Nuestra NEBRIJA 28 - Enero 2019

60 Artículo Andrés Arenas Falótico y Jessica Bayón Pérez. Profesores de la Facultad de Ciencias Sociales Estamos viviendo a una ve- locidad sorprendentemente rápida. Encontrar algo en in- ternet es tan rápido y a la vez tan simple que ya un alto por- centaje de la población está virtualmente enganchado a las tecnologías de la información y la comunicación. Esta realidad, indetenible e irreversible, está causando en las personas un efecto muy particular que se refleja en las actitudes y aptitudes que se presentan al vivir en estos pri- meros años del siglo XXI. Algu- nas personas han desarrollado una intolerancia a esperar res- puestas, llámense institucio- nes, de gobierno o privadas. Se pretende que la respuesta a un trámite sea tan inmediata como respondería un buscador por internet. Las empresas y el gobierno se han dado cuenta de ello y tam- bién quieren dar respuestas de forma rápida y eficiente. Se han invertido millones de euros en la automatización del e-Go- bierno y todos los procesos de robótica que hoy en día están rodeando amenazadoramente a un grupo de personas que no son “letrados de la informática”. Y ustedes podrían pensar en las consecuencias de todo esto. Como ejemplo, en la conocida teoría de que en el futuro todos seremos sustituidos, en alguna medida, por robots. Entonces leeremos interesantes artícu- los de prensa redactados por XCtr2 o veremos programas presentados por el famoso Ter- minator de Arnold Schwarzene- gger. Quizás muchos pensarán que esto es una utopía y que no hay de qué preocuparse, pues esto ocurrirá cuando ya estemos muertos. La mala noti- cia es que eso está ocurriendo ahora mismo mientras leen este artículo. Esta sería una de las consecuencias del que hemos llamado “efecto San Buscador” (y decimos “San Buscador” para no utilizar ninguna marca comercial de buscadores de información en internet). Nuevos términos que pronto tendrán que ser admitidos por la RAE son biohacker , persona que ha podido decodificar el código informático del cerebro y cambiarlo o adaptarlo para que funcionemos de forma dis- tinta, o bioconservador, defen- sor de las viejas costumbres como leer o estudiar, trabajos realizados por personas y ene- migos de los cíborgs (término recientemente reconocido por la RAE). Y es que sin darnos cuenta hemos adoptado una serie de conductas y hemos seguido de forma enloquecida la insacia- ble sed de desarrollo de la so- ciedad de la información. Tan rápido como nos da respuestas el buscador de internet, igual nosotros respondemos. Sale a la venta un nuevo dispositivo móvil con mayor capacidad y lo compramos; sale un nuevo dron y no tardamos en ver el cielo lleno de pequeñas cosi- llas negras o de colores que nos observan desde arriba o nos hacen selfies ; hacemos videoconferencias con nuestra prima que vive en las montañas que rodean a Vic. Pero no nos El efecto San Buscador A lgunas personas han desarrollado una intolerancia a esperar respuestas Pretender que todo quede igual, como lo vivieron nuestros padres y abuelos, es tan utópico como creer que no podrán reemplazarnos con un robot en menos de 10 años.

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