Nuestra NEBRIJA 30 - julio 2019

30 Reportaje que no se pueden llevar a cabo en las empresas”, explica De Abajo. Lo que las empresas están so- licitando a las universidades es un cambio en el paradigma de la formación. Tradicionalmente, las universidades se han basa- do en la transmisión de cono- cimientos técnicos a sus alum- nos. Sin embargo, ya hace unos años, se dieron cuenta de que era necesario llevar a las aulas una formación más cercana a la realidad profesional. “Las em- presas piden una buena base de conocimientos, pero tam- bién que la formación se centre más en la parte práctica”, afir- ma Beatriz Contreras, directora del Instituto Nebrija de Compe- tencias Profesionales. Ahora, las universidades han dado un paso más allá y han comprendido que para formar profesionales completos y pre- parados es imprescindible una formación transversal en cono- cimientos técnicos de su área y de otras ramas de estudio con las que trabajarán en sinergia dentro de las empresas. “Es fundamental que la universi- dad forme personas capaces de afrontar este modelo de cambio permanente, abordar la evolución con una actitud proactiva y emprendedora. Un estudiante debe ser formado para aprender a aprender”, asegura Begoña Miguel. Según el grupo de orientación laboral Adecco, “el 58% de la demanda laboral requiere un grado universitario, pero no es suficiente con los conocimien- tos técnicos para destacar”. Las empresas buscan “talento, pro- fesionales cualificados, perfiles con habilidades transversales y conocimientos multidisciplina- res”, indica Antonio Pérez, del Departamento de Proyección Profesional e Internacional de la Universidad Nebrija, quien asegura que “la experiencia internacional y multicultural” de los candidatos es también un punto a su favor, aunque más por la parte cultural que por la lingüística porque el dominio del inglés es algo que, hoy en día, se da por hecho. “Ya no es suficiente con un C1 en inglés, sino que hay que dominar otro idioma más”, corrobora Susana Martín, decana de la Facultad de Lenguas y Educación. La versatilidad para cambiar de funciones y la predisposi- ción para aprender más allá de su área de especialización son también factores que marcan la diferencia en los candidatos. A ello hay que sumar el domi- nio de las nuevas tecnologías, el trabajo en equipo y las ha- bilidades de comunicación, de negociación y de resolución de conflictos, cualidades clave en el mundo profesional. El trabajo en las empresas es cada vez más transversal entre equipos de distinta procedencia y es- pecialización por lo que la ca- pacidad de intercambiar ideas, escuchar y saber convencer son habilidades vitales para un ritmo de trabajo fluido y pro- ductivo. “La actitud lo cambia todo”, asegura Helena López-Ca- sares, profesora del área de Empresa de la Facultad de Ciencias Sociales. Y es que los departamentos de recursos humanos afirman que, “partien- do de las condiciones técnicas mínimas requeridas, prefieren a alguien más humano que técni- co”, indica López-Casares. Desde el Instituto Nebrija de Competencias Profesionales también hacen hincapié en la importancia de los valores, la ética y la empatía de los aspi- rantes: “Son fundamentales en cualquier sector y nos acom- pañarán en toda nuestra ca- rrera laboral”, señala Beatriz Contreras. Frente a este mercado labo- ral tan cambiante y en el que, como afirman los expertos, no es habitual quedarse en la misma empresa durante toda la vida profesional, los futuros E s necesario que las universidades anticipen su oferta académica a las necesidades del mercado para favorecer la empleabilidad y la retención del talento en el país “ D ebemos prepararnos para competir en un mundo volátil , incierto , complejo y ambiguo ”

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