BigData education

Big data aplicado a la educación digital

El avance de la tecnología durante los últimos años ha traído consigo grandes cambios en todos los niveles de la sociedad, ya sea económico, de gestión, laboral o en educación, entre otros. La aparición de nuevos términos como hiperconectividad viene de la mano de nuevas tecnologías como el blockchain o el big data.

Estas nuevas tecnologías están teniendo un gran impacto en la sociedad. Nuestro día a día está entrelazado con los dispositivos informáticos, sus sistemas, las aplicaciones e Internet. Un ejemplo de ello es el uso de los datos de los usuarios para ofrecer mejoras en las búsquedas de los mismos en Internet o a la hora de mostrar publicidad.

Afirma Dominguez (2018), que los procesos relacionados con la enseñanza y el aprendizaje generan un gran volumen de datos. Dichos datos pueden utilizarse de diferente forma y con fines distintos. Los datos se generan cuando el usuario, el alumno y profesor en este caso, utilizan las aplicaciones y servicios informáticos por medio de Internet. La gestión de este volumen de datos es lo que se denomina big data. De manera más concreta, es un conjunto de tecnologías y prácticas que posibilitan el almacenamiento, tratamiento y análisis de los datos (Telefónica Educación Digital, s.f.). El big data analiza, gestiona y trabaja con las bases de datos agregadas a gran escala que monitorizan y registran lo que hace el usuario, es decir, la huella que deja en Internet en todas sus actividades.

El objetivo es encontrar correlaciones entre datos, patrones de comportamiento y tendencias para llevar a cabo pronósticos fiables y mejorar la toma de decisiones (Correa et al. 2021).

En el ámbito educativo entra en juego el learnig analytics o analíticas del aprendizaje. Se emplean técnicas pedagógicas y algoritmos para analizar e interpretar los datos buscando personalizar el aprendizaje de los alumnos (Eynon, 2013). Esta adaptación de la enseñanza a las características propias de cada alumno permite diseñar itinerarios de aprendizaje personalizados mejorando la motivación de los alumnos.

Otra ventaja que ofrece es la posibilidad de saber en tiempo real qué está haciendo cada alumno y cómo lo está haciendo, dando al docente la oportunidad de actuar en el momento que detecta errores o problemas. Así mismo, este diagnóstico realizado en tiempo real permite detectar casos de riesgo, predecir el abandono escolar y actuar antes de que el problema ocurra (Telefónica Educación Digital, s.f.).

El big data permite también conocer el comportamiento de los estudiantes en su interacción con la plataforma, identificar las necesidades de aprendizaje de cada uno de ellos, transformar los modelos, técnicas, metodologías, o estrategias, tanto de formación como de evaluación de los alumnos y optimizar los recursos formativos empleados.

En definitiva, el uso del big data en el ámbito educativo tiene la capacidad de transformar los procesos antes, durante y después cambiando así el modelo de enseñanza y aprendizaje.

Lorena Martín

Gestora de educación digital

Bibliografía

BBC (2017). AltSchool. Recuperado de https://bbc.in/3mdxvxQ

Correa, J.M., Losada, D. y gutierrez-Cabello, A. (2021). Big Data y la alfabetización posthumana del futuro profesorado. Sociología y Tecnociencia, 11(2), 102-122.

Domínguez, D. (2018) Big Data, analítica del aprendizaje y educación basada en datos (Big Data, Learning Analytics & Data-driven Education) http://dx.doi.org/10.2139/ssrn.3124369

Eynon, R. (2003). The rise of Big Data: what does it mean for education, technology,and media research? Learning Media and Technology, 38(3), 237-240. https://doi.org/10.1080/17439884.2013.771783 Telefónica Educación Digital (s.f.) “Big Data en educación: un tesoro para la toma de decisiones” Recuperado de: https://www.telefonicaeducaciondigital.com/tendencias/-/asset_publisher/LTIINEKg9l8P/content/-big-data-en-educacion-un-tesoro-para-la-toma-de-decisiones

Buenas prácticas

Buenas prácticas docentes y apoyo tecnopedagógico de Global Campus

Hablar de «buenas prácticas», no siempre es fácil…

Como toda buena receta, debe reunir una serie de ingredientes que combine una pizca de innovación y modernización junto con unos objetivos definidos y coherentes con el fin que se persigue. Además, si añadimos los procedimientos apropiados, ya sean nuevos o que presenten una mejora en los ya existentes, solo necesitaremos el toque final agregando un poco de creatividad, motivación e ilusión. 

El docente debe ser consciente y planificar muy bien cómo llevará a cabo su actividad, sin olvidar que esta práctica debe responder a una necesidad concreta y, en última instancia, ser un hecho evidenciable. El resultado será la transformación de nuestra labor docente en un proceso activo, eficaz y de aprendizaje positivo para nuestro alumnado. 

Definiremos “buena práctica” como aquella propuesta que promueve aprendizajes diversos a través de la integración de conceptos, procedimientos y actitudes, generando experiencias educativas significativas. 

Por lo tanto, podríamos decir que una buena práctica se caracterizaría por lo siguiente: 

  • Ejemplifica un proceso de reestructuración educativa: organización, espacios, tiempos, metodologías y relaciones con el alumnado. 
  • Prioriza la centralidad del alumnado a través de metodologías activas y personalizadas. 
  • Apuesta por el aprendizaje por proyectos, por la transversalidad y por la interdisciplinaridad. 
  • Practica una evaluación formativa con retroalimentación constante al alumnado. 
  • Desafía la organización de tiempos y espacios fomentando el trabajo en equipo. 
  • Impulsa la participación activa de todos los implicados. 
  • Crea un clima afectivo y emocional positivo. 
  • Cuenta con un profesorado reflexivo, colaborativo formando redes de continuo aprendizaje. 

La docencia debe estar en continuo proceso de reflexión y redefinición que nos permita emplear metodologías y habilidades adaptadas a las necesidades y exigencias sociales actuales en las que las soft skills del alumnado tales como la creatividad, pensamiento crítico, toma de decisiones, etc. juegan un papel de especial relevancia a día de hoy.  

Para ello, es necesario prestarse a un constante reciclaje que ayude a repensar las estrategias empleadas en la práctica, así como al desarrollo las competencias que nos ayudarán a desempeñar una docencia de calidad. 

En  el marco de la guía metodológica de enseñanza y para el aprendizaje de GCN, destacamos como pilar fundamental la importancia de la innovación pedagógica a partir de la renovación de los métodos tradicionales e integración de las mejores prácticas docentes.

El contexto educativo actual puede facilitar el camino a la innovación gracias a la inclusión de la tecnología siempre y cuando exista un diseño coherente y organizado siendo el profesor el mediador en todo el proceso. Si no es así, la integración tecnológica -por muy novedosa que sea- puede tender a un modelo anclado en la pedagogía de la transmisión. Por ello, desde Global Campus Nebrija se apuesta por la formación de cara a trabajar y mejorar en nuevas formas de enseñar y aprender, nuevas concepciones pedagógicas y metodológicas.

En definitiva, innovación y formación son dos elementos necesarios para lograr el cambio; esta retroalimentación es mutua y su objetivo principal es lograr una transformación y el desarrollo y mejora de la praxis docente.

Es por ello, que os invitamos a realizar un ejercicio de introspección y como docentes comprometidos con la investigación y la educación, os planteamos las siguientes preguntas o cuestiones: 

  • ¿Cuál es mi concepto de buenas prácticas? 
  • ¿Es lo mismo una buena práctica que una buena enseñanza? 
  • ¿Crees que es necesario el uso de nuevos recursos para desarrollar buenas prácticas? ¿Usar una nueva herramienta conlleva en sí mismo una buena práctica?
  • ¿Qué estrategia debo seguir para analizarlas e investigarlas? 
  • ¿Cuál es la importancia de estudiar, desarrollar y difundir las buenas prácticas? 
  • ¿Cuál es la efectividad y resultados de las buenas practicas? ¿Qué cambios o mejoras se han obtenido? 

Pero cualquier receta estaría incompleta sin un buen emplatado y una buena presentación. 

Zabalza en uno de sus trabajos destaca que el estudio y visibilización de las buenas prácticas docentes constituye uno de los principales compromisos dentro la investigación educativa (Shulman, 1986).  

Por lo tanto, la transferibilidad en las «buenas prácticas educativas» es un requisito básico. De hecho, uno de los rasgos fundamentales que cita la UNESCO al referenciar las buenas prácticas es la replicabilidad, es decir, que sirvan como modelo para desarrollar iniciativas de la misma índole (no solo a nivel interno sino extensibles a otras instituciones o a otras etapas educativas). 

Desde esta óptica, en la Universidad Nebrija, el departamento Global Campus Nebrija (GCN) celebra desde el año 2018 el Smart Campus, congreso que recoge la esencia de las buenas prácticas realizadas por nuestros profesores, dando visibilidad a todas ellas. Estas jornadas celebradas a lo largo de dos días presentan las distintas experiencias previamente evaluadas y seleccionadas por un comité para su difusión en nuestra comunidad educativa.  

Como se ha comentado al principio, hablar de buenas prácticas no era fácil, pero esperamos que a través de este post hayan quedado más claros los términos y conceptos claves en relación a su significado e implementación. 

Ahora os lanzamos el reto de llevarlas a cabo: ¿qué buena práctica implantarás en tu asignatura? ¿Te animarías a participar en la próxima edición del Smart Campus

¡Cuéntanos tus ideas y te ayudaremos en lo que necesites! 

Ana Rosa Rosado Parra

Gestora Educación Digital

Mario Gómez Gómez

Gestor Educación Digital

Palabras claves: buenas prácticas, enseñanza universitaria, innovación docente, práctica docente, evaluación, calidad docente. 


Cuentos infantiles

El poder sanador de los cuentos infantiles

Los cuentos infantiles están llenos de magia. Esta va más allá de sus contenidos fantásticos o de su invitación a hacer volar nuestra imaginación y llevarnos a lugares impensados. En este artículo hablaremos del poder metafórico de los cuentos y su magia de sanación.

Puede sonar esotérico y misterioso, pero hay mucho de ciencia en el hecho de que la narrativa nos puede ayudar a trabajar emociones, a resolver conflictos o tratar temas complejos, tanto a los niños como a los adultos.

Bien explica Schiavello1: “Los sujetos somos narradores y re-escritores permanentes de historias”. La identidad es básicamente una cuestión de narrativa y nuestra vida se organiza como una novela que conforma nuestra realidad psíquica. Las narrativas intervienen en la construcción de nuestra identidad, modelan nuestra interpretación de los acontecimientos y organizan la experiencia de la humanidad.

Uso de los cuentos en psicoterapia. ¿Por qué funcionan?

Hay dos mecanismos descritos por el psicoanálisis que explican por qué la narrativa es una herramienta tan poderosa a la hora de tramitar emociones complejas. Estos son la proyección (la cual se da como consecuencia de la identificación con la trama o con las características de los personajes), que sucede a la vez con una separación de la realidad. La proyección permite que la persona pueda depositar sus emociones, miedos y pensamientos en la historia. La separación de la realidad disminuye o elimina la angustia que el problema genera. Así, la persona observa la situación desde “afuera” y la relaciona con su propia experiencia.

Para el niño es mucho más fácil comunicarse a través de la fantasía y el juego, las cuales le son familiares y atractivas. Se aleja del problema y lo despersonaliza, de manera que no afecta su propia identidad, pero a la vez toma responsabilidad al encontrar soluciones2.

Escribir es una recomendación terapéutica frecuente. La creación artística o el juego alrededor de una historia también tienen el mismo efecto. Se trata de la simbolización de lo que la historia representa; pasar las palabras y los pensamientos por el filtro de nuestras emociones y de nuestro cuerpo. Literalmente, incorporarlos; y al incorporarlos los asimilamos y los trascendemos. Castillo2 señala que al contar a extraños nuestras historias personales nos libramos de ellas y las convertimos en pasado, y esto nos permite comenzar a diseñar un futuro a nuestro gusto.

El enfoque narrativo tiene varias ventajas. De Pablo3 cita algunas de ellas:

  • Ayuda a exteriorizar el problema.
  • Permite que el niño use el lenguaje no verbal a través de sus juegos, dibujos, relatos y cuentos.
  • Es posible representar conflictos que pueden ser abordados con una perspectiva “fuera del problema”, proyectada en los personajes y situaciones de la historia.
  • A la vez, “saca” al niño como foco del problema, que traslada a las relaciones y a la situación, lo cual hace más sencillo su abordaje y protege la identidad del niño.

Estudios han encontrado que al aplicar cuentos infantiles en grupos escolares, se observa una mejora significativa en conductas disruptivas, que abarcan desde la poca integración a las actividades hasta la agresividad con otros.4

Al usar este tipo de producciones, el terapeuta o educador no apela al razonamiento del sujeto, sino a su imaginación o sensibilidad, accediendo al conocimiento o a la reflexión de un modo indirecto. En su dimensión metafórica, un relato se convierte en una analogía a otro. Así, una historia sobre una familia que va de vacaciones, puede ser modelo de valores como amor, colaboración, trabajo en equipo, entre muchos otros. Aquí, las metáforas no son un fenómeno meramente lingüístico, sino que funcionan como puente entre las experiencias y su representación mental, que incluye pensamientos, sensaciones y emociones. Son la vía por excelencia para incorporar creencias y valores, así como para simbolizar y crear nuestra comprensión del mundo5.

“En el cuento son las palabras de otro las que le muestran al niño una forma de comprender la realidad, es por esto que el infante se identifica con el relato a la vez que se sorprende6”.

Los cuentos infantiles como herramientas para padres y cuidadores

Los cuentos se pueden usar, como señalamos, para educar y transmitir valores.

El cuento infantil se usa como recurso pedagógico, debido a particularidades como su brevedad, la capacidad para inculcar valores, que son parte del acervo cultural de la comunidad, y el uso de las imágenes simbólicas que ofrecen una explicación del mundo social. Este tipo de recursos permiten fomentar vínculos afectivos, a la vez que ofrecen modelos de conducta y favorecen el desarrollo ético4,7.

Pero no tiene que quedar exclusivamente para el uso de los psicólogos o educadores. Los padres y cuidadores pueden echar mano de los cuentos infantiles, siendo una vía segura para abordar ciertas problemáticas coyunturales. Así, si nuestros niños están viviendo un cambio o si manifiestan modificaciones repentinas en sus conductas que pueden ser dañinas para ellos mismos u otros, una manera efectiva para que puedan elaborar y solucionar estas situaciones es utilizando cuentos con contenidos relacionados.

Los cuentos constituyen un complemento eficaz para trabajar con niños, pues estos ponen su fluida imaginación a su propio servicio para salir de la situación problemática. Por otra parte, permiten superar miedos, ya que no implican una amenaza para el niño, captan su interés y fomentan su independencia. Pueden también ser utilizados para eludir la natural resistencia al cambio, e imprimen su “huella” en la memoria, haciendo que la idea expuesta sea más recordable7.

De Pablo3 hace una propuesta sistémica de psicoterapia para niños, en la que la narrativa tiene un rol muy importante, enmarcada en un entorno lúdico, que bien puede incluir cuentos, relatos, narraciones o dramatizaciones; mediante libros, otras personas o con títeres o muñecos. Este autor, en una cita a Freeman y otros, señala que los niños tienen una capacidad sorprendente para resolver sus propios problemas, donde el rol de quien les acompaña es básicamente acceder a su imaginación y a sus conocimientos y colaborar con ellos.

Nuestra invitación es a que tengamos conciencia del poder metafórico de los cuentos y deseamos ratificar que su uso como herramientas no está reservado solamente para los profesionales. Padres y cuidadores podemos echar mano de ellos siempre, y serán grandes aliados para lidiar con conversaciones difíciles, entender emociones y manejar el cambio.

Ahora bien, por esta misma razón, es muy importante también que seamos cuidadosos en la escogencia y supervisión de los contenidos a los que nuestros niños tienen acceso.

Formatos y contenidos digitales

En cuanto a la responsabilidad que al adulto compete sobre la información a la que el niño accede, no está de más decir que cualquier contenido va a tener este efecto metafórico, por lo cual es tan importante que leamos entre líneas y verifiquemos siempre contra nuestros valores primordiales antes de que el niño tenga acceso a él.

Si bien esto aplica claramente para todo tipo de contenido, deseamos hacer énfasis en el digital, que nos acompaña cada vez más en nuestra vida diaria y además está generando un gran interés en nuestros niños, quienes no solamente hoy en día son receptores de información a través de estos medios, sino que también interactúan y empiezan a convertirse en creadores de contenidos de alto alcance, ayudados por el poder multiplicador de las redes sociales.

Así, ahora es común ver niños incursionando en el mundo de los youtuber o que viven con emoción los videojuegos, que comparten con otros a través de diversas plataformas, por solo citar dos ejemplos de esta nueva manera de comunicación que parece haber llegado para quedarse.

Como ya asomamos en un primer artículo, respaldamos el uso (racional) de la tecnología con fines didácticos, y esta no es una excepción. Muchos beneficios y ventajas se han encontrado en el uso de contenidos digitales para el aprovechamiento de sus mensajes implícitos.

El formato multimedia nos proporciona recursos adicionales que juegan a nuestro favor a la hora de ayudar a nuestros niños a conectar con los contenidos, así como a reflexionar. Es una alternativa de acceso fácil a recursos como la dramatización, y que sustituyen o mejoran el uso de muñecos, títeres u otro tipo de representaciones audiovisuales, que captan la atención del niño y le permiten involucrarse con la historia.

Se ha encontrado que el uso de los formatos audiovisuales, apoyados en las buenas historias y los personajes bien descritos y desarrollados, permiten captar y mantener la atención incluso de los niños más pequeños, que en el formato puramente escrito pueden tomar un poco más de tiempo para involucrarse. Sobre esto, Berdik8 comenta: “Antes se creía que los niños más pequeños no podían comprender una larga narrativa o mantenerse atentos por períodos de tiempo más largos, pero luego, en la década del 2000, comenzamos probando narrativas más formales y nos sorprendimos de que incluso los niños de tres años estaban prestando atención. Y no solo se mantenían comprometidos y atentos, sino que la narrativa les estaba ayudando a aprender y comprender el contenido»8.

Lo anterior lo hemos podido ratificar con nuestros cuentos infantiles, donde historias escritas bajo parámetros descritos para edades de ocho años en adelante, al narrarlos o animarlos en video, captan una maravillosa audiencia de niños de cuatro y cinco años, interesada en detalles de la trama y ávida de interactuar con los personajes.

Otro beneficio de la narrativa a través de la tecnología tiene que ver con la capacidad interactiva de las aplicaciones de hoy en día, donde los niños pueden fungir incluso como co-diseñadores, lo cual les provee una experiencia de empoderamiento. Así, sienten que la tecnología no es algo que simplemente “les es arrojado”, sino que están activamente contribuyendo en la solución del problema8.

Sobre lo anterior se plantea una advertencia importante. Siendo la tecnología en general abstracta y simbólica, es importante que podamos hacer el esfuerzo de basar todo en el mundo real, mezclando interacciones digitales con el mundo real, cara a cara. De manera que el niño pueda conectar ideas abstractas con la exposición a cosas que puede manipular con sus manos: «No solo quieres ver un video de la manzana en el huerto: vas al huerto, recoges la manzana y prueba la manzana. Y eso nunca va a cambiar»8.

El Joan Ganz Cooney Center se ha dedicado desde la década de los 70 a estudiar el potencial educativo de las tecnologías multimedia. Berdik, en un estudio llevado a cabo en el año 20208 bajo el auspicio de este centro, plantea que este potencial se ha incrementado con el avance de la tecnología. No obstante, señala que hay un serio problema del que debemos estar conscientes, ya que las mismas tecnologías que ofrecen acceso a un universo en constante expansión de conocimientos, herramientas y colaboración, también pueden exponer a los jóvenes a contenidos inapropiados, violaciones de privacidad, ciberacoso y torrentes de desinformación.

En respuesta a lo anterior, plantean que para aprovechar al máximo las nuevas tecnologías es vital la co-visualización y participación de los adultos: «Si podemos dar un paso atrás y dejar de estigmatizar algunas de las novedades, ya sean juegos o la creación videos en YouTube, entonces podemos interactuar con esos nuevos intereses, así como nos hemos involucrado en otras cosas, hacer preguntas a nuestros hijos y tratar de aprovechar los beneficios en las dimensiones sociales y creativas de las cosas que los niños hacen por diversión.”

“Necesitamos pensar cómo construimos y nos abrimos a ese tipo de experiencias y conexiones utilizando la tecnología, en lugar de buscar reemplazarla».

Sostiene también que, si bien es importante tratar de aprovechar lo que es llamado “aprendizaje basado en intereses”, es indispensable proporcionar orientación e instrucción, en primer lugar a los padres, cuidadores y educadores. Se requiere partir de cierto grado de conocimiento y experiencia para realmente catalizar ese aprendizaje y motivación.

El artículo citado cierra resaltando la importancia de la alfabetización mediática. Recalca que nunca ha sido tan importante como en este momento, no solo para los niños, sino para todos, ser capaces de utilizar nuestra capacidad de cuestionamiento crítico para discernir qué información es confiable, cuál es la fuente de la información y cuál es la motivación por la cual accedemos a ella. “Así que ya no es ‘¿Qué medios consumo?’. Es, ‘¿En qué medios participo? y ¿qué generan los medios que comparto en las personas que los reciben?’”.

Nuevamente, una oportunidad para que los profesionales en el área trabajemos en la concientización y en la promoción de la alfabetización mediática, para que contribuyamos a que tanto adultos como niños puedan navegar esta era digital, de manera que aprovechen sus beneficios, a la vez que reducen o eliminan sus riesgos.

Hacemos nuestras las palabras de Berdik y del “Joan Ganz Cooney Center”8: Esperamos que las ideas compartidas en este documento ayuden a informar e inspirar una visión positiva para el futuro, donde los medios y la tecnología se puedan utilizar para promover el aprendizaje y el desarrollo saludable de los niños.

Paula Sicard

Instagram @smallbigtalk

BIBLIOGRAFÍA

  1. Schiavello, María Gabriela (2020). La eficacia de los cuentos infantiles en la constitución psíquica del sujeto. XII Congreso Internacional de Investigación y Práctica Profesional en Psicología. XXVII Jornadas de Investigación. XVI Encuentro de Investigadores en Psicología del MERCOSUR. II Encuentro de Investigación de Terapia Ocupacional. II Encuentro de Musicoterapia. Facultad de Psicología – Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires. https://www.aacademica.org/000-007/672
  2. Castillo L. Iván; Ledo G., Hilda; del Pino C., Yasiel (2012). Técnicas narrativas: un enfoque psicoterapéutico. Norte de Salud Mental, ISSN-e 1578-4940, Vol. 10, Nº. 42, 2012, págs. 59-66. Técnicas narrativas: un enfoque psicoterapéutico – Dialnet 
  3. De Pablo U., Juan M. (2019). Psicoterapia Infantil Sistémica. La integración de diferentes enfoques psicoterapéuticos. Revista de psicoterapia,Vol. 30, Nº. 112, págs. 189-218. Psicoterapia Infantil Sistémica. La integración de diferentes enfoques psicoterapéuticos
  4. Salinas C., Rosa E. (2021). Programa de cuentos infantiles para disminuir problemas de conducta en niños de 5 años de la I.E.I. Nº 651 Amiguitos de Jesús – Paita, Perú. Trabajo de investigación. Universidad César Vallejo, Perú. ESCUELA DE POSGRADO
  5. Villegas B., Manuel y Mallor P., Pilar (2010). Recursos analógicos en psicoterapia (I) metáforas, mitos y cuentos. Revista de psicoterapia, Vol. 21, Nº. 82-83, págs. 5-63. Revista de psicoterapia. 2010, Vol. 21, Nº. 82-83 – Dialnet
  6. Russo de Sánchez, Ana R.; Galindo M., Jorge I.; Acosta M., Doralis; Cuesta de la Hoz, Gina I.; Salas S., Sandra: Siado B., Darlys C. (2013). Psicoterapia infantil: La Metáfora como técnica de devolución. 1ra edición. Editorial Universidad del Norte. Psicoterapia infantil: La Metáfora como técnica de devolución. on JSTOR
  7. de Jongh González, Olivia (2017). Psicoterapia infantil: elementos distintivos y propuesta de intervención. Revista Alternativas en psicología, No. 37. Universidad Iberoamericana, Ciudad de México. Psicoterapia infantil: elementos distintivos y propuesta de intervención
  8. Berdik, Chris (2020). Revisiting the Potential Uses of Media in Children’s Education. Future of Childhood Magazine, Joan Ganz Cooney Center at Sesame Workshop. Revisiting the Potential Uses of Media for Children’s Education

Jugar a leer no es juego: Sobre el uso de las herramientas digitales para incentivar la lectura desde edades tempranas

Seguramente no eres ajeno a la tierna imagen de un niño de menos de tres años con un libro en sus manos (que bien puede sostener al derecho o al revés), jugando a leer. Sin temor a equivocarnos, sentirás, aparte de mucha ternura, la confianza de que está haciendo una actividad constructiva y beneficiosa.

Pero si la imagen es la de ese mismo niño con un dispositivo de pantalla, probablemente la emoción que se genera es la contraria: miedo o al menos incertidumbre. Quizás incluso juzgues a ese padre o cuidador por poner este aparato al alcance de sus niños a temprana edad.

Muchos beneficios se derivan del acercamiento a la lectura desde edades tempranas y no pocos estudios han abordado este tema, los cuales no nos dejan dudas al respecto.

Ahora bien, cada vez hay más opciones digitales que se ofrecen incluso con fines educativos, pero también mucha información sobre el daño que produce el uso de la tecnología, sobre todo en edades tempranas. En este mundo que echa mano cada vez más al uso de estas herramientas y que de cierta manera no nos deja escapatoria, se generan muchas preguntas sobre qué es correcto y qué no.

Un gran dilema y responsabilidad se nos presenta entonces a los profesionales en el área: ¿Debemos o no recomendar su uso? ¿Es posible que rinda los frutos que encontramos en los estudios sobre la lectura temprana?

Sobre este tema no hay respuestas definitivas, pero sí empieza a verse con gran seriedad en el mundo de la ciencia, por lo cual contamos con algunas claves que nos permitirán aplicar nuestro criterio de la manera más informada posible. Y vale considerar que también se abre como un tópico muy interesante para futuras investigaciones.

En este artículo hablaremos sobre cómo sí podemos usar la tecnología y sacar el mayor provecho de ella para incentivar la lectura desde edades tempranas, impulsar el desarrollo del lenguaje, ampliar el vocabulario y facilitar el posterior aprendizaje de la lectoescritura.

Iniciaremos recordando los beneficios de la exposición de los infantes a la lectura, abordaremos los pros y contras del uso de la tecnología a estas edades y cerraremos con algunas recomendaciones.

Beneficios de la aproximación a la lectura desde temprana edad

La cantidad de palabras que los niños escuchan antes de los tres años determinará su lenguaje y su éxito académico, y no hay mejor fuente de palabras novedosas y únicas que los cuentos infantiles. Hemos encontrado estudios muy interesantes que soportan esta afirmación y van aún más allá1, 2.

Son incontables los beneficios de la aproximación a la lectura para los niños antes del inicio de su escolarización. Por ejemplo, analizando la imagen del infante jugando a leer que retratamos al inicio de este artículo; más allá de la ternura que nos puede generar, dice muchísimas cosas. Por enumerar algunas:

  • Este niño definitivamente ha estado expuesto con anterioridad a la actividad de lectura y le es familiar.
  • La encuentra divertida y relevante, por lo cual merece ser emulada en sus juegos.
  • Probablemente hay una conexión emocional positiva que lo lleva a repetirla, lo cual a su vez reforzará aún más esa conexión.
  • Comprende que las letras hacen palabras, que este código les permite comunicarse y que el mundo se comunica con ellos a través de él.
  • Sabe que los textos y las letras guardan mensajes, historias, sorpresas, viajes, fantasía y emoción.

Investigadores de la Universidad de California Riverside2 encontraron que los cuentos infantiles son mucho más efectivos que las conversaciones familiares en el día a día, en cuanto a la riqueza de vocabulario. Los libros infantiles (para niños de cinco o menos años), contienen 70% más palabras únicas que las conversaciones diarias entre padres e hijos, por lo cual son una fuente de enriquecimiento del vocabulario por excelencia.

Adicionalmente, la edad más fértil para crear el hábito de lector va de los catorce a los veinticuatro meses, en los que la lectura acompañada adulto-niño produce un efecto “bola de nieve” de lectura y aprendizaje del vocabulario, que motiva a repetir la actividad con el consecuente incremento del aprendizaje del vocabulario. Igualmente, la exposición al texto escrito favorece la alfabetización temprana y el rendimiento escolar exitoso. No menos de diez minutos diarios de lectura acompañada, entre una y tres veces al día, producen resultados favorables para los factores señalados 3.

A lo anterior se debe añadir el efecto emocional positivo y el reforzamiento del vínculo amoroso y de seguridad que genera; un importante motor para que esta bola de nieve empiece a rodar. Igualmente, otros muchos beneficios en el desarrollo cognitivo y emocional del niño, que abordaremos en publicaciones siguientes.

En definitiva, la implementación (principalmente en el hogar, así como también en entornos educativos), de la lectura acompañada a edades tempranas, proporciona enormes beneficios y es una de las actividades prioritarias a incluir en la rutina diaria de nuestros niños. Una última acotación de gran importancia, el niño debe disfrutar de la lectura, aquí es muy importante escoger (y permitirle escoger) los contenidos y formatos que le sean más atractivos.

Uso de la tecnología durante la primera infancia

En cuanto al tema de los formatos más atractivos para nuestros niños, las investigaciones indican que el digital tiende a ser preferido frente al papel, lo cual no es de extrañar, puesto que la oferta es cada vez más abundante, accesible y hace parte de su día a día. Las diferentes estadísticas disponibles muestran números no menores a un 65% de penetración digital en niños menores de 12 años.

Sobre los beneficios de la tecnología, no obstante, no hay tantos acuerdos como en lo que respecta a la lectura. Pero es cada vez más claro que es un elemento de la vida moderna que además forma parte del modelo educativo actual.

Entre las desventajas del uso de la tecnología podemos empezar por la información que achaca al uso indiscriminado de la tecnología la disminución del llamado “efecto Flynn” (que explica un aumento del coeficiente intelectual en cada nueva generación), lo cual ha creado mucha polémica e incluso ha llevado a popularizar el término de “cretinos digitales”, introducido por el investigador Michel Desmurget. No obstante, también surgen argumentos que indican que no hay suficientes elementos para sostener que sea la tecnología la responsable de este efecto. La neuropsicóloga Katherine Possin, profesora del Centro de Memoria y Envejecimiento de la Universidad de California en San Francisco plantea que en los últimos tiempos ha cambiado la forma en la que la gente aprende y trabaja y que el concepto de inteligencia debe cambiar acorde con estos tiempos en que es crucial poder navegar en el mundo digital4,5 .

También es importante señalar estudios que han demostrado los efectos negativos del uso indiscriminado de la tecnología, los cuales abarcan desde la disminución de la capacidad de atención y concentración, hasta alteraciones del sueño. Dichos estudios plantean que dado que los cerebros de niños están en plena formación y tienen una alta plasticidad, el uso prolongado de pantallas no permite la correcta formación de redes neuronales que garantizarán el óptimo desarrollo cognitivo posterior. Por otra parte, encontramos la buena noticia de que investigadores hallaron que el uso de pantallas no afecta directamente hábitos como el ejercicio y el descanso de los niños6.

La duda continúa hoy en día, ante la información científica contradictoria o la falta de resultados contundentes.

En este caso, la alternativa más bien se centra en cómo sí podemos utilizar y escoger los que sean de mayor beneficio. Cencerrado y otros7 dedicaron un estudio a la escogencia de aplicaciones y plataformas. Reconocen que la oferta es inmensa y difícil de categorizar, por lo cual evalúan y recomiendan una metodología que aquí te dejamos si deseas profundizar en ella (ver infografía al final de este artículo).

Además, no todo son malas noticias y desventajas. La tecnología es sin duda conveniente, sobre todo en estos nuevos tiempos, y tiene unas ventajas importantes. Aquí compilamos y clasificamos algunas de las ventajas citadas por varios de los autores consultados8, 9, 10:

  • Conveniencia:
    • Portabilidad.
    • Mayor cantidad y diversidad de opciones.
    • Inmediatez de acceso y compra y mayor disponibilidad.
    • La lectura digital permite leer en cualquier sitio y momento.
    • Más económico y ecológico que la lectura en papel.
  • Favorable y adaptable en casos de necesidades educativas especiales, como visual, auditiva, etc. con la posibilidad de modificar aspectos de la forma y presentación del texto y audio, entre otras cosas. 
  • Acceso a información complementaria interactiva: vídeos, imágenes, enlaces.
  • Preparación para la educación digital:
    • Entender la lectura como una herramienta educativa e incluso como una puerta para el enriquecimiento cultural.
    • Entender cómo aprovechar las herramientas disponibles y aprender a la vez cómo usarlas de manera responsable.
  • La lectura digital permite la socialización con el autor y con otros lectores, lo cual puede ser de gran apoyo para los padres a la hora de escoger los contenidos más apropiados.

Según estudios realizados por el Joan Ganza Cooney Center11 (de los creadores del famoso programa educativo Plaza Sésamo), el cual se ha dedicado por años a evaluar la efectividad de los medios digitales y audiovisuales para la educación, los niños prefieren leer en digital. Además se han encontrado resultados similares e incluso favorables en la retención y comprensión del material leído en una pantalla en comparación con la lectura en papel. Aquí los investigadores hacen la acotación de que, dependiendo de la cantidad y de su relacionamiento con el texto, los elementos interactivos pueden tener efectos que o bien favorecen estos factores o producen el efecto opuesto, dado que funcionan como distractores (cuando hay excesiva cantidad de elementos interactivos o no se relacionan directamente con el texto).

Un efecto negativo consistente en diversos estudios, es el de la afectación del hábito del sueño y de las habilidades cognitivas y sociales, cuando el uso de la tecnología se extiende por largos períodos de tiempo.

De igual manera, muchos estudios son enfáticos en que cuando la lectura se hace de manera acompañada (adulto-niño), los beneficios para el desarrollo del lenguaje y el vocabulario se potencian.

Recomendaciones:

Si hay un buen uso que podemos hacer de la tecnología, es para promover la lectura.

Como ya hemos visto y bien señala Elisa Yuste12, experta en el impacto de la tecnología en la práctica de la lectura, leer con nuestros hijos en soporte digital no es una experiencia ni mejor, ni peor, sino diferente.

Ya hemos mencionado que la tecnología ha llegado para quedarse, forma parte de nuestro día a día y ahora es un elemento indispensable en el modelo educativo, desde sus niveles iniciales. Nuestros niños son llamados “nativos digitales” y más nos vale prepararlos para navegar en este mundo, incorporando desde temprano normas y hábitos saludables en su uso.

Aquí algunas recomendaciones que proponemos, basadas en las investigaciones consultadas y comentadas en este artículo:

  • No es recomendable, sino indispensable, promover encuentros positivos, asegurando el acompañamiento adulto-niño en actividades de lectura conjunta y en voz alta, incluso después de que el niño ya sea un lector autónomo.
  • Combinar el uso de pantallas con libros, revistas y otro tipo de materiales tradicionales de lectura.
  • Es una recomendación recurrente evitar el uso de pantallas en solitario en la primera infancia y regular los tiempos de uso de acuerdo con cada edad (ver infografía al final del artículo):
    • 2(*)- 6 años: 20/30 min. máx.
    • 6-10 años: 1 h máx.
    • + 10 años: 2 h máx.

(*)El tiempo inicialmente aceptado para iniciar la exposición de niños a las pantallas era de dos años, pero recientemente se ha cambiado a 18 meses. Antes de esta edad no es recomendable exponer a los niños a las pantallas. (Ver infografía).

  • Usar las herramientas tecnológicas para promover la lectura donde lo primordial sea el contenido escrito y las imágenes que lo acompañan. Los videos, pop up, y demás herramientas interactivas, deben ser de apoyo y estar relacionados con el contenido.
  • Es ideal que el adulto acompañe la actividad con comentarios o preguntas abiertas que inviten al niño a la reflexión o que relacionen la historia con su vida cotidiana. Esto favorecerá la comprensión lectora y refuerza el desarrollo de la alfabetización.
  • Disponer de una oferta variada entre títulos, estilos y temáticas y dar prioridad a los contenidos que sean de interés para el niño.
  • Acompañar, alentar y estimular la repetición de los textos de su preferencia (sobre todo antes de los tres años de edad).
  • Familiarizarse con las funcionalidades del dispositivo para mejorar y personalizar la experiencia (ajustes de letra, colores, luminosidad de pantalla, traductores o diccionarios, eliminar notificaciones para evitar distracciones, etc.).

Diez minutos al día es el tiempo mínimo recomendado de lectura acompañada adulto-niño, para ayudar el desarrollo de su vocabulario y el aprendizaje de la lectoescritura. Y recuerda que las pantallas no deben ser incorporadas antes de los dieciocho meses de edad.

Para cerrar, deseamos compartir la siguiente reflexión que nos regala Melania Brenes13: “La penetración de las tecnologías en cada vez más ámbitos de la vida individual y social demanda para los ciudadanos un uso de las tecnologías digitales (TD) que les permita hacerlas propias, en el sentido de integrarlas en su repertorio de acciones para interactuar con el mundo. Esto significa que sean capaces de resolver problemas, colaborar, interactuar y pensar críticamente en su manejo de las TD. A su vez, la UNESCO postula la ciencia y la tecnología como áreas emergentes de desarrollo de conocimientos en la primera infancia. Este organismo internacional plantea una reflexión sobre la necesidad de que los niños sean educados desde tempranas edades en conceptos, modelos de pensamiento y habilidades que les permitan desenvolverse de manera efectiva en el mundo de hoy para crear, construir y aportar en el desarrollo del conocimiento y, por tanto, en beneficio de sus sociedades.”

Imagen: ¿Te animas con las apps? Fuente: https://apptk.es/infografia-te-animas-con-las-apps/

Paula Sicard, psicóloga clínica

Instagram @smallbigtalk

REFERENCIAS

  1. Hoffman, Tomblin y otros (2017) Desarrollo del Lenguaje y de la Lectoescritura, Enciclopedia sobre el desarrollo de la primera infancia. https://www.enciclopedia-infantes.com
  2. Montag, Jessica y otros (2015). The Words Children Hear: Picture Books and the Statistics for Language Learning. Psychological Science. https://journals.sagepub.com/ (Citado en https://www.aprendemas.com/es/)
  3. Goikoetxea Iraola, E.; Martínez Pereña, N. (2015). Los beneficios de la lectura compartida de libros: breve revisión. Educación XX1, 18(1), 303-324. doi: 10.5944/educXX1.18.1.12334. http://revistas.uned.es/index.php/educacionXX1/article/view/12334
  4. BBC Noticias (2018). Por qué el coeficiente intelectual (IQ) está decayendo desde 1975. https://www.bbc.com/
  5. Jiménez, Javier (2020). Una fábrica de cretinos digitales: sobre si estamos creando la primera generación con «un coeficiente intelectual más bajo que sus padres». https://www.xataka.com
  6. García-Soidán, J., Boente Antela, B., & Leirós Rodríguez, R. (2020). ¿Los menores españoles, en su tiempo libre, prefieren dispositivos electrónicos o actividad física?. Sportis. Scientific Journal of School Sport, Physical Education and Psychomotricity, 6(2), 347-364. https://doi.org/10.17979/sportis.2020.6.2.6160
  7. Cencerrado Malmierca, L. M.; Pelosi, S. y Yuste Tuero , E. (2018). Recomendar contenidos digitales para niños y jóvenes: reflexiones, herramientas y criterios. Palabra Clave (La Plata), 7(2), e046. https://doi.org/10.24215/18539912e046
  8. López Mera, Laura (2016). La lectura digital como nueva experiencia infantil. Centro de formación profesional y técnica a distancia (CEAC). Artículo publicado en. https://www.ceac.es/blog/la-lectura-digital-como-nueva-experiencia-infantil
  9. Muñoz, David (2020). Las ventajas de la lectura digital con niños. Portal Web “La Tecnología a tu alcance”. https://tutoriales.tech/ventajas-lectura-digital-ninos/
  10. Chandía Rojas, Javier (2016). Lectura digital para niños. Portal Web “Conectatealalectura.cl”. https://www.conectatealalectura.cl/2016/04/11/lectura-digital-para-ninos/
  11. Chiong,C., Ree, J., Takeuchi, L. and Erickson, I (2012). The Joan Ganz Cooney Center. QuickReport: Print Books vs. E-books. https://joanganzcooneycenter.org/publication/quickreport-print-books-vs-e-books/
  12. Yuste, Elisa (S/F). Leer con nuestros hijos en soporte digital: una experiencia ni mejor, ni peor… ¡diferente!. https://empantallados.com/
  13. Brenes Monge, Melania (2019). Promover el interés por la lectura, la comunicación y el desarrollo del lenguaje en ambientes de aprendizaje con el apoyo de tecnologías digitales en la primera infancia. Investigación citada por reporte del Centro Regional para el Fomento del Libro – Cerlalc: “Lectura digital en la primera infancia”. Publicación bajo el auspicio de la UNESCO. https://cerlalc.org/wp-content/uploads/2019/04/Dosier-Lectura-digital-_-VF3.pdf
Velocidad tecnología

Adaptación a un mundo virtual veloz

Desde hace aproximadamente treinta años, fluye entre nosotros la pregunta de si el cambio tecnológico y social que vivimos y que nos aboca a una velocidad sin precedentes, radica exclusivamente en la tecnología. Es un tema recurrente, donde se pone de manifiesto que la alteración que se ha producido en cómo entendemos la vivencia del tiempo, la velocidad del cambio, comienza a ser considerada una dimensión estructural de la realidad social. Y más ahora, en los tiempos que vivimos.

Para la comprensión de este fenómeno se requiere de muchos actores provenientes del ámbito de la sociología, la filosofía y de la tecnología. No lo podemos ver desde un único prisma. Necesitamos varias visiones para poder entender el impacto de la velocidad en nuestras vidas y cómo la estructura de la temporalidad vivida puede mostrar como la experiencia humana del tiempo acoge el tiempo objetivo de los procesos del mundo y se transforma por su influjo.

Lo anterior puede parecer una reflexión demasiado profunda o incluso filosófica pero me cuesta arrancar este post para el blog de Global Campus sin reflexionar sobre los aspectos más profundos de los que estamos viviendo, especialmente este año tan complejo, en el que todos hemos tenido que adaptarnos a unos cambios a los que no estábamos preparados, para poder continuar nuestra actividad docente en la Universidad.

La verdad es que no hemos sido solo nosotros; todo el mundo se ha adaptado a un mundo mucho más virtual, debido a la crisis sanitaria derivada de la pandemia del COVID-19 que estamos viviendo. En las empresas, instituciones de todo tipo e, incluso, en nuestro plano personal más íntimo y privado, lo virtual se ha ido imponiendo como un elemento básico para poder seguir interactuando socialmente.

En este artículo, me centraré en nosotros, en los que formamos parte de la familia Nebrija y que, desde principios de marzo del año pasado nos hemos visto inmersos en esta nueva realidad.

Pero, ¿es una nueva realidad de verdad? Yo creo que no y trataré de explicarlo. Cierto es que en los últimos tiempos habíamos vivido un imparable auge de la formación online. O aprendizaje virtual, e-learning, educación online o, en sus principios, la teleformación. Los anteriores son algunos de los sinónimos que se han ido utilizando para definir o hacer referencia a un modo de entender el aprendizaje basado a un medio tan abierto como es Internet.  Y puede parecernos que se trata de algo específicamente novedoso, pero hablamos de una metodología que va a cumplir casi 40 años.

Viví, en primera persona, la incorporación de esta metodología al mundo de la empresa a comienzos del 2000 y durante mis años de responsable de formación y desarrollo. Y ya venía de atrás. A mediados de los 80 del siglo pasado comenzó a incorporarse esta metodología en empresas de EEUU con la anteriormente llamada “enseñanza asistida por ordenador” y, poco a poco, fueron varios sectores de la industria más puntera (tecnológicas, aviación, etc.) las que fueron incorporándola a sus metodologías de formación corporativa. Hubo un hito muy importante en 1997 cuando se incorporó el protocolo SCORM que posibilitaba que los elementos o cursos pusieran ser compartidos en diferentes plataformas formativas.  Posteriormente vino el gran salto. A partir del 2000 las empresas comenzaron a incorporar su formación en redes corporativas como una alternativa real a la formación continua presencial y apareció la gran plataforma, Moodle, en paralelo a esa formación mixta, denominada blended learning.

No conozco cómo se vivió en las universidades esta evolución que he referenciado, pero en las empresas supuso un cambio radical de cómo nos enfrentábamos a la formación de nuestros empleados. Especialmente en los cursos que requerían de una parte teórica importante, previa a la puesta en práctica en el puesto de trabajo.

En los siguientes años, se avanzó a mucha velocidad. Se facilitó enormemente la formación accesible desde cualquier lugar y en cualquier momento impulsado por el mobile learning con la aparición de las app y llego el mundo de los MOOC (Massive Open Online Courses) que salieron de los entornos de las universidades para entrar al mundo de las empresas, facilitando el acceso a cursos que antes tenían que ser diseñados a la medida de las necesidades de cada organización.

Los últimos años, en lo que se refiere a “teleformación” como decíamos al comienzo de esta modalidad formativa, ha evolucionado a la misma velocidad que lo han hecho el resto de tecnologías disruptivas que estamos viviendo ahora y ha habido una eclosión de soluciones de conocimiento abierto como Coursera, Udacity o Edx que aglutina a prestigiosas universidades como el MIT, Harvard y Berkeley facilitando algo increíble; son los empleados los que deciden sus propios itinerarios formativos, acreditándose en muchos de estos contenidos.

Pero no viví el cambio en la universidad hasta marzo del año pasado. Nunca había impartido docencia de forma virtual. Conocía nuestra plataforma, nuestro campus, Blackboard, como un profesor presencial, pero no para impartir clases.  Una semana antes de que nos confinasen la Universidad decidió que las clases pasaban a modalidad online y aprovechando que aún se podía ir al campus, pedí ayuda a un profesor y amigo, para que me ayudase a poder manejar los mínimos para tener mi primera clase que iba a impartir desde el aula donde, hasta ese día, estaba llena de alumnos.

Nunca olvidaré aquella sensación. El campus de Princesa vacío, los pasillos sin nadie. Y yo, en el aula, dando la clase a todos mis alumnos, que la semana pasada llenaban el aula, y ahora estaban en modalidad a distancia. Milagrosamente, salió bien y me fui con una sensación agridulce. Era el comienzo de lo que íbamos a vivir todos. La semana siguiente, la clase, ya fue desde el confinamiento domiciliario.

Desde ese día y en los meses que siguieron, hubo un grupo de profesionales que se hicieron indispensables. Ya antes nos apoyaban en todas las cuestiones tecno-pedagógicas que les planteábamos, pero a partir de ese momento, su apoyo se hizo esencial para poder llevar a cabo nuestra labor docente. Me refiero al equipo de Global Campus y que nos apoyan permanentemente. No voy a citar a nadie en concreto, pero todas saben que hablo de cada una de ellas.

A partir de aquí, aparece una reflexión que, no por obvia y conocida, no la valoramos, en mi opinión, suficientemente bien. Igual que nosotros necesitamos a las tecnologías, estás necesitan a las personas. Parece obvio, pero es muy relevante que pongamos en valor este aspecto.

En la soledad de tu despacho, de tu habitación o desde el lugar en el que podías “teletrabajar” fueron viniendo momentos de inquietud cuando no sabías cómo hacer algo para poder impartir tu clase. Ni que decir tiene, poner los exámenes, sobre todo, a los que siempre lo habíamos hecho en papel.  Y es aquí, donde aparecían las gestoras de Global Campus. Su trabajo ha sido increíble sin el que, estoy seguro, lo que hemos vivido no habría sido posible. Mantuvimos la actividad docente gracias a su permanente apoyo. No creo que todas las universidades puedan decir lo mismo.

Ellas fueron nuestra primera línea. Su disposición a mantener una videollamada por Teams, daba la tranquilidad de saber que no estabas solo y que detrás había un equipo de profesionales que se iban a conectar y te solucionarían las dudas de cómo hacer o revisarían tu examen, te ayudarían a darte la tranquilidad de que todo estaba bien y que los alumnos podrían tener la certeza de que las cosas iban a funcionar.

En septiembre hicieron un esfuerzo, digno de admiración, para formarnos a todos en la nueva versión de nuestras vidas como docentes; la modalidad híbrida. ¿Cuántos profesores pasamos por sus formaciones? ¿Cuántas horas de dedicación han tenido? Es increíble el material que han generado a disposición de todos nosotros. Y, cuando arrancó el curso, qué decir de poder contar con ellas, entrando en cada aula a ayudarnos a estar bien conectados, a poder hacer ese movimiento tan atípico de arrastrar la sesión a una pantalla de televisión que nos muestra a nuestros alumnos mientras impartimos nuestra clase.

Han estado pendientes de nosotros. Por eso, se hace tan relevante mencionar, de nuevo, que las personas necesitamos a las tecnologías, como se ha demostrado en estos meses, pero las tecnologías no son nada sin las personas. La velocidad a la que hacía referencia al principio de este artículo la hemos hecho nuestra gracias a su apoyo. Por muy buena que sea la tecnología, estoy seguro, que habríamos fracasado. Hay muchos ejemplos a lo largo de la historia de la evolución tecnológica que lo corroboran pero para mí, el ejemplo que Global Campus nos ha dado me acompañará siempre.

Jesús Briones

Profesor de la Facultad de Ciencias Sociales

Comp. transv.

e-Learning: Retos y competencias transversales

Desde hace más de veinte años convivimos con la enseñanza online. Las tecnologías de la información, el uso de internet y la comunicación, han influido los modelos pedagógicos en el marco del contexto de enseñanza y aprendizaje creando cambios y retos en todos los niveles de la educación, desde los más básicos hasta el entono académico-universitario.

Los primeros cursos realizados en modalidad online datan del año 1996 y fueron creados para complementar la educación a distancia. Sin embargo, el e-learning marca diferencias importantes del modelo tradicional de educación a distancia. La primera es que el proceso de enseñanza y aprendizaje se desarrolla a través de recursos tecnológicos y virtuales, por lo que el uso de internet es indispensable para acceder a los contenidos y actividades de formación. Otra de las diferencias es que la interacción y comunicación son fundamentales, esto hace necesario el papel del docente, tutor, gestor y/o facilitador, quien garantiza la calidad del diseño pedagógico y favorece la interacción durante el proceso de aprendizaje.

El e-learning demuestra que la educación está viva y que tiene la capacidad de adaptarse a las necesidades y desafíos actuales, transformando las aulas en espacios multiculturales de interacción y conocimientos, lo cual conlleva asumir retos tecnológicos, pedagógicos y mentales, salir de la zona de confort, auto-disciplina y exigencia. “Duele. Merece la pena”, tal como lo recogió la campaña de Global Campus que puedes ver aquí: https://bit.ly/2WZRBAE.

La formación online y sus agentes activos se enfrentan día a día a los siguientes retos:

  • Tecnológicos: cada año está lleno de novedades e innovación tecnológica. La velocidad en crear aplicaciones y programas genera otras tendencias que nos obligan a aprender y desaprender continuamente.

  • Pedagógicos: la interacción docente y estudiante es substancial en esta modalidad. El docente adapta su método educativo, crea espacios de comunicación y contenido atractivo para las plataformas. El estudiante gestiona su proceso de aprendizaje, a mayor implicación y participación, mayor aprendizaje y satisfacción.  
  • Mentales: quizá sea el reto más difícil de superar, aparece como dudas, miedos previos a la formación o durante el proceso.

 ¿Será que si puedo con esto? ¿Esto si va a funcionar? ¿La educación online es de calidad? ¿Cómo podré organizar mi tiempo?


Todas estas preguntas tienen sus respuestas… Dentro de uno mismo y asumiendo los retos pueden ser reveladas.

Cuando se viven los retos de forma consciente, se desarrollan competencias transversales que van más allá del contenido teórico-práctico de la misma formación. El e- learning educa para la vida, transformando a las personas y generando un cambio positivo en la sociedad.


Dabbagh y Kitsantas (2012)[i] sostienen que la formación en línea es un entorno educativo ideal para desarrollar habilidades de autorregulación; como: la gestión y organización del tiempo, auto liderazgo, toma de decisiones, regulación del esfuerzo, motivación. En resumen, el alumno se convierte en el coach de su propio proceso, poniendo a prueba sus habilidades mentales y desarrollando nuevas competencias que le permitirán desenvolverse en equipo y a nivel personal. Sin duda, el e-learning es una inversión sostenible que perdura en el tiempo.

Mayra L. Angarita

Facilitadora de Global Campus


[i] DabbaghKitsantas – The Internet and higher education, 2012 –

GCN + Telefónica

Nebrija participa en #EducaFuturoTEmpresas de Telefónica

El pasado 17 de noviembre tuvo lugar #EducaFuturoTEmpresas, de Telefónica Empresas, un magnífico punto de encuentro para compartir proyectos, ideas y reflexiones sobre Educación: metodologías, tecnologías y nuevos espacios educativos.

Cristina Villalonga, directora de Global Campus, participó junto a Mar Camacho (directora general de innovación de la Generalitat de Cataluña) y Belén Espejo (experta en soluciones de aprendizaje de Telefónica Empresas) en una interesante mesa redonda moderada por la periodista Cristina Villanueva.

Cristina Villalonga explicó la redefinición del aula en el nuevo modelo de presencialidad híbrida en el que la Universidad Nebrija lleva trabajando varios años: tecnología puntera al servicio de nuestro modelo metodológico para optimizar la interacción en las clases, a las que asisten estudiantes desde el campus y en remoto. Todos los alumnos pueden participar en las dinámicas con sus compañeros y profesores:

Aquí podéis ver el vídeo de la jornada. La mesa redonda en la que participamos, «La digitalización de los centros: una oportunidad a presente» comienza en el minuto 56′ 20″:

Un verdadero placer compartir junto a l@s compañer@s de Telefónica este ambicioso proyecto.

¡Hasta la próxima!

Global Campus Nebrija

Presencialidad híbrida

Presencialidad híbrida en Nebrija: Un nuevo modelo educativo a partir del curso 20/21

En Nebrija llevamos varios años trabajando en la optimización de espacios de aprendizaje híbridos o mixtos. Hemos realizado algunos proyectos al respecto, el más conocido de todos (y con el que seguiremos el próximo curso), es la Room of the Future.

Hemos dado un paso más. Varios, más bien. Las circunstancias socio-sanitarias han acelerado los plazos de un proyecto que llevamos tiempo gestando y que implementaremos a partir del próximo curso. Consiste en conjugar metodología y tecnología; digitalizamos las aulas, poniendo siempre el foco en los aspectos metodológicos, para crear espacios más flexibles que permitan una experiencia muy inmersiva entre estudiantes y profesorado y cuyo resultado sea, en definitiva, una magnífica experiencia de aprendizaje para todo nuestro alumnado, independientemente de su ubicación.

Aquí tenéis un pequeño aperitivo de este nuevo modelo de presencialidad híbrida, explicado por nuestra directora, Cristina Villalonga:

Este proyecto requiere una competencia digital docente sólida y avanzada. Durante el mes de julio, desde Global Campus hemos formado ya a más de un centenar de profesores. Es un reto importante para un claustro que siempre ha demostrado un altísimo nivel de implicación y capacidad de adaptación. Son nuestros cómplices imprescindibles y solo podemos darles las gracias por su esfuerzo y excelente disposición.

Esperamos que el escenario sanitario sea favorable a partir de septiembre pero, en cualquier caso, en Nebrija estamos preparados para afrontar el próximo curso. Nuestr@s estudiantes podrán seguir formándose en las mejores condiciones posibles.

En septiembre seguiremos. Porque, ya sabéis, #EnNebrijaSeguimos.

Global Campus Nebrija

OEB 2019

Global Campus en Online Educa Berlin (OEB)

El pasado mes de noviembre Global Campus Nebrija (GCN) participó con la presentación de una comunicación en Online Educa Berlin (OEB), la conferencia anual sobre educación y formación basada en las nuevas tecnologías y en la enseñanza-aprendizaje en línea. El encuentro reúne cada año a más de 2.500 asistentes y expertos procedentes de todos los rincones del mundo para debatir e intercambiar conocimiento, experiencia y buenas prácticas en el ámbito del e-learning y de la educación a distancia. En su 25ª edición, la OEB centró su atención en la configuración de los futuros modelos de aprendizaje mediante más de 20 sesiones plenarias y 130 talleres y paneles en los que expertos del sector de la educación y de la empresa presentaron los retos y avances en el marco de la tecnología aplicada a la formación y a la enseñanza en todos los niveles de la etapa educativa. 

Para este encuentro internacional, desarrollado plenamente en inglés, y dentro del panel de expertos Courses and Learning Activities for 21st Century, Global Campus contribuyó con una publicación en la línea de las competencias transversales en entornos digitalizados bajo el título de Transversal competences in virtual environments. Design and implementation at Nebrija University. Mediante esta presentación se destacó la importancia de la transversalidad como elemento que garantiza una metodología de enseñanza de calidad en nuestra institución. Así, en esta comunicación, Global Campus dio a conocer la puesta en marcha de tres cursos en Blackboard, la plataforma LMS utilizada en la universidad para la enseñanza y el aprendizaje: 1) Liderazgo transformacional; 2) Digital Mindset y 3) Resiliencia y gestión del estrés con mindfulness.

Imagen: Ponentes de la comunicación. Fuente: App OEB Berlín

El objetivo principal que se perseguía con el desarrollo de estos tres cursos era mejorar las competencias de los estudiantes y prepararlos para su inserción en el mercado de trabajo en un futuro. Así, la formación sobre Liderazgo transformacional se centra en la importancia de fomentar las competencias clave de futuros líderes profesionales con el objetivo de que el alumnado aprenda a valorar el trabajo en equipo y a gestionar el talento humano gracias a su capacidad de liderazgo. Por su parte, Digital Mindset es un curso destinado a que nuestros estudiantes desarrollen las competencias digitales y el espíritu emprendedor, dos cuestiones necesarias para afrontar los retos de la sociedad actual. Por último, Resiliencia y gestión del estrés con mindfulness destaca la inteligencia emocional como cualidad esencial para el desarrollo de las habilidades sociales de los profesionales, como la persistencia, la gestión del tiempo y la comunicación en todas las esferas de la vida laboral. Con todo ello, Global Campus destacó en este encuentro internacional que es necesario formar profesionales capaces de entender y afrontar los desafíos de un mundo hiperconectado y globalizado y que es en este sentido donde la Universidad Nebrija apuesta por un modelo de educación transversal que abarque la formación de todos nuestros estudiantes en todas las esferas del entorno laboral.


Irene Flores

Gestora e-learning y reponsable del proyecto «Marca académica» de Global Campus Nebrija



Generación Z

Autora: Celia Miguel Marcelo

 

 

Me llamo Celia y pertenezco a la Generación Z, es decir, a la primera generación nacida en la era digital y que, por ende, ha recogido el relevo de los, en ocasiones tan criticados, millennials. Nativos digitales, tendemos a desconfiar del sistema educativo tradicional del que todavía hemos sido partícipes, pues se sustenta en métodos de evaluación que miden la capacidad memorística del alumnado. En cambio, la facilidad con la que podemos acceder a cualquier información y, en definitiva, la inmediatez que nos caracteriza propicia que dicho sistema se quede obsoleto, motivo por el cual debe reinventarse.

A lo largo de mi vida estudiantil, he sido testigo de la introducción muy paulatina de las nuevas tecnologías en las aulas. No obstante, la mentalidad del profesorado permanecía impasible: pese a que la era digital ya era un hecho, multitud de colegios e institutos permanecían aferrados a los clásicos métodos de enseñanza. Sin embargo, al entrar en la Universidad Nebrija percibí una notoria transformación en cuanto a un sistema educativo que, genuinamente, asumí con absoluta naturalidad, pues el modo de impartir clase se adecuaba al siglo XXI.

Es obvio que la irrupción de las nuevas tecnologías en la Universidad ha cambiado los paradigmas del aprendizaje debido a que, en este caso, sí que existe una conciencia tecnológica entre el profesorado. Verbigracia, la pizarra digital no constituiría un mero elemento ornamental del aula, como pudiera suceder en secundaria, sino que pasaría a formar parte activa de cada clase. Asimismo, me he percatado de numerosos detalles más que determinan la diferencia entre el sistema educativo tradicional propio del instituto y el sistema educativo adaptado a los nuevos tiempos del que estoy disfrutando en la Universidad. En primer lugar, llama la atención la diferencia del material escolar necesario para cada institución: mientras que antes cargaba con una mochila repleta de libros, cuadernos y bolígrafos, ahora me basta con llevar un ordenador en el que tomar todos mis apuntes, buscar información, hacer los trabajos… Cabe destacar que las entregas de los proyectos se realizan a través de un “Campus Digital” en el que, además, los profesores cuelgan anuncios con información de interés. Asimismo, mediante esta plataforma podemos participar en distintos foros que fomentan la comunicación entre todos los miembros de la Universidad Nebrija: alumnado y profesorado, quienes además pueden contactarse a través de un correo electrónico institucional. Se crea así una pequeña comunidad con una gran interacción que evita la dispersión del alumnado. Por lo tanto, pese a lo que los detractores tecnológicos puedan objetar, es un hecho que las nuevas tecnologías constituyen un medio eficaz para construir una comunidad universitaria hacia la que sentir apego, pues este contacto directo humaniza la institución y cohesiona a todos los integrantes de la misma.

Estos tan solo son algunos de los múltiples ejemplos de transformación tecnológica que asumí al ingresar en la Universidad Nebrija, institución que ha sabido adaptarse a las necesidades de la Generación Z, una generación digital, emprendedora e inconformista, preparada para adaptarse a cualquier transformación que se produzca en la sociedad.

 

Celia Miguel Marcelo

Estudiante y colaboradora de Global Campus Nebrija