Nuestra NEBRIJA 28 - Enero 2019

61 damos cuenta de que todo for- ma parte de una planificación que quizá alguien ha estableci- do deliberadamente. Siempre hemos hablado de la evolución y de que Julio Ver- ne al escribir De la Tierra a la Luna inauguró para millones de niños el sueño de pisar nues- tro satélite. Pues bien, eso lo hemos logrado de una u otra forma unos cuantos años des- pués. ¿Recuerda alguien la serie El hombre de los seis mi- llones de dólares ? Hoy vemos hasta olimpiadas de personas que han logrado tener de nue- vo un brazo, una pierna o una mano incluso con sensibilidad de tacto. La serie hoy en día se- ría aburrida pues no sería con- siderada de ciencia ficción. ¿Qué nos dice esto? Que las nuevas generaciones no nacen más avanzadas sino que las viejas generaciones soñaron algo, lo publicaron o lo dieron a conocer y estas nuevas ge- neraciones han nacido con ese chip de comportamiento mental que las empuja a ha- cer realidad el sueño de sus abuelos. El paradigma no es que las nuevas generaciones nos empujen sino que nosotros las empujamos con nuestros sueños futuristas. Viajar en el tiempo, tener vida eterna, las visitas de alienígenas… son conceptos que estamos in- cubando en la mente de nues- tros niños, si creemos que van a tardar tanto en hacerse rea- lidad como el que transcurrió entre la publicación de Veinte mil leguas de viaje submarino y la fabricación del submarino, estamos cometiendo un gran error. Nuestro artículo no quiere ser oscuro o negativo. Se trata de entender las realidades y adap- tarnos a ellas comprendiendo el proceso que las ha llevado hasta aquí. Hemos compro- bado que la única constante es el cambio, y pretender que todo quede tal como lo vivie- ron nuestros padres o abuelos durante 30 años, en el mismo pueblo o con el mismo lugar de trabajo, es tan utópico como creer que no podrán reempla- zarnos con un robot en menos de 10 años. En nuestra Universidad traba- jamos día a día para preparar a nuestros es- tudiantes pa r a ese futuro incierto. Empresas que aún no existen, puestos de trabajo que aún no han sido creados, modelos de negocios que ni tan siquiera imagina- mos… Esos retos los afronta- mos desde el punto de vista interdisciplinario que caracteri- za nuestro modelo de docencia centrado en el alumno. En el Departamento de Empre- sa estamos trabajando, entre muchas otras cosas, con mo- delos de emprendimiento sa- telital y en el Departamento de Derecho tenemos, además de otras muchas iniciativas, unas clínicas jurídicas dinámicas y dispuestas a afrontar los retos legales que se avecinan. Todo ello para ofrecer a nuestros es- tudiantes la mejor formación ante los desafíos del futuro que, lo que queramos o no, ya es el presente. L a única constante es el cambio

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