Aprender jugando

En la II Jornada Smart Campus, celebrada en la Universidad Nebrija, el 10 de julio de 2020, tuve ocasión de aludir a los beneficios de la gamificación en el aprendizaje del Derecho. El objetivo es pasar de una enseñanza más tradicional de los conocimiento jurídicos basada, sobre todo, en la clase magistral, a otra más lúdica, donde el estudiante se motive cuando aprende jugando. La propuesta de escenarios docentes donde prima el entretenimiento en la enseñanza permite plantear retos constantes a los que están sometidos los estudiantes. Con ello se consigue generar una implicación permanente por conseguir avanzar en los diferentes desafíos propuestos y llegar al final siendo el mejor de la competición. A todo el mundo le gusta ganar y pasárselo bien, por lo que si a ello le unimos la derivada del conocimiento, nos encontramos ante una herramienta muy potente para complementar otros tipos de docencia que puedan emplearse en cualquier aula de una Facultad de Derecho.

Unido a lo anterior es imprescindible referirse a la importancia que las TIC y las APP van a tener en este cambio de paradigma. El objetivo es ofrecer recursos docentes gamificados en formato digital para conseguir una mayor aceptación por parte del colectivo de estudiantes, en tanto que se trata de nativos digitales. Se pueden encontrar plataformas que proporcionan distintas opciones de juego para la enseñanza. En el caso de Educaplay tenemos desde los más conocidos, como crucigramas o sopas de letras, hasta los que se han hecho populares más recientemente, como la ruleta de palabras. En este último caso, se puede pedir a los alumnos que identifiquen palabras que empiecen o contengan la letra que corresponda del abecedario, en función de las definiciones que se les ofrezcan en cada momento. Se puede limitar el tiempo para realizar la actividad, así como el número de intentos que tiene el usuario para completar el ejercicio o si la respuesta es sensible a mayúsculas y/o a los acentos.

Otro tipo de juego que está más relacionado con el aprendizaje basado en problemas sería la gincana, que contiene diferentes etapas con distintas pruebas o retos. Se considera una fórmula adecuada para explicar relaciones jurídicas que se prolongan en el tiempo, para lo que se pueden utilizar dos herramientas tecnológicas, Timeline y Tiki-Toki, que permiten representar líneas del tiempo en las que se van a desarrollar los acontecimientos objeto de estudio. Una vez identificados estos últimos, es decir, los momentos claves de la línea del tiempo, se puede proceder a suministrar la prueba o reto que en cada uno de ellos el alumno debe investigar a través de la realidad aumentada. Con imágenes 3D, texto, audio y enlaces web insertos en un código QR se pueden representar los diferentes hitos que deben ser investigados. A continuación, se desplegará un árbol de decisiones donde el operador jurídico adoptará una determinada resolución ante un problema de gestión de la realidad, eligiendo de entre todas las opciones disponibles la más conveniente al interés individual o colectivo.

Como quiera que son múltiples las facetas que el estudiante tiene que desplegar para aprender con la gamificación tecnológica, se puede concluir que la adquisición de competencias se lleva a cabo sin ningún género de duda. Así, la expresión oral y escrita resultarán necesarias para dar respuesta a determinados supuestos, ya bien sea por la necesidad de realizar disertaciones sobre alguna cuestión que deba ser grabada o por tener que redactar un escrito a modo de dictamen. Pero también pueden plantearse trabajos en equipo o situaciones donde deban abordarse aspectos basados en una cierta multiculturalidad o con dosis de internacionalidad variada. En definitiva, se fomenta la motivación para el estudio y se incita al aprendizaje por descubrimiento, en tanto que la digitalización ofrece un mundo de posibilidades infinitas que, a través de la gamificación, contribuyen a transformar la realidad de la enseñanza desde las opciones más tradicionales hasta otras mucho más vanguardistas, con lo que ello tiene de componente seductor para lograr el éxito del aprendizaje en los estudiantes.

Lidia Moreno Blesa

Profesora Ayudante Doctor de Derecho Internacional Privado de la Universidad Complutense de Madrid

Premios Smart Challenge 2018: Mejor uso pedagógico de herramientas

Continuamos repasando los premios Smart Challenge otorgados el pasado mes de julio. En esta ocasión, nos centramos en la categoría «Mejor acción pedagógica / Uso pedagógico de herramientas».

 

Antonio Ramos

El profesor Antonio Ramos presentó dos buenas prácticas desarrolladas en la asignatura “Habilidades docentes y gestión en el aula de ELE” del Máster en Lingüística Aplicada a la Enseñanza del Español como Lengua Extranjera (ELE) de la modalidad online.

  • ¿Cuál era la finalidad de estas actividades?

A través de estos dos ejercicios se trabaja el desarrollo de una de las competencias específicas que todo estudiante debe desarrollar a lo largo de su vida estudiantil: el trabajo colaborativo y cooperativo. Sin embargo, el docente quiso añadir también un paso más en la elaboración de estas actividades y fue el carácter evaluativo por parte del propio alumnado, considerando que es una parte fundamental que deberá aplicar en su futuro laboral.

  • ¿Cuáles fueron las actividades que desarrolló?

La primera de ellas fue una wiki colaborativa a través de grupos de trabajo formados por ocho estudiantes cada uno. A lo largo de la actividad, se detallan los diferentes pasos que el alumnado tiene que seguir para elaborar el trabajo y construir la wiki.

 

Imagen: Antonio Ramos durante el Smart Challenge 2018. Fuente: GCN.

 

Sin embargo, esta actividad no finaliza en este punto. Hay una segunda parte que consta de la evaluación pero en este caso también se le da más protagonismo al alumnado. En primer lugar, es el alumnado quien tiene que evaluar su trabajo, es decir, llevar a cabo una autoevaluación a través de la rúbrica elaborada por el profesor. Es importante que justifiquen con un breve comentario la selección del nivel de desempeño elegido en cada criterio. En segundo lugar, una vez que ya han publicado su trabajo en la wiki, los demás grupos tienen que leerla y evaluarla, es decir, hacer una coevaluación. Esta evaluación se realiza a través de comentarios en la propia wiki.

 

La siguiente práctica que compartió está basada en la reflexión del estudiante acerca de la asignatura y los contenidos, es decir, un “diario de profesor ELE” como se denominó que debía realizarse a lo largo de toda la asignatura. Utiliza la herramienta portafolio y qué mejor manera de mostrarlo que a través de un ejemplo concreto de una alumna. El alumnado debía compartir lo que aprendía y las dudas que le iban surgiendo a medida que iba avanzando la asignatura.  Se les daban unas pautas sobre cómo tenían que editarlo pero también en relación a las cuestiones técnicas aportando tutoriales de la plataforma Blackboard Learn.

Asimismo, esta actividad se propuso también como autoevaluación y coevaluación teniendo una ponderación un poco más elevada que el resto de actividades.

Antonio comentó que a medida que el alumnado iba realizando las entradas en el portafolio se observaba una mayor reflexión sobre los temas tratados en la propia asignatura y sus puntos de vista.

 

Clara Vizoso

Este año, la docente Clara Vizoso, profesora del Máster en Tecnologías de la Información y la Comunicación para la Educación y Aprendizaje Digital, nos ha recordado un aspecto de la magia pedagógica que en muchas ocasiones es obviada por la sobrecarga informativa de las nuevas tecnologías. Las redes sociales, canales de información y, en general, todo el compendio que forman las TIC pueden llegar a saturar de información al docente, haciéndole olvidar la utilidad de las herramientas más cotidianas, que a pesar de ser sencillas, si se aplican correctamente son igual o incluso más potentes que las más innovadoras.

  • ¿Qué actividad nos presenta Clara este año?

Clara presenta la evaluación por pares donde el alumnado se evalúa a sí mismo, dentro de un mismo grupo o entre pequeños grupos siguiendo siempre las indicaciones dadas por la docente.

Este modelo de evaluación “obliga” al alumnado a comprometerse de manera activa en el desarrollo de la asignatura.  Además bien dirigida puede ser una gran estrategia para ayudar a los alumnos a identificar sus fortalezas y debilidades, a desarrollar su espíritu crítico de una manera constructiva y a responsabilizarse y comprometerse más con su propio aprendizaje. Esto último se justifica con el ejercicio de poder que tiene que realizar el alumnado al concienciarse de que la nota de otros estudiantes depende de su valoración, además de que su propia nota también dependerá de la valoración de sus iguales. En este sentido, el razonamiento críticolas valoraciones constructivas y la profesionalidad se ven fomentadas.

 

Imagen: Presentación de Clara Vizoso en el Smart Challenge 2018. Fuente: GCN.

 

Tanto la profesora como sus estudiantes han valorado muy positivamente esta acción pedagógica implementada el pasado curso.

 

Tanto Antonio como Clara han compartido con tod@s nosotr@s dos buenas prácticas docentes que servirán para inspirar a otros profesores. Seguimos creciendo y mejorando nuestro modelo tecnopedagógico gracias a profesionales como ellos. ¡Enhorabuena a ambos!

 

Global Campus Nebrija

 

 

 

 

Blackboard Learn, algo más que una plataforma digital

Cuando inicié los estudios universitarios, el concepto de sociedad del conocimiento comenzaba a extenderse entre los estudiantes. Fue el Dr. Fernando Moliní Fernández, profesor titular del área de Geografía Humana, del Departamento de Geografía de la Universidad Autónoma de Madrid, quien nos introdujo en la comprensión de este nuevo planteamiento. Siendo su finalidad la de hacernos discernir cómo el mundo comenzaba a configurarse en torno a un nuevo modelo económico, social y cultural en el que la información, y siguiendo las palabras de Manuel Castells Olivan, adquiría la condición de materia prima básica. Por lo que, su adecuado tratamiento y posterior difusión, serían factores clave para el desarrollo de la sociedad actual.

No obstante, lo más significativo de este nuevo paradigma no se encuentra tanto en la generación de información, ya que esto ha sido una de las máximas presentes en cada una de las etapas de la historia de la humanidad, sino en la facilidad de acceso a dicha información y, principalmente, su elevada velocidad de producción y distribución. Lo que ha conducido a la generación de una comunidad de aprendizaje permanente y  favorecedora de que los profesionales, tanto de las últimas generaciones como de las venideras, no lleguen a abandonar el rol de estudiantes, con el fin de evitar caer en la indeseada obsolescencia.

Pero, ¿por qué iniciar esta aportación aludiendo a la sociedad del conocimiento? La respuesta se encuentra en la intención de focalizar la atención en tres aspectos fundamentales del citado paradigma: Tecnologías de la Información y la Comunicación, Redes de Información y el papel de profesionales interesados en una continua ampliación del conocimiento. Todos ellos presentes en la comunidad en la que nos hemos “enrolado”: el Campus Virtual Nebrija.

En este contexto, las archinombradas Tecnologías de la Información y la Comunicación, se constituyen como el andamiaje facilitador del citado modelo. Pero, más allá de la función de las TIC como instrumento de búsqueda y difusión de la información entiendo que, realmente, ha sido su democratización y la consiguiente generalización e implementación en todos los sectores, que participan en la sociedad,  lo que, a día de hoy, nos permite poder hablar de su empleo en el campo de la educación. Incluso más allá del ámbito universitario, esto es, en todas y cada una de las enseñanzas que constituyen el sistema educativo nacional, sin olvidar la formación profesional no inicial o para el empleo. El resultado es que, en nuestro campo de interés, las TIC han posibilitado que la educación se flexibilice y no solo eso, sino que, estas herramientas se diversifiquen adaptándose a las necesidades de todos los agentes que constituyen la comunidad educativa. Un ejemplo realmente cercano para todos nosotros es la plataforma Blackboard Learn, una de las piezas fundamentales que integran el proyecto digital Nebrija.

El siguiente aspecto a señalar es que este espacio digital parte con la creación de una red de transferencia de información y de conocimiento permitiendo, asimismo, la proliferación de nodos para el depósito, tratamiento y distribución de información específica, tal y como son los foros, blogs y wikis que cada docente puede crear en el entorno del aula virtual, con la colaboración inexcusable de sus alumnos.

Todo ello conduce a la tercera cuestión a señalar, probablemente, la que mayor interés puede suscitar entre docentes y discentes: la motivación por participar en un proceso de aprendizaje continuo que conlleva a no abandonar el, para mí tan “amado”, rol de estudiante.

Con toda esta presentación, mi interés particular es el de expresar cómo la plataforma Blackboard Learn, además de ser una potente herramienta, con la que es posible participar en el proceso de enseñanza – aprendizaje, de las distintas especialidades que ofrece la Universidad Antonio de Nebrija, se puede entender, en sí misma, como un “contenido” más de dichas especialidades.

En mi caso concreto, como docente del Máster de Formación del Profesorado, en la especialidad de Hostelería y Turismo, una de las finalidades de mi participación en la comunidad Nebrija es la de colaborar en la capacitación de futuros profesionales de la enseñanza de Formación Profesional, en la familia citada. En este punto confluyen diversos aspectos por los que opino que Blackboard Learn debe ser entendida por los alumnos como un contenido a interiorizar, para su posterior aplicación en el campo de la docencia, estos son:

  • El hecho de participar en la edición de este máster empleando la plataforma Blackboard Learn puede y debe ser entendido como un proceso de formación conceptual, procedimental y actitudinal dado que la formación profesional inicial, tal y como señala la legislación vigente en materia de educación, permite la modalidad a distancia a través del empleo de plataformas de carácter digital. Por lo que, si este fuera el caso, lo alumnos del presente máster ya contarían con un plus en el aprendizaje adquirido con el desempeño realizado con el uso de esta plataforma en su rol de alumno. De manera que, su experiencia podría ser entendida como una ventaja competitiva que, indudablemente, beneficiaría a la excelencia de sus resultados profesionales, ya que estos podrían aplicar todas las ventajas del manejo de una plataforma digital e introducir medidas correctoras en aquellos aspectos que ellos entiendan conveniente.
  • La Orden ECD/65/2015 de 21 de enero, por la que se describen las relaciones entre las competencias, los contenidos y los criterios de evaluación de la educación primaria, la educación secundaria obligatoria y el bachillerato recoge las competencias clave del Sistema Educativo Español. Entre ellas, se encuentra la digital, la cual cual deberá ser tratada por los futuros docentes en el aula, de acuerdo a los objetivos y competencias establecidos para cada uno de los títulos de formación profesional en los que participen. En este caso, y continuando la línea expresada en el párrafo anterior, entiendo que la experiencia adquirida por los alumnos, en la realización de un máster empleando una potente herramienta digital debe ser aprovechada en pro de capacitar a sus futuros alumnos en la adquisición de la competencia digital.
  • Otra cuestión que, también entiendo básica, es que los aún alumnos deben tener en cuenta que el aprendizaje social de sus futuros alumnos ha tenido lugar en un ambiente en el que la convergencia digital se ha incorporado a su cotidianeidad. Lo que, para mí requiere una notable capacitación de los futuros docentes en este campo, de forma similar al que se produce en aquellos sobre los que versan los módulos de los que serán titulares. En este caso, una vez más, entiendo el uso de Blackboard Learn como un proceso de interiorización de contenidos.
  • Los futuros docentes serán participantes del denominado proceso de innovación docente y, aunque el empleo de TIC en el aula, no puede entenderse de forma aislada como sinónimo de innovación en este campo, si es cierto que es una herramienta que facilita el cambio de procesos conducentes a la mejora de la calidad educativa. En este caso, con un aprendizaje, de carácter puramente procedimental, en el empleo de herramientas digitales facilitará que los alumnos participantes en este máster cuenten con una base para el diseño de proyectos en esta línea.

Con todo esto, espero que estas reflexiones sean de interés para el proyecto Nebrija, en el que llevo inmersa menos de un año y, al igual que los alumnos, en un proceso de formación y de intento de mejora continua, gracias a las oportunidades que ofrece esta gran comunidad.

 

Eva María Díaz

Eva María Díaz Alandi

Profesora del Máster Universitario en Formación del Profesorado de ESO y Bachillerato, FP y Enseñanza de Idiomas

Algunas reflexiones sobre el uso de las TIC en ELE, desde la neurolingüística

Desde la perspectiva neurolingüística, el uso de las TIC en el aula, es un estímulo positivo que contribuye a la variedad o a la sorpresa. Esto provoca en el cerebro del alumno una producción de dopamina que es la responsable de ciertas actitudes de nuestros alumnos como lo son la atención, la motivación, la disposición para participar en clase, para colaborar en grupos, para trabajar en parejas, entre otras más.

Como docentes de ELE, nos vemos perseguidos por ese fantasma que es la atención del alumno ¿cómo lograr mantener la atención de nuestros alumnos, cómo motivarlos, cómo satisfacer sus necesidades? Y una vez que lo hemos conseguido nos surgen más preguntas como ¿lograrán nuestros alumnos retener lo aprendido? Y son estos, entre otros cuestionamientos, los que nos llevan a usar las TIC en el aula de ELE por ser una herramienta que nos permite una posibilidad inmensa de recursos, tales como videos, canciones, ejercicios interactivos, hacer descargas a dispositivos electrónicos, crear cursos en entornos virtuales, realizar evaluaciones, entre otras posibilidades más.

Sin embargo, a pesar de todo lo que se ha dicho sobre las TIC los resultados obtenidos mediante su uso no son siempre halagadores y nos preguntamos por qué. ¿Por qué si por todos lados se proclaman las maravillas de las TIC a mí no me funcionan como se supone deberían hacerlo? No hay una sola respuesta pero, sí la certeza de que un mejor conocimiento sobre lo que produce el uso de las TIC en el cerebro de nuestros alumnos, nos puede ayudar a ello.

Por esta razón, en este post abordamos este tema desde la neurolingüística; disciplina de la lingüística aplicada, que estudia el cerebro humano y que nos permite tener una visión más completa de cómo se produce el proceso neurocognitivo que hace posible el aprendizaje.

El post del profesor Guillermo Filippone sobre la “Construcción de confianza en entornos online” ha hecho ya, una primera aproximación a los estudios neurocientíficos sobre la importancia de las emociones y ha mencionado el papel de la amígdala. Por ello en este post hablaremos de las amígdalas que, junto con el hipocampo son responsables, entre otras cosas, de la atención de nuestros alumnos en clase y de la fijación de los conocimientos.

La neurolingüística reconoce que el aprendizaje se produce por la construcción de una red asociativa de conocimientos mediante la conexión de un grupo de neuronas y que es mediante la práctica de las actividades y la repetición como se provocan una serie de estímulos cerebrales de los cuales depende la memorización a corto o a largo plazo.

Esta nueva red de conocimientos se almacena en la corteza cerebral atendiendo, además, a las competencias del alumno. La importancia de dicha corteza radica, en que es la naturaleza biológica del lexicón mental, lo que desde la psicolingüística se define como el lugar donde reside el conocimiento. Esta corteza está formada por neuronas o células neuronales, las cuales se conectan con otras mediante un proceso denominado sinapsis y transmiten impulsos (señales) al sistema nervioso, la transmisión, conocida también como reverberación, se produce mediante sustancias químicas llamadas neurotransmisores, siendo uno de ellos, la dopamina.

Sin embargo, hay un paso previo a esas conexiones, puesto que, para que la información que recibamos llegue al córtex, esta, tiene que pasar por unos filtros que influyen para ese almacenamiento, pudiendo esos filtros, incluso, bloquear ese paso. Esto se explica de la siguiente manera:

Nuestro cerebro, está expuesto a un caudal enorme de información pero, para procesarla, debe seleccionar la que le interesa y es ahí donde intervienen dos órganos internos cerebrales: las amígdalas (tenemos una en cada hemisferio cerebral) y el hipocampo, que actúan como guardianes para proteger al cerebro de una sobrecarga de información. La amígdala funciona como una alarma que le indica al cerebro cómo debe reaccionar y el hipocampo es el que regula las emociones, ambos trabajan conjuntamente y juegan un papel importante en la formación de la memoria (Fuster, J., 2010).

Siguiendo este proceso, una vez que las amígdalas y el hipocampo han seleccionado la información que pasará al córtex y no ha habido emociones negativas que bloqueen la introducción al cerebro de esa información, lo que sucede a continuación es una producción de dopamina que es realizada por estos mismos órganos. ¿Y por qué es importante la dopamina? Porque de acuerdo a las investigaciones neurolingüísticas, la dopamina es un elemento indispensable en el aprendizaje, ya que sin ella, las sinapsis no serán fuertes y los conocimientos no perdurarán, es decir, sin una producción suficiente de dopamina, nuestros alumnos olvidarán lo aprendido.

Pero además, la dopamina es responsable de otros factores importantísimos en el aula, Willis (2015) señala que, en el aprendizaje, la dopamina provoca placer, curiosidad, atención y motivación. Y no solo eso, la dopamina influye también, en los impulsos que recibe nuestro cerebro relacionados, por ejemplo, con el movimiento, disfrutar música, la disposición para tener sentido del humor u optimismo o, dicho de otra manera, esta es la razón por la cual podemos captar o no, la atención de nuestros alumnos o porque ciertas actividades funcionan muy bien con un grupo y con otro no.

Para producir dopamina entran en juego las emociones positivas, las cuales se pueden producir mediante el uso de recursos como canciones, videos, actividades lúdicas, el uso de imágenes o colores en los ejercicios/ actividades que presentamos al alumno y, en general, con toda actividad que rompa la monotonía en el aula y que provoque curiosidad en el cerebro de nuestros alumnos y es aquí donde, desde la neurolingüística, se reconoce el papel de las TIC en el aula.

Las TIC contribuyen a la novedad, la cual favorece la atención porque activa la curiosidad que es un rasgo natural en los seres humanos e implica una emoción positiva (Waelti, Dickinson y Schultz, 2001). Sin embargo, el docente debe ser consciente de cómo utilizar estas herramientas, determinar cuáles se adaptan mejor a sus alumnos y cuándo es conveniente usarlas, no olvidando que, provocar ocasiones que den oportunidad al alumno de practicar lo aprendido fuera del aula, favorecerá la reflexión, el trabajo autónomo y la creatividad (Willis, 2015) y, que lo monótono y rutinario, aun cuando sean actividades elaboradas con las TIC, no producirá suficiente dopamina y conseguirá el efecto contrario al que deseamos, es decir, aburrir al cerebro.

Por lo anterior, podemos considerar que las TIC son, indudablemente, una gran herramienta para el docente y que, usadas de manera responsable, conscientes de nuestro papel de facilitadores de conocimientos, nos sirven para apoyar al alumno en su aprendizaje contribuyendo con ello a su autonomía. Sin dejar a un lado, el hecho de que, su uso implica la capacitación del docente y de todas las personas involucradas, bien sean administradores, gestores o tutores, para conseguir que su aplicación en el aula genere emociones positivas y no caer en la rutina.

No olvidemos que es lo novedoso, la variedad, la sorpresa y no lo rutinario, lo que activa la curiosidad en el cerebro de nuestros alumnos y produce más dopamina y… a mayor producción de dopamina, mejor actitud de nuestros alumnos, mejor fijación de conocimientos, mejor disposición para el trabajo colaborativo y muchos otros beneficios para el proceso enseñanza-aprendizaje.

 

Laura Guzmán

Laura Olivia Guzmán Suasnávar

Profesora de español como lengua extranjera

Máster en lingüística aplicada a la enseñanza de ELE

 

Moleskine, la libreta digital

En el mundo digitalizado en el que vivimos, todos nosotros, en mayor o menor medida, hemos tenido que adaptar o cambiar nuestros hábitos básicos de trabajo, comunicación, interacción y búsqueda de información. En concreto, los docentes, también debemos “actualizarnos” y subirnos al tren de la digitalización, fundamentalmente para hacer que la escuela no quede rezagada y evolucione al mismo ritmo que las demás áreas de la sociedad.

Muchos profesores intentan que sus clases resulten modernas y atractivas para el estudiante, pero se limitan a hacer lo de siempre, aunque, eso sí, con un formato diferente. Evidentemente estos cambios no afectan al proceso de enseñanza-aprendizaje en absoluto y la gran mayoría de las clases siguen siendo iguales que hace años, pero, por ejemplo, en vez de utilizar una transparencia, ponen una PPT, o en vez de entregar una fotocopia con el típico ejercicio de huecos, lo proyectan y completan con una pizarra digital. Diríamos, desde el saber popular, que “es el mismo perro con distinto collar”.

Por otra parte, el docente muchas veces se siente abrumado por el exceso de programas, herramientas, software educativo, gadgets y aplicaciones que hay en el mercado para “facilitarle” la labor del día a día en el aula y le resulta imposible aprender lo que cada vez llega más y más rápidamente, produciendo, en muchas ocasiones, una ansiedad y complejo de inferioridad considerables.

En mi caso, creo que intento con más o menos éxito, diferenciar “lo que está de moda” de “lo que me conviene”. Me explico:

Soy una persona al corriente de los avances del mundo tecnológico y las TIC forman parte de mi vida diaria. Sin embargo, sigo utilizando la pizarra de rotulador, cuadernos de papel y las tarjetitas de siempre, al lado de herramientas de autor como Constructor o Cuadernia, software como Camtasia o Aumentaty Author, programas como Powtoon o Adobe Presenter, cuadernos digitales como Moleskine Smart Writing Set. La cuestión principal es que no debemos usar estos medios sin una justificación real y auténtica, sin que aporten realmente algo distinto al aula, al alumno y, por supuesto, a su aprendizaje.

Por eso hoy voy a hablar brevemente de la Moleskine Smart Writing Set, un conjunto de elementos que, según podemos leer en la página de Moleskine:

«…is a system made up of three objects – the special Paper Tablet notebook, the smart Pen+ and a companion App – that enable you to digitally edit and share what you create on paper in real-time without taking a photo, uploading files, or scanning documents».

Y el video explicativo lo podemos ver aquí.

“¡Parece cosa de brujería!”, que diría María Barranco en la famosa película de Almodóvar, ¿no es cierto?

Pues aquí tengo mi set de Moleskine, que ya he utilizado para realizar una actividad sobre las frases hechas relacionadas con el cuerpo humano:

Moleskine

El paquete se compone de una libreta digital y una pluma que se carga con un cable de móvil:

Libreta digital y pluma_Moleskine

¿Y cómo funciona?

En primer lugar, hay que descargar en el móvil la app que necesitas para sincronizarlo con la pluma y la libreta mediante bluetooth. La app se llama Neo notes y la puedes descargar para Apple o para Android.

Después debemos sincronizar la pluma y la app, con lo cual mientras vamos escribiendo o dibujando en la libreta, esos trazos se ven en el teléfono (o tablet) al mismo tiempo:

Moleskine 01

Libreta y móvil, respectivamente.

Puedes cambiar el color de los trazos, moverlos, etc. y después enviarlo por email o compartirlo en redes sociales o con tu propio ordenador:

Moleskine 03
Opción de compartir: teléfono y libreta, respectivamente.

¿Y cómo podríamos utilizar la Moleskine en nuestras clases? Aquí van algunas ideas:

  • Hacer cuadros o esquemas.
  • Tomar notas a mano, que digitalizaremos después.
  • Crear imágenes propias, sin el consabido miedo a los derechos de autor.
  • Formar grupos de trabajo y enviarnos documentos al instante.
  • Enviar tareas a los estudiantes.
  • Compartir trabajos o imágenes en redes sociales.
  • Diseñar y dejar volar la imaginación.

En próximas entradas os contaré mis experiencias con la Moleskine…¡el futuro está aquí!

Paz Barlomé

Paz Bartolomé

Profesora del Centro de Estudios Hispánicos

El amor en los tiempos de la virtualidad

“Muchos años después, frente a la pizarra digital, el profesor de la Universidad Nebrija había de recordar aquella remota navidad en la que su padre le regaló su primer ordenador”, y es que el profesor del siglo XXI se enfrenta a retos competenciales a los que ha de responder, habiendo recibido una formación ya obsoleta.

Todos elegimos una profesión por algún motivo, en mi caso fue por amor (pedagógico). Me enamoré del profesorado por su valentía, por ponerse frente a la barrera y capear la disonancia entre lo aprendido en su formación universitaria y la necesidad de responder a una sociedad completamente diferente, cambiante, pero sobre todo exigente. Y decidí aprender de ellos, con ellos y para ellos. Dejar una pequeña huella en el mundo al servicio de la educación, desde detrás del escenario, leyendo el guion entre bambalinas, sin ser vista por el respetable público.

Y es que, en las aulas de hoy ya no se imparten clases magistrales en las que explorar los contenidos de la asignatura, sino que tratamos de poner a disposición redes de información, para invitar al alumno a que sea el protagonista de su propio aprendizaje. El profesorado de hoy no solo ha de preocuparse de transmitir el mensaje, sino que el medio o herramienta, el contenido y la metodología que emplea, requiere de una actualización constante para dar respuesta a ese alumnado que nos lleva amplia ventaja en el nivel de competencia digital.

Ilustración 1 post AnaIlustración 1. Fuente: www.uemc.es

Si bien es cierto que desde la pedagogía, la sociedad demanda una compleja y variopinta gama de respuestas, la formación del profesorado se presenta como el pilar básico para la reducir la brecha entre dicha demanda y la oferta del servicio educativo. Es en este nuevo papel del profesor de la sociedad de la información y la comunicación, en el que el docente ha de recibir toda la ayuda posible, toda la formación posible, toda la colaboración posible, para que pueda dar respuesta en su no baladí compromiso social.

En teoría todo muy sencillo ¿cierto? Pero en la práctica no lo es tanto. Fue a partir de la primera década de los 2000 cuando se empezaron incorporar herramientas atractivas donde la enseñanza y el aprendizaje parecían vivir una segunda luna de miel, donde la figura del maestro, se podía permitir crear actividades a través de “juegos” y el ritmo de la enseñanza se ajustaba a la nueva forma de aprender, rápida, mediante estímulos breves y un proceso de retroalimentación a tiempo real, efectivo y motivador. Pero tras el flechazo inicial, llegan los reproches, y es que hemos cambiado las herramientas y adaptado a ellas los contenidos, pero seguimos sin tener muy claro de qué forma podemos avanzar a través de nuestra relación.

Ilustración 2 post AnaIlustración 2. Fuente: idasyvenidasdelastic.blogspot.com

Pues si bien ya conocemos qué enseñar y con qué recursos tecnológicos, no es sino a través del ¿cómo? donde el profesor sabe que está utilizando las herramientas adecuadas, poniendo a disposición de la comunidad educativa contenidos vivos y una metodología adaptada para aprender a aprender y aprender a enseñar.

Afortunadamente, a día de hoy se está avanzando en modelos que sirvan de guía a este matrimonio que no va a dar marcha atrás, modelos exhaustivos en los que la formación del profesorado no se limitan a la utilización técnica de la herramienta, sino donde realmente se ha entendido el empaque señorial de los entornos digitales, y la importancia de estudiarlo desde la investigación en la educación superior.

Fue en mi aterrizaje en la Universidad Nebrija, donde por primera vez desde que me embarqué en el camino de la formación del profesorado en el uso de las TIC, he podido percibir una preocupación real en el uso adecuado de la tecnología como parte clave de la educación superior, donde se siente el respeto suficiente al alumnado del siglo XXI como para trabajar, investigar, diseñar y ejecutar un modelo equiparable a cualquiera de las mejores universidades europeas, donde se trazan rutas que sirvan de faro para nuestros docentes en su tarea de actualización permanente, donde se acompaña compartiendo, aprendiendo entre todos desde el rigor científico en esta ya adolescente área de conocimiento, una universidad donde al fin y al cabo se respira el amor por la educación.

Ana Regatero

Ana Regatero

Formadora blended