Nuestra NEBRIJA 29 abril 2019

37 La ciencia avanza gracias en buena parte a los esfuerzos económicos colectivos de in- versionistas públicos, que en la mayoría de los casos se sos- tienen sobre los impuestos a la ciudadanía. No parece justo que entre todos paguemos por fomentar el desarrollo científico (apostando por contratos labo- rales para científicos, creación de centros y unidades de in- vestigación y financiación de proyectos de investigación, por ejemplo) y después debamos pagar de nuevo para poder co- nocer los resultados de esas investigaciones fruto del me- cenazgo científico social. Los reportes científicos no son un valor añadido sobre el que se puedan cargar nuevos costes o tasas para disfrutar de ellos. Los reportes científicos son la conclusión natural de un ciclo de investigación y nunca de- bieron quedar bajo llave. Pero no debemos confundir el acce- so abierto con la complejidad y el alcance de la ciencia abier- ta. El acceso abierto es uno de los pilares de la ciencia abierta, pero no es el único, y tal vez ni siquiera sea el más importante. De hecho, las revistas de acce- so abierto tienen una historia más antigua que los movimien- tos de ciencia abierta, ya que su lanzamiento nos remite a hace cerca de dos décadas. La ciencia abierta es un mode- lo de investigación que apuesta por hacer ciencia a calzón qui- tado, haciendo partícipe a la comunidad de la totalidad del proceso y de sus resultados en un ejercicio de transparen- cia total. En la lucha por des- vincular la acción científica de los mercados editoriales, de la privatización del conocimiento y, sobre todo, de la prolifera- ción de prácticas de investiga- ción cuestionables, la ciencia abierta lucha por erigirse como el modelo de actividad inves- tigadora de calidad. La cien- cia abierta se asienta sobre unos pilares que demuestran un compromiso ineludible con la transparencia y existe cier- to consenso en convenir que los siguientes, al menos, son parte esencial de esta idea: la metodología abierta, el código abierto, los datos abiertos, la revisión por pares abierta, el acceso abierto y la educación abierta. Estamos ante una nueva etapa que nos ofrece la posibilidad de hacer ciencia de un modo digno, ético y transparente, y de luchar desde la academia por una excelencia científica que vaya mucho más allá del mercado científico creado por las editoriales, abrazando el concepto de cultura científica global y ética. Es importante que todos seamos parte activa en este viaje hacia la excelen- cia, aportando desde nuestro día a día lo que esté en nuestra mano para favorecer una forma de hacer ciencia más abierta y profesional.

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