Nuestra NEBRIJA 32 - enero 2020

27 frente las personas con disca- pacidad visual y “coincidió con que en clase estábamos vien- do los dispositivos beacons como marketing de cercanía y me pareció una buena forma conectar estos dispositivos a una aplicación móvil y poder avisar a cualquier persona de las barreras que se iban a ir en- contrando y me puse manos a la obra”. Para este emprendedor social compaginar su experiencia emprendiendo con los estu- dios no ha sido fácil: “Es algo complicado, no sabes cuántas horas tienes que dedicar para sacar un proyecto adelante pero, a la vez, fue muy gratifi- cante porque estás empren- diendo con una idea social que puede ayudar a mucha gente en su vida diaria”. Todos ellos han comenzado la carrera del emprendimiento siendo muy jóvenes. María Cris- tina tenía 21 años al comenzar a poner en marcha su idea: “Te- nía mucho miedo por mi edad, pero cuatro años más tarde me digo qué bien que confié en mí". Carlos saca cosas positi- vas y negativas de comenzar tan joven y es que existe una “falta de experiencia y de con- tactos y saber sobrellevar los problemas”, pero también son muchas “las ganas de apren- der y la ilusión que le pones a tu proyecto”. En la juventud, Jaime e Iván encuentran venta- jas como “la falta de responsa- bilidades que te permite correr ciertos riesgos”. El camino hasta llegar a ver los frutos de su esfuerzo no ha sido sencillo. Todos han tenido que hacer frente a diversas di- ficultades que, lejos de desa- nimarles, les han hecho crecer y aprender a afrontar los pro- blemas. Carlos Nieto destaca como principal complicación “la frustración a la hora de so- licitar ayudas a empresas y a sus profesionales, ya que hay muy pocos con la voluntad de ayudar”. Por eso, el principal valor que ha aprendido con el emprendimiento es “la resis- tencia al estrés”. María Cristi- na, Iván y Jaime coinciden en la falta de presupuesto para iniciar desde cero sus proyec- tos: “La captación de capital en fase semilla es muy complica- da porque los inversores sue- len buscar soluciones en fases más avanzadas”, explican los creadores de Centoll. María Cristina añade, además, el reto de creer en uno mismo: “Yo no confiaba en mí misma y por eso me autosaboteaba constantemente. Cuando con- seguí cambiar mi mente los problemas seguían estando ahí, pero era mucho más fácil afrontarlos”. Y ese desarrollo personal es el mayor aprendi- zaje que María Cristina se lleva del emprendimiento. Jaime e Iván aseguran que han aprendido a ser “mucho más resolutivos y autosuficientes” en muchas facetas de su vida. Carlos Nieto destaca la madu- rez respecto a determinados valores como “el trabajo en equipo, la dirección de proyec- tos y la comunicación”. Todos estos jóvenes empren- dedores reclaman más faci- lidades para comenzar des- de cero: “Se tendría que dar más importancia al mundo del emprendimiento, en todos los grados debería existir una asignatura para ello”, opina Carlos. “Promovería la inno- vación como valor principal y permitir que todo el mundo pueda expresar sus ideas sin miedo a la equivocación”, aña- de. Desde Centoll creen que sería positivo “tener alrededor un ambiente colaborativo don- de poder recibir feedback so- bre tu iniciativa y poder realizar sinergias”. Para otros alumnos que quie- ran embarcarse en la aventu- ra de emprender solo tienen consejos positivos y muchos ánimos: “Sed pacientes, no todo va al ritmo que esperas y compartid vuestras ideas para encontrar consejos y poder mejorar”, recomiendan desde Centoll. En la misma línea, Car- los Nieto tranquiliza diciendo “sabed que no todas las ideas tienen un 100% de éxito, y no pasa nada”, pero María Cristi- na Arias no duda en aconsejar que “si de verdad crees en tu idea, tira para adelante con todo, y recuerda que nadie en- tiende tu visión como tú”. Todos ellos coinciden en que “emprender nos ha cambiado la vida” y ahora quieren cam- biar la de los demás con sus ideas. "S i de verdad crees en tu idea , tira para adelante con todo , y recuerda que nadie entiende tu visión como tú ”

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