Exposición 2011: Do not disturb. Mi alma en otra parte.

notas Belén Rodríguez González Desde el interior de su estudio Belén Rodríguez empuja la imaginación de los es- pectadores a lo más desconocido y hermoso del universo, La Vía Láctea . ¿Qué pensaría la gran diosa del Olimpo, al descubrir que su creación más precia- da, se ha reducido en el siglo XXI a un par de tapas de yogurt? Aquí la leche ma- terna de Hera, derramada por el cielo, se convierte en rastos de derivados lácteos que escaneados y muy ampliados toman una importancia tal como la de Los orí- genes de la Vía Láctea del pintor veneciano Tintoretto. A su vez, la artista ha sabi- do combinar a la perfección el microcosmos con el macrocosmos que nos envuel- ve, pues ofrece la cercanía que tienen las cosas de uso cotidiano a las que en raras ocasiones encontramos atractivas o artísticas. La Vía Láctea. 2005-2011 Fotografía (tapas de yogur escaneadas) Impresión Lambda sobre metacrilato 90 x 90 cm 43 42

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