimular la fantasía, ampliar vocabulario, incentivar el hábito lector, reforzar valores o conductas, etc.
  2. Encontramos varios estudios que han trabajado propuestas de variables para analizar contenidos digitales para niños(8)(9). Dejamos los enlaces en la biografía de este artículo para quien desee profundizar y compartimos un resumen del modelo de García y Gómez(8). Estas autoras proponen una lista muy completa de selección para ayudar a cuidadores y educadores (y agregamos, a desarrolladores de contenido), basado en dos dimensiones principales: forma y contenido.
    1. La  dimensión  forma  incluye:
      1. Disponibilidad: sistemas operativos (Android, iOS, etc), sitios/aplicaciones, idiomas, título e íconos identificables. 
      2. Adquisición: precio, modalidad.
      3. Seguridad: bloqueo de compras, control parental, código de acceso.
      4. Privacidad: política confidencialidad y privacidad, anonimato del menor.
      5. Popularidad: puntuación de lectores.
      6. Reconocimiento: premios, sellos de calidad.
      7. Usabilidad: velocidad, navegación.
      8. Ergonomía: legibilidad, claridad, uso adecuado del color.
    2. La de contenido abarca:
      1. Autoría: autor, editor, desarrollador.
      2. Actualización: fecha de creación, versiones/ediciones y actualizaciones de títulos, etc.
      3. Contenidos: temas, edades, géneros, de acuerdo con necesidades del(los) niño(s). 
      4. Accesibilidad: Campos de búsqueda, información sobre los títulos, lectura sin conexión a internet.
      5. Organización: tipos de visualización, posibilidad de cambiar estilos, organización de carpetas, posibilidad de eliminar/bloquear/restaurar títulos.
      6. Personalización: letra, brillo, idioma, modo de lectura, audio, video, anotaciones, diccionario, etc.
      7. Interacción con los contenidos: compartir comentarios, puntuar contenidos.
      8. Calidad del audio: tipo de audio y efectos y calidad de la narración (entonación, modulación, dramatización).
      9. Interactividad.

De manera complementaria, adjuntamos una infografía que ya habíamos compartido en un artículo anterior(5), creada con el fin de facilitar el proceso de selección de app de lectura para niños. Estos investigadores condujeron un estudio que ratifica el rol de la tecnología como “herramienta facilitadora” para padres, docentes y demás personas ligadas a la educación infantil(10).

Fuente: AppTK.es – http://apptk.es/infografia-te-animas-con-las-apps/

Para finalizar, dejamos algunos enlaces con recomendaciones de aplicaciones y sitios web que ofrecen lectura infantil digital para que puedas empezar a explorar.

A manera de conclusión, nuestra invitación en estas líneas es a que nos tomemos con seriedad la introducción de nuestros niños al mundo digital, a que tengamos en cuenta que la lectura puede ser una de las mejores maneras en que lo podemos llevar a cabo, y que al hacerlo, no solo estaremos reforzando el hábito lector, sino que además aprenderán a navegar y utilizar el lenguaje de la tecnología. Lo anterior requiere de conocimiento de parte de padres y educadores sobre dónde encontrar información de valor, y de que nosotros, los generadores de contenido sigamos preocupándonos por hacerlo con responsabilidad, en medios que busquen promover experiencias seguras y enriquecedoras para nuestros niños.

Es muy importante recordar que el dispositivo NUNCA sustituirá la interacción adulto-niño, la cual es indispensable para el desarrollo del hábito lector y siempre recomendaremos por sobre cualquier cosa. No más de diez minutos diarios de lectura conjunta en voz alta pueden hacer una gran diferencia.

Paula Sicard

Psicóloga y escritora de cuentos infantiles

Instagram @smallbigtalk

REFERENCIAS

  1. Kurzweil, Ray (2001). The Law of Accelerating Returns. The Law of Accelerating Returns « Kurzweil
  2. Moreira, Gema (2021). Recursos digitales para fomentar la animación lectora en los estudiantes de la básica elemental de la unidad educativa Manabí. Trabajo de investigación, Magister en Educación, mención Educación y Creatividad. Universidad San Gregorio de Portoviejo, Ecuador.
  3. Ballester, Josep, & Ibarra, Noelia. (2016). La educación lectora, literaria y el libro en la era digital. Revista chilena de literatura, (94), 147-171. https://dx.doi.org/10.4067/S0718-22952016000300008
  4. El poder sanador de los cuentos infantiles – Global Campus Nebrija. Junio 2021.
  5. Jugar a leer no es juego: Sobre el uso de las herramientas digitales para incentivar la lectura desde edades tempranas – Global Campus Nebrija. Abril 2021
  6. Margallo AM, Aliagas C. (2014) ¿Cómo transforma el Ipad las prácticas lectoras literarias?: un estudio etnográfico sobre los efectos del soporte digital en las experiencias de lectura infantil en el contexto familiar. En: Moscoso MF, editora. Etnografía de la socialización en las familias. [sl]: Traficantes de sueños; 2014. p. 25-32.
  7. Morales Morillas, Beatriz (2017), «La digitalización de la lectura en el aula de LE.» Thesis, Georgia State University,
  8. García-Rodríguez, A., & Gómez-Díaz, R. (2015). Las demasiadas aplicaciones: parámetros e indicadores para seleccionar las TopAPP de lectura para niños. Anales de Documentación, 18(2).
  9. García Rodriguez, A. (2014). Aplicaciones de lectura infantil y competencias digitales: evaluar antes de enseñar. Vegajournal, 10 (1), 21-39. https://gredos.usal.es/
  10. Cencerrado Malmierca, Luis Miguel; Pelosi, Sofia; Yuste Tuero, Elisa (2018). Recomendar contenidos digitales para niños y jóvenes: reflexiones, herramientas y criterios. Palabra Clave (La Plata), vol. 7, núm. 2, 2018 Universidad Nacional de La Plata, Argentina.

RECOMENDACIONES PLATAFORMAS (ARTÍCULOS)

Jugar a leer no es juego: Sobre el uso de las herramientas digitales para incentivar la lectura desde edades tempranas

Seguramente no eres ajeno a la tierna imagen de un niño de menos de tres años con un libro en sus manos (que bien puede sostener al derecho o al revés), jugando a leer. Sin temor a equivocarnos, sentirás, aparte de mucha ternura, la confianza de que está haciendo una actividad constructiva y beneficiosa.

Pero si la imagen es la de ese mismo niño con un dispositivo de pantalla, probablemente la emoción que se genera es la contraria: miedo o al menos incertidumbre. Quizás incluso juzgues a ese padre o cuidador por poner este aparato al alcance de sus niños a temprana edad.

Muchos beneficios se derivan del acercamiento a la lectura desde edades tempranas y no pocos estudios han abordado este tema, los cuales no nos dejan dudas al respecto.

Ahora bien, cada vez hay más opciones digitales que se ofrecen incluso con fines educativos, pero también mucha información sobre el daño que produce el uso de la tecnología, sobre todo en edades tempranas. En este mundo que echa mano cada vez más al uso de estas herramientas y que de cierta manera no nos deja escapatoria, se generan muchas preguntas sobre qué es correcto y qué no.

Un gran dilema y responsabilidad se nos presenta entonces a los profesionales en el área: ¿Debemos o no recomendar su uso? ¿Es posible que rinda los frutos que encontramos en los estudios sobre la lectura temprana?

Sobre este tema no hay respuestas definitivas, pero sí empieza a verse con gran seriedad en el mundo de la ciencia, por lo cual contamos con algunas claves que nos permitirán aplicar nuestro criterio de la manera más informada posible. Y vale considerar que también se abre como un tópico muy interesante para futuras investigaciones.

En este artículo hablaremos sobre cómo sí podemos usar la tecnología y sacar el mayor provecho de ella para incentivar la lectura desde edades tempranas, impulsar el desarrollo del lenguaje, ampliar el vocabulario y facilitar el posterior aprendizaje de la lectoescritura.

Iniciaremos recordando los beneficios de la exposición de los infantes a la lectura, abordaremos los pros y contras del uso de la tecnología a estas edades y cerraremos con algunas recomendaciones.

Beneficios de la aproximación a la lectura desde temprana edad

La cantidad de palabras que los niños escuchan antes de los tres años determinará su lenguaje y su éxito académico, y no hay mejor fuente de palabras novedosas y únicas que los cuentos infantiles. Hemos encontrado estudios muy interesantes que soportan esta afirmación y van aún más allá1, 2.

Son incontables los beneficios de la aproximación a la lectura para los niños antes del inicio de su escolarización. Por ejemplo, analizando la imagen del infante jugando a leer que retratamos al inicio de este artículo; más allá de la ternura que nos puede generar, dice muchísimas cosas. Por enumerar algunas:

  • Este niño definitivamente ha estado expuesto con anterioridad a la actividad de lectura y le es familiar.
  • La encuentra divertida y relevante, por lo cual merece ser emulada en sus juegos.
  • Probablemente hay una conexión emocional positiva que lo lleva a repetirla, lo cual a su vez reforzará aún más esa conexión.
  • Comprende que las letras hacen palabras, que este código les permite comunicarse y que el mundo se comunica con ellos a través de él.
  • Sabe que los textos y las letras guardan mensajes, historias, sorpresas, viajes, fantasía y emoción.

Investigadores de la Universidad de California Riverside2 encontraron que los cuentos infantiles son mucho más efectivos que las conversaciones familiares en el día a día, en cuanto a la riqueza de vocabulario. Los libros infantiles (para niños de cinco o menos años), contienen 70% más palabras únicas que las conversaciones diarias entre padres e hijos, por lo cual son una fuente de enriquecimiento del vocabulario por excelencia.

Adicionalmente, la edad más fértil para crear el hábito de lector va de los catorce a los veinticuatro meses, en los que la lectura acompañada adulto-niño produce un efecto “bola de nieve” de lectura y aprendizaje del vocabulario, que motiva a repetir la actividad con el consecuente incremento del aprendizaje del vocabulario. Igualmente, la exposición al texto escrito favorece la alfabetización temprana y el rendimiento escolar exitoso. No menos de diez minutos diarios de lectura acompañada, entre una y tres veces al día, producen resultados favorables para los factores señalados 3.

A lo anterior se debe añadir el efecto emocional positivo y el reforzamiento del vínculo amoroso y de seguridad que genera; un importante motor para que esta bola de nieve empiece a rodar. Igualmente, otros muchos beneficios en el desarrollo cognitivo y emocional del niño, que abordaremos en publicaciones siguientes.

En definitiva, la implementación (principalmente en el hogar, así como también en entornos educativos), de la lectura acompañada a edades tempranas, proporciona enormes beneficios y es una de las actividades prioritarias a incluir en la rutina diaria de nuestros niños. Una última acotación de gran importancia, el niño debe disfrutar de la lectura, aquí es muy importante escoger (y permitirle escoger) los contenidos y formatos que le sean más atractivos.

Uso de la tecnología durante la primera infancia

En cuanto al tema de los formatos más atractivos para nuestros niños, las investigaciones indican que el digital tiende a ser preferido frente al papel, lo cual no es de extrañar, puesto que la oferta es cada vez más abundante, accesible y hace parte de su día a día. Las diferentes estadísticas disponibles muestran números no menores a un 65% de penetración digital en niños menores de 12 años.

Sobre los beneficios de la tecnología, no obstante, no hay tantos acuerdos como en lo que respecta a la lectura. Pero es cada vez más claro que es un elemento de la vida moderna que además forma parte del modelo educativo actual.

Entre las desventajas del uso de la tecnología podemos empezar por la información que achaca al uso indiscriminado de la tecnología la disminución del llamado “efecto Flynn” (que explica un aumento del coeficiente intelectual en cada nueva generación), lo cual ha creado mucha polémica e incluso ha llevado a popularizar el término de “cretinos digitales”, introducido por el investigador Michel Desmurget. No obstante, también surgen argumentos que indican que no hay suficientes elementos para sostener que sea la tecnología la responsable de este efecto. La neuropsicóloga Katherine Possin, profesora del Centro de Memoria y Envejecimiento de la Universidad de California en San Francisco plantea que en los últimos tiempos ha cambiado la forma en la que la gente aprende y trabaja y que el concepto de inteligencia debe cambiar acorde con estos tiempos en que es crucial poder navegar en el mundo digital4,5 .

También es importante señalar estudios que han demostrado los efectos negativos del uso indiscriminado de la tecnología, los cuales abarcan desde la disminución de la capacidad de atención y concentración, hasta alteraciones del sueño. Dichos estudios plantean que dado que los cerebros de niños están en plena formación y tienen una alta plasticidad, el uso prolongado de pantallas no permite la correcta formación de redes neuronales que garantizarán el óptimo desarrollo cognitivo posterior. Por otra parte, encontramos la buena noticia de que investigadores hallaron que el uso de pantallas no afecta directamente hábitos como el ejercicio y el descanso de los niños6.

La duda continúa hoy en día, ante la información científica contradictoria o la falta de resultados contundentes.

En este caso, la alternativa más bien se centra en cómo sí podemos utilizar y escoger los que sean de mayor beneficio. Cencerrado y otros7 dedicaron un estudio a la escogencia de aplicaciones y plataformas. Reconocen que la oferta es inmensa y difícil de categorizar, por lo cual evalúan y recomiendan una metodología que aquí te dejamos si deseas profundizar en ella (ver infografía al final de este artículo).

Además, no todo son malas noticias y desventajas. La tecnología es sin duda conveniente, sobre todo en estos nuevos tiempos, y tiene unas ventajas importantes. Aquí compilamos y clasificamos algunas de las ventajas citadas por varios de los autores consultados8, 9, 10:

  • Conveniencia:
    • Portabilidad.
    • Mayor cantidad y diversidad de opciones.
    • Inmediatez de acceso y compra y mayor disponibilidad.
    • La lectura digital permite leer en cualquier sitio y momento.
    • Más económico y ecológico que la lectura en papel.
  • Favorable y adaptable en casos de necesidades educativas especiales, como visual, auditiva, etc. con la posibilidad de modificar aspectos de la forma y presentación del texto y audio, entre otras cosas. 
  • Acceso a información complementaria interactiva: vídeos, imágenes, enlaces.
  • Preparación para la educación digital:
    • Entender la lectura como una herramienta educativa e incluso como una puerta para el enriquecimiento cultural.
    • Entender cómo aprovechar las herramientas disponibles y aprender a la vez cómo usarlas de manera responsable.
  • La lectura digital permite la socialización con el autor y con otros lectores, lo cual puede ser de gran apoyo para los padres a la hora de escoger los contenidos más apropiados.

Según estudios realizados por el Joan Ganza Cooney Center11 (de los creadores del famoso programa educativo Plaza Sésamo), el cual se ha dedicado por años a evaluar la efectividad de los medios digitales y audiovisuales para la educación, los niños prefieren leer en digital. Además se han encontrado resultados similares e incluso favorables en la retención y comprensión del material leído en una pantalla en comparación con la lectura en papel. Aquí los investigadores hacen la acotación de que, dependiendo de la cantidad y de su relacionamiento con el texto, los elementos interactivos pueden tener efectos que o bien favorecen estos factores o producen el efecto opuesto, dado que funcionan como distractores (cuando hay excesiva cantidad de elementos interactivos o no se relacionan directamente con el texto).

Un efecto negativo consistente en diversos estudios, es el de la afectación del hábito del sueño y de las habilidades cognitivas y sociales, cuando el uso de la tecnología se extiende por largos períodos de tiempo.

De igual manera, muchos estudios son enfáticos en que cuando la lectura se hace de manera acompañada (adulto-niño), los beneficios para el desarrollo del lenguaje y el vocabulario se potencian.

Recomendaciones:

Si hay un buen uso que podemos hacer de la tecnología, es para promover la lectura.

Como ya hemos visto y bien señala Elisa Yuste12, experta en el impacto de la tecnología en la práctica de la lectura, leer con nuestros hijos en soporte digital no es una experiencia ni mejor, ni peor, sino diferente.

Ya hemos mencionado que la tecnología ha llegado para quedarse, forma parte de nuestro día a día y ahora es un elemento indispensable en el modelo educativo, desde sus niveles iniciales. Nuestros niños son llamados “nativos digitales” y más nos vale prepararlos para navegar en este mundo, incorporando desde temprano normas y hábitos saludables en su uso.

Aquí algunas recomendaciones que proponemos, basadas en las investigaciones consultadas y comentadas en este artículo:

  • No es recomendable, sino indispensable, promover encuentros positivos, asegurando el acompañamiento adulto-niño en actividades de lectura conjunta y en voz alta, incluso después de que el niño ya sea un lector autónomo.
  • Combinar el uso de pantallas con libros, revistas y otro tipo de materiales tradicionales de lectura.
  • Es una recomendación recurrente evitar el uso de pantallas en solitario en la primera infancia y regular los tiempos de uso de acuerdo con cada edad (ver infografía al final del artículo):
    • 2(*)- 6 años: 20/30 min. máx.
    • 6-10 años: 1 h máx.
    • + 10 años: 2 h máx.

(*)El tiempo inicialmente aceptado para iniciar la exposición de niños a las pantallas era de dos años, pero recientemente se ha cambiado a 18 meses. Antes de esta edad no es recomendable exponer a los niños a las pantallas. (Ver infografía).

  • Usar las herramientas tecnológicas para promover la lectura donde lo primordial sea el contenido escrito y las imágenes que lo acompañan. Los videos, pop up, y demás herramientas interactivas, deben ser de apoyo y estar relacionados con el contenido.
  • Es ideal que el adulto acompañe la actividad con comentarios o preguntas abiertas que inviten al niño a la reflexión o que relacionen la historia con su vida cotidiana. Esto favorecerá la comprensión lectora y refuerza el desarrollo de la alfabetización.
  • Disponer de una oferta variada entre títulos, estilos y temáticas y dar prioridad a los contenidos que sean de interés para el niño.
  • Acompañar, alentar y estimular la repetición de los textos de su preferencia (sobre todo antes de los tres años de edad).
  • Familiarizarse con las funcionalidades del dispositivo para mejorar y personalizar la experiencia (ajustes de letra, colores, luminosidad de pantalla, traductores o diccionarios, eliminar notificaciones para evitar distracciones, etc.).

Diez minutos al día es el tiempo mínimo recomendado de lectura acompañada adulto-niño, para ayudar el desarrollo de su vocabulario y el aprendizaje de la lectoescritura. Y recuerda que las pantallas no deben ser incorporadas antes de los dieciocho meses de edad.

Para cerrar, deseamos compartir la siguiente reflexión que nos regala Melania Brenes13: “La penetración de las tecnologías en cada vez más ámbitos de la vida individual y social demanda para los ciudadanos un uso de las tecnologías digitales (TD) que les permita hacerlas propias, en el sentido de integrarlas en su repertorio de acciones para interactuar con el mundo. Esto significa que sean capaces de resolver problemas, colaborar, interactuar y pensar críticamente en su manejo de las TD. A su vez, la UNESCO postula la ciencia y la tecnología como áreas emergentes de desarrollo de conocimientos en la primera infancia. Este organismo internacional plantea una reflexión sobre la necesidad de que los niños sean educados desde tempranas edades en conceptos, modelos de pensamiento y habilidades que les permitan desenvolverse de manera efectiva en el mundo de hoy para crear, construir y aportar en el desarrollo del conocimiento y, por tanto, en beneficio de sus sociedades.”

Imagen: ¿Te animas con las apps? Fuente: https://apptk.es/infografia-te-animas-con-las-apps/

Paula Sicard, psicóloga clínica

Instagram @smallbigtalk

REFERENCIAS

  1. Hoffman, Tomblin y otros (2017) Desarrollo del Lenguaje y de la Lectoescritura, Enciclopedia sobre el desarrollo de la primera infancia. https://www.enciclopedia-infantes.com
  2. Montag, Jessica y otros (2015). The Words Children Hear: Picture Books and the Statistics for Language Learning. Psychological Science. https://journals.sagepub.com/ (Citado en https://www.aprendemas.com/es/)
  3. Goikoetxea Iraola, E.; Martínez Pereña, N. (2015). Los beneficios de la lectura compartida de libros: breve revisión. Educación XX1, 18(1), 303-324. doi: 10.5944/educXX1.18.1.12334. http://revistas.uned.es/index.php/educacionXX1/article/view/12334
  4. BBC Noticias (2018). Por qué el coeficiente intelectual (IQ) está decayendo desde 1975. https://www.bbc.com/
  5. Jiménez, Javier (2020). Una fábrica de cretinos digitales: sobre si estamos creando la primera generación con «un coeficiente intelectual más bajo que sus padres». https://www.xataka.com
  6. García-Soidán, J., Boente Antela, B., & Leirós Rodríguez, R. (2020). ¿Los menores españoles, en su tiempo libre, prefieren dispositivos electrónicos o actividad física?. Sportis. Scientific Journal of School Sport, Physical Education and Psychomotricity, 6(2), 347-364. https://doi.org/10.17979/sportis.2020.6.2.6160
  7. Cencerrado Malmierca, L. M.; Pelosi, S. y Yuste Tuero , E. (2018). Recomendar contenidos digitales para niños y jóvenes: reflexiones, herramientas y criterios. Palabra Clave (La Plata), 7(2), e046. https://doi.org/10.24215/18539912e046
  8. López Mera, Laura (2016). La lectura digital como nueva experiencia infantil. Centro de formación profesional y técnica a distancia (CEAC). Artículo publicado en. https://www.ceac.es/blog/la-lectura-digital-como-nueva-experiencia-infantil
  9. Muñoz, David (2020). Las ventajas de la lectura digital con niños. Portal Web “La Tecnología a tu alcance”. https://tutoriales.tech/ventajas-lectura-digital-ninos/
  10. Chandía Rojas, Javier (2016). Lectura digital para niños. Portal Web “Conectatealalectura.cl”. https://www.conectatealalectura.cl/2016/04/11/lectura-digital-para-ninos/
  11. Chiong,C., Ree, J., Takeuchi, L. and Erickson, I (2012). The Joan Ganz Cooney Center. QuickReport: Print Books vs. E-books. https://joanganzcooneycenter.org/publication/quickreport-print-books-vs-e-books/
  12. Yuste, Elisa (S/F). Leer con nuestros hijos en soporte digital: una experiencia ni mejor, ni peor… ¡diferente!. https://empantallados.com/
  13. Brenes Monge, Melania (2019). Promover el interés por la lectura, la comunicación y el desarrollo del lenguaje en ambientes de aprendizaje con el apoyo de tecnologías digitales en la primera infancia. Investigación citada por reporte del Centro Regional para el Fomento del Libro – Cerlalc: “Lectura digital en la primera infancia”. Publicación bajo el auspicio de la UNESCO. https://cerlalc.org/wp-content/uploads/2019/04/Dosier-Lectura-digital-_-VF3.pdf