Nuestra NEBRIJA 28 - Enero 2019

56 Nebrija Investiga Juan Arturo Rubio Arostegui. Director de la Escuela Nebrija de Doctorado. La práctica investigadora se ha enseñado tradicionalmente en torno a la metodología de la in- vestigación, en cómo los alum- nos han de interiorizar el discur- so de la ciencia con sus reglas, metodologías, el dominio de los conceptos de cada disciplina, la elaboración de los datos y su interpretación y, finalmente, la pericia y la creatividad en argu- mentar y establecer relaciones causales y conclusiones. Has- ta ahí suele llegar la formación investigadora. Pero las eviden- cias cotidianas nos muestran que esta percepción ingenua de la investigación está des- provista de la realidad de las prácticas en torno al proceso investigador. Desgraciadamen- te, en muchas ocasiones son los medios de comunicación social los que difunden los ca- sos de fraude y de malas prác- ticas en la investigación, sobre todo en aquellos que tienen una responsabilidad política o institucional universitaria. Te- nemos casos muy recientes en la Comunidad de Madrid y en Cataluña. De ahí que la forma- ción ética en la investigación esté tomando protagonismo en los últimos años en las universi- dades y sobre todo en las es- cuelas de doctorado, en donde se forjan también en valores los futuros doctores. El artículo 15 de la Ley de la Ciencia, la Tecnología y la Inno- vación propone un marco ético de la práctica investigadora. Al- gunas de las medidas que se explicitan nos pueden parecer obvias, como la obligatoriedad en difundir los resultados de las investigaciones o procurar que su labor sea relevante para la sociedad, pero sabemos que esto a veces no está muy inte- riorizado entre los académicos. Evidentemente el fraude cien- tífico (la falsificación o fabrica- ción de datos y el plagio) son las conductas más reprobables que, además, pueden trascen- der al ámbito del derecho penal y que suponen normalmente el punto y final de una carrera in- vestigadora porque, incluso, si la investigación está financiada con fondos públicos, entonces también estamos ante un caso de malversación de fondos pú- blicos. El publish or perish nos impele de tal manera que los investiga- dores en muchas ocasiones op- tamos por elegir caminos más cortos –no exentos de peligro– con el objetivo de publicar. No se puede considerar un fraude, pero algunas de ellas son prác- ticas desaconsejables, como el salami publication , término que hace referencia a la excesiva fragmentación de una investi- gación para que aparezca pu- blicada en distintos artículos. Relacionado con ello también está el autoplagio, donde en algunos casos no es fácil de trazar esa línea roja. Por ejem- La ética en la investigación, una tarea institucional que nos afecta a todos L a formación ética en la investigación ha ido tomando protagonismo en los últimos años

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