Nuestra NEBRIJA 25 - Mayo 2018
36 con a l g u n o s nominados que de- terminan las votaciones". Por eso las grandes producciones de cine que tienen importantes campañas de promoción al es- trenarse en las salas harán la mayor parte de su recaudación previa a la temporada de pre- mios. Los galardones podrán ayudar a redondear las cifras en taquilla, pero no notarán tanto la diferencia como las pe- lículas pequeñas. Es el caso, este año, de la película vasca Handía –ganadora de diez Go- yas– que se reestrenó en más cines tras los premios que en su primer estreno, al contar con un presupuesto ajustado. Sin embargo, el caso de Verano 1993 , de Carla Simó, quien de ocho nominaciones se alzó con tres cabezones y recibió gran parte de la atención de la pren- sa, no ha llegado a amortizar su regreso a las pantallas, explica Nicolás Grijalba. Por tanto, en opinión del profesor, es difícil medir la repercusión de los premios en las películas de ma- nera general porque "nuestra industria es muy caprichosa y se ve a me- nudo afectada por desavenencias políticas o so- ciales". Además, en los últimos tiem- pos, entra en juego un nuevo factor dentro de la industria cinematográfica española. Los grandes grupos mediáticos son los que están aportando la financiación necesaria para sacar adelante los proyectos cinematográficos y, en su papel de productores, tienen un gran poder en la temática de las pe- lículas, estrategias de promo- ción y, en definitiva, el objetivo a conseguir con la cinta: el ré- dito económico. Nicolás Grijal- ba y Patricia Ferreria coinciden en este punto en el que la di- rectora hace hincapié en que los objetivos entre productoras y directores no son siempre los mismos. Pero, ¿cómo afecta el efecto Goya a las carreras profesio- nales de los premiados? Los directores cinematográficos encuentran habitualmente mu- chos problemas para poder sacar adelante sus proyectos. Realizar una película conlleva un gran presupuesto que no es fácil de conseguir puesto que la fórmula mágica para que una película sea un éxito en taquilla no está escrita. Por ello, la venta de su idea ante los productores suele ser el mayor escollo que tienen que vencer para poder realizar su verdadero trabajo: dirigir. Ser ganador de un pre- mio Goya puede abrir ciertas puertas a despachos que an- tes estaban cerrados a cal y canto, bien por ser un director poco conocido o por la temáti- ca que habitualmente refleje en sus películas, entre otros mo- tivos. Haber conseguido que su trabajo sea reconocido por sus compañeros de profesión puede aportar un aval a valo- rar por las productoras, pero en ningún caso será seguro de éxito ante una industria tan cambiante, presa de modas y tendencias. Sin embargo, Gri- jalba encuentra que "aquellos realizadores más dúctiles, jóve- nes, con capacidad de trabajo y de adaptación a los tiempos dictados por el mercado, como podría ser Juan Antonio Bayo- na –director reconocido con numerosos galardones–, tienen más posibilidades de levantar sus próximos proyectos que un cineasta de la vieja escuela que vele por su carácter autoral".
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