El pasado viernes 29 de abril Residencias Nebrija celebró su XII Acto de Graduación, en el que se impusieron las tradicionales becas a los residentes que cumplen su tercer año de residencia y a aquellos que finalizan sus estudios este año. La ceremonia tuvo lugar en el salón de conferencias de la Residencia Universitaria Augustinus-Nebrija, y convocó a alrededor de una treintena de graduados y a los responsables de cada residencia.
El acto sirvió para hacer un repaso a las formas de convivencia, estudio y actividades dentro de Residencias Nebrija durante este curso 2021/2022, también marcado por la pandemia y por los protocolos para hacer frente al covid-19. Repaso que los asistentes pudieron ver en forma de imágenes gracias a un vídeo conmemorativo del curso académico que se proyectó durante el evento.
Susana Castroverde, directora general de Residencias Nebrija, inauguró el acto con un discurso en el que puso en valor la capacidad de adaptación, la voluntad y el ejemplo de conducta de los residentes a la hora de afrontar los cambios y sacrificios requeridos durante estos dos años de pandemia. Unos cambios y sacrificios “en varios sentidos: familiar, social, académico…”, además, “en unos años de la vida en los que resulta muy difícil hacerlos”.
Asimismo, quiso subrayar la labor de todo el personal de Residencias Nebrija, por su “ilusión y empeño” a la hora de trabajar cada día para hacer de la experiencia de los residentes la mejor posible. Con un especial recuerdo para aquellas compañeras que se han jubilado durante este curso tras años formando parte del equipo.
De igual modo, Castroverde insistió en la importancia de conservar las “redes de confianza” en el futuro con vistas al desarrollo personal y laboral, ofreciendo el Club de Antiguos Residentes como vía para alimentar estas redes y seguir en contacto con los compañeros y amigos del entorno de la residencia.
Durante la ceremonia también pudimos escuchar unas palabras de las residentes Aurora García, María Serrano y Paloma Peteira en representación de las residencias Augustinus-Nebrija, Nebrija-Chamberí y Nebrija-Corazonistas respectivamente. Todas alternaron sus discursos con la imposición de becas por parte de los responsables de cada residencia a sus graduados.
Aurora García destacó el crecimiento y el aprendizaje colectivos a lo largo de estos cursos gracias al apoyo de la “nueva familia” creada entre “los residentes y el personal de la residencia”; un vínculo que, según García, ha facilitado mucho las cosas a la hora de adaptarse a una “nueva forma de vivir” como consecuencia de la pandemia.
Por su parte, María Serrano calificó a la residencia como una “segunda casa lejos de la primera”, y resumió su paso y el de sus compañeras por la misma con la palabra “serendipia”: en ella quiso condensar toda una serie de anécdotas cotidianas y unas cariñosas palabras tanto para el personal como para las demás residentes. Como cierre, declaró: “Al final fuisteis vosotras, junto a las maravillosas trabajadoras y trabajadores, las que hicisteis de cuatro paredes un pequeño hogar en el inmenso Madrid”.
Paloma Peteira alabó el trato de todo el equipo de la residencia, especialmente por su capacidad para lograr que los residentes vivan la “sensación de estar en casa y en familia”, y puso el acento en la dificultad para decir adiós a la etapa vivida en ella, subrayando la importancia de mantener el contacto con los compañeros en el futuro. “Estoy más que segura de que mucha de la gente que me llevo de aquí me acompañará una vez que atraviese estas puertas”, aseguró.
La encargada de cerrar el acto fue Elena Sánchez, responsable de la Residencia Universitaria Nebrija-Corazonistas, quien agradeció la presencia de todos los becados y dedicó unas emocionadas palabras a los residentes.
Como colofón, los asistentes pudieron disfrutar de un cóctel en la cafetería de la residencia.