Nuestra NEBRIJA 26 - Julio 2018

5 marcada por la exigencia y el crecimiento personal, tanto en las clases presenciales como en aquellas otras a distancia. Si cumplimos bien, consegui- remos enraizar en nuestros alumnos el amor por aprender, se forjará la siempre creciente curiosidad y nacerá la con- sideración de Nebrija como alma mate r y, por tanto, la fide- lidad a nuestra institución en materia de aprendizaje. En segundo lugar, las univer- sidades hemos de enseñar en los grados no solo conocimien- tos sino también competencias y, sobre todo, hemos de dar herramientas que permitan a nuestros egresados construirse un futuro profesional y personal asentado en sólidas bases tan- to éticas como científicas. Esa base para los estudiantes de grado, aunque también incluso para los de los programas de postgrado por más que gene- ralmente su edad y experiencia ya los haya moldeado al menos en cierta medida, debe pivotar sobre la comprensión del mun- do complejo en el que estamos insertos, sobre la sana crítica y el método científico, y sobre la razón última de los problemas a los que habrán de enfrentarse, todo ello en el estricto marco de la decencia y la honestidad. En este contexto, tan apresu- radamente descrito, es donde la transversalidad y la puesta en común de buenas prácti- cas académico-docentes jue- gan un papel fundamental. La liquidez y evanescencia de la postmodernidad requiere gran- des juristas que sean capaces de entender la geopolítica del mundo actual, grandes lingüis- tas capaces de comprender la economía o concienzudos ingenieros con posibilidad de opinar fundadamente sobre la política, por citar solo los tres primeros ejemplos que me vienen a la cabeza. Su perio- do universitario de grado es el momento más oportuno para inculcar esa curiosidad por lo ajeno; para domesticar las pa- siones de su ciencia y vocación a la luz de la razón y su correc- to dimensionamiento en la vida; para preparar, en definitiva, esas jóvenes mentes para un futuro tan incierto como com- plejo y rico en matices. Un futu- ro que vivirán hiperconectados con otras personas que espe- ran de todo universitario que se precie de serlo, un profesional y una persona íntegra y bien preparada. N ebrija debería crecer en titulaciones que den respuesta a las necesidades de los profesionales del mañana

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