Eterna delegada

Autora: Andrea Luque Navarro

 

Mi nombre es Andrea Luque y soy estudiante del Máster Universitario en Acceso a la Abogacía en la Universidad Nebrija. Soy delegada de clase y representante del alumnado desde que tengo memoria, y este curso también.

Creo que es fundamental que exista una voz para los alumnos y un cable de conexión entre estos y el profesorado; si bien es cierto que los profesores suelen estar a disposición del alumnado y tener la intención de facilitar dicha comunicación, siempre existen aquellos alumnos a los que les cuesta más expresarse o necesitan de un respaldo para llevar a cabo determinadas actuaciones en la vida escolar. De otro lado, siempre existen esas personas que necesitan ayudar o apoyar a los demás, ser voz y lucha o, simplemente, sentirse parte útil de un grupo; al final, siempre hay delegados o representantes de alumnos que de manera voluntaria representamos con gusto a nuestros compañeros e intentamos ayudarles en todo lo posible.

Con catorce años empecé a representar a los estudiantes de mi pequeño pueblo en el ayuntamiento, aportando ideas y aprendiendo sobre las estructuras de organización que hemos ido formando las personas a lo largo de la historia; empecé a ver que existían opciones para encontrar soluciones a aquellas cosas que no me gustaban, que habían caminos directos para ayudar a los demás y que el silencio no era una solución. En la Universidad también fui representante de alumnos, tanto a nivel de facultad como de universidad, formando parte de la junta de facultad o el claustro universitario y aquí fue donde encontré el siguiente escalón: creo que la política universitaria es un mundo precioso que se encuentra entre esas personas entusiastas y bondadosas que en el colegio ayudan y representan a sus compañeros y los partidos políticos de personas adultas donde, quizás, los intereses se encuentren más difusos pero las estructuras más claras. En la Universidad ya no había un representante de alumnos sino diferentes asociaciones –cada una con su ideología y propuestas para las facultades y Universidad-; yo fui presidenta de una asociación de estudiantes en la que participaban un centenar de personas cada uno a su modo y que contribuía a hacer una universidad mejor. Vivimos unas elecciones al claustro universitario que nunca me hubiese imaginado: era algo tan cerca a la política española y, sin embargo, tan lejano; hicimos campaña con carteles y debates de diferentes colores pero cada día seguíamos yendo a clase a estar con nuestros compañeros que necesitaban becas, cambios de horarios, facilidades para sus minusvalías y que ponían toda su confianza en tu persona.

La representación estudiantil en la universidad ha sido la experiencia más bonita de mi vida y me emociono cuando escribo estas líneas porque recuerdo tantas personas maravillosas que con ideas diferentes tenían el mismo objetivo que yo, mejorar la universidad y contribuir al futuro de los estudiantes del país, recuerdo tantos objetivos conseguidos, noches en la facultad negociando con decanato…

Cuando no esperaba encontrar más vertientes sobre la representación estudiantil, descubro esta experiencia de ser delegada 2.0. La Universidad Nebrija llegaba a mi vida después de haber abandonado unas oposiciones de judicatura a la que dedique cuatro años de mi vida, en un mes de octubre en el que no esperaba poder matricularme y en el que, por suerte, encontré el plazo abierto en Nebrija; después de estos cuatro años de encierro, la representación estudiantil se me había olvidado, no había ayudado a nadie más que a una ancianita a cruzar la cera y, de repente, piden voluntarios para ser delegados del curso. Obviamente, no podía ignorar aquel mensaje. La verdad que esta experiencia está siendo muy diferente, trato de ayudar a compañeros que no he visto en la vida y hablo con profesores cuyos currículo apenas conozco. Por suerte, el director y la coordinadora de mi máster (Jordi Regi y Patricia Ibáñez) son un encanto de personas que están disponibles las 24 horas del día, 365 días al año, y facilitan mucho la comunicación, haciendo que no note esa frialdad que podría suponer ser “delegada online”.

Ser delegada de este tipo de curso creo que tiene, como todo, cosas positivas y negativas: por un lado, surgen menos problemas en el alumnado ya que es un curso de corta duración –año y medio– y que la no presencialidad evita todas las discusiones sobre logística, horarios, trato directo, etc, sin embargo; por otro lado, creo que la
modalidad online da cierta inseguridad al alumnado, que normalmente no ha hecho nada online antes, y eso hace que el contacto acabe siendo casi tan continuo, o más, que la versión presencial ya que, al menos en mi caso, son constantes los mensajes o llamadas de compañeros para intercambiar opiniones o preocupaciones. Normalmente, las personas tendemos a agruparnos y buscar apoyos y en este caso, la persona que abiertamente se pone a disposición de las demás es a la que acuden los compañeros cuando necesitan una gestión o una simple conversación.

Aunque de una forma diferente a la que estoy acostumbrada, ser delegada de este curso está siendo una buenísima experiencia porque, finalmente, online o no, sigo intentando ayudar a mis compañeros y aportar todo lo posible a la institución en la que estudio.

 

Andrea Luque Navarro

Delegada del Máster en Acceso a la Abogacía, curso 2018/19

 

 

¡La pasión por enseñar nunca muere y la del profesor a distancia aún menos!

Autor: Jordi Regi

 

Hay momentos en la vida en los cuales por algún motivo tienes que interrumpir o reducir tus tareas docentes para terminar compromisos básicos y fundamentales para un profesor como por ejemplo la finalización y lectura de tu tesis doctoral, culmen de la actividad investigadora, para luego reiniciarla y hacer aquello que más te apasiona: ¡ENSEÑAR!

Esos momentos en los que el parón coincide con una tesis de madurez, como se viene a denominar aquellas tesis que llegan “demasiado tarde”, quizás por no haber estado lo suficientemente preparado para concluir ese proyecto o quizás por haberte dejado la vida en tu docencia olvidando cuestiones de vital importancia para tu futuro como profesor e incluso sacrificándolas por ellos, nunca sabes, si después de esos momentos, alguna parte de tu pasión se habrá perdido por el camino o si por el contario se vuelve con la misma ilusión y ganas de enseñar que antes de la misma y, porque no decirlo, si quizás muchas de las situaciones vividas pueden hacerte perder lo que yo vengo en denominar una pasión irrefrenable por enseñar, ayudar y estar cerca de tus alumnos.

Bien, entrando en materia, debo decir que la realidad es, sin temor a equivocarme y ya con el conocimiento del que se encuentra en ese nuevo punto, que he descubierto que esa pasión por enseñar y ayudar a los alumnos, transmitiéndoles todo tu bagaje y todos tus conocimientos con fuerza, ilusión y emoción se vuelve todavía más poderosa y la vocación de servicio se hace más intensa llegando a generar dosis gigantescas y placenteras de irrefrenable adrenalina. En resumen y sin miedo, esa pasión no desaparece ni muere, sino que es aun si cabe más fuerte y poderosa.

Y más grande aún, si esos momentos de vuelta coinciden con una docencia a distancia, donde llegar a tus alumnos y no dejarles solos y además lograr que vivan la experiencia con la misma fuerza que una clase presencial, se transforma en un reto en el que las encuestas y manifestaciones de tus alumnos valorándote con altos o muy altos niveles de satisfacción, muestran que lo has logrado con creces, entonces tus niveles de alegría son ya absolutos y sin duda incomparables.

Hoy en día la enseñanza a distancia es sin ningún género de dudas una oportunidad de futuro que logra un impacto de acercamiento de la docencia universitaria a muchísima gente que, sin ella, jamás podría cursar una titulación universitaria. Global Campus Nebrija (GCN) apuesta claro y fuerte por esta modalidad y las tasas de crecimiento son superadas año tras año con una dedicación y bien hacer difíciles de superar y los datos nos deben hacer sentir especialmente orgullosos por el trabajo bien hecho.

En mi caso dentro de mis responsabilidades como Director del Máster Universitario en Acceso a la Abogacía en su modalidad a distancia, siempre ha sido un reto, cómo lograr mejorar la adquisición de las competencias necesarias para que nuestros alumnos lograran superar con éxito el examen de Estado de Acceso a la Abogacía y es algo que a fecha de hoy hemos conseguido con unos niveles de éxito cercanos al 99 %, por lo que debemos estar especialmente orgullosos.

Pero debemos dejar bien claro que el éxito en el programa va estrictamente ligado a la investigación docente en la materia, la cual es fundamental para asegurar el éxito del proceso y de las titulaciones. En este orden de cosas sin duda el apoyo de GCN en su apuesta firme y decidida por la investigación en mi área de conocimiento, también ha tenido sus frutos. Tres han sido ya las ponencias en Congresos de Investigación e innovación docente sobre la materia hasta la fecha y tres los capítulos de libros de primer orden que en un año y medio hemos publicado con gran esfuerzo y sobre todo gracias al apoyo y fe en el proyecto que siempre GCN ha depositado en mi persona y a las sinergias y colaboraciones con mis excelentes gestoras del programa Eva Esparza y Patricia Ibañez.

Universidad e investigación van y deben seguir unidas con vínculos muy estrechos y sin duda el avanzar en nuevos modelos de investigación docente para perfeccionar y hacer más amigables y cercanos nuestros programas, hace de ellos programas de alto nivel colocados en los más altos niveles de satisfacción y éxito y, más aún si cabe, cuando los programas dirigidos están en el nivel de postgrado y suponen, por su oficialidad y peculiaridad, el acceso a una profesión regulada y, por otra, ofrecen acceso a programas de doctorado para los alumnos que los cursan.

Como consecuencia de estas fructíferas líneas investigadoras, se han diseñado unas metodologías que permiten al alumno conocer en todo momento desde el inicio de su matrícula cómo y cuáles van a ser las normas y baremos que regirán cada una de las asignaturas que están perfectamente homogenizadas por cada ECTS de docencia. En definitiva el tan temido miedo al abandono y a la soledad de las titulaciones a distancia se reduce a valores inferiores al 1% puesto que se conoce, como ya hemos indicado anteriormente, ab initio, el tiempo medio y las obligaciones que cada asignatura va a suponer.

Sin duda, la labor investigadora en áreas tan apasionantes como las de innovación docente no se pueden detener y desde esta tribuna solicito que se sigan ampliando estas líneas que tanto ha apoyado y mejorado nuestras titulaciones. Para mí, investigar en estas materias con GCN supone una muestra más de que esa voluntad no se detiene sino que aumenta y en esa línea debemos trabajar por la consecución de líneas de investigación competitivas que nos posicionen aún más arriba si cabe y nos lleven a publicar en las más prestigiosas revistas del área.

No es además baladí el hecho de poder presumir de trabajar en la mejor Universidad a distancia de España (Premios Excelencia Educativa 2017) y que mantenerse arriba, como sucede en los equipos campeones, requiere de duro pero placentero trabajo continuado. ¡GCN lo deja claro! ¡Duele, merece la pena!

Y que quede bien claro, ¡no vamos a parar! queremos seguir mejorando nuestras titulaciones con cada vez más y mejores innovaciones docentes.

En resumen, el trabajo bien hecho siempre produce los frutos necesarios y sin duda es fundamental seguir trabajando en nuevos proyectos de investigación docente sobre la materia lo cual debe conducirnos a la necesaria y fundamental concentración en la mejora constante de la metodología y docencia en todas nuestras titulaciones.

Y como no y para concluir, me gustaría mostraros mi receta de “apasionado profesor” que cuenta con una lista muy escasa de ingredientes, pero que cada uno debemos saber aliñar adecuadamente con el fin de disfrutar en su cocción: Trabajo, Investigación, conocimientos y sin duda ilusión, ¡mucha ilusión!

 

Jordi Regi

Director del Máster Universitario en Acceso a la Abogacía