Nuestra NEBRIJA 33 - abril 2020

44 45 Artículo El Fondo Monetario Internacional prevé una caída del Producto Interior Bruto español del 8% en 2020 y que la tasa de paro alcance el 20,08%. Analizamos los escenarios económicos que se dibujan en nuestro horizonte. La Covid-19 y la economía: ¿qué normalidad nos espera? Jorge Hernando. Profesor de Economía y Empresa de la Universidad Nebrija Artículo publicado en La verdad el 23 de abril de 2020 Posibles escenarios Respecto a la recuperación eco- nómica, los economistas distin- guen varios posibles escenarios: -En forma de V, que significaría un rebote cuando acabe el con- finamiento y una vuelta rápida a la normalidad económica. Esta opción es posible, pero es difícil que se produzca debido a que, como hemos comentado, no volveremos al mismo escenario económico que antes de la pan- demia. Las medidas de seguri- dad, aforos limitados, fronteras cerradas y miedo al contagio juegan en contra de esta opción. -En forma de U, esta opción sig- nifica que la vuelta a la norma- lidad económica tardará más tiempo. Esta forma de recupe- ración parece más acorde a la situación que encontraremos tras el confinamiento ya que la apertura será progresiva. -En forma de L, esta es la peor opción a la que nos enfrenta- ríamos. Significaría que atrave- saríamos una gran crisis que tardaría mucho tiempo en re- cuperarse. Este es el escenario económico más sombrío e im- plicaría fuertes cambios econó- micos y sociales, lo que siempre sucede cuando se producen grandes colapsos económicos. -En forma de W. Esto significa que, tras una leve recupera- ción, llegaría de nuevo una caí- da y luego la recuperación eco- nómica definitiva. Esta opción es consistente con la aparición de un rebrote o con la desapa- rición del efecto inicial de las medidas monetarias y fiscales puestas en marcha para com- batir el coronavirus. Flujo circular de la renta A estos posibles escenarios hay que añadir la complejidad de que la pandemia está más extendida en algunos países y regiones que en otros, y tam- bién que las naciones y regio- nes se encuentran en distintas etapas en el desarrollo de la enfermedad. Un buen modelo para representar la economía es el «flujo circular de la renta». En este modelo distinguimos tres agentes económicos: fami- lias, Estado y empresas. Estos agentes están relacionados y son interdependientes. Las familias compran bienes y servicios a las empresas que a su vez pagan, entre otras cosas, los salarios a los traba- jadores. El Estado, por su par- te, redistribuye mediante los impuestos y el gasto público. Todo es un cÍrculo y está inte- rrelacionado. Pues bien, la prioridad del Es- tado en este momento es man- tener funcionando este flujo circular, lo que significa con- seguir que no desaparezcan las empresas y que las familias puedan seguir consumiendo bienes y servicios. A esto preci- samente deben ir encaminadas las medidas económicas. Por otra parte, a raíz del co- ronavirus y el confinamiento, estamos asistiendo a un ma- yor tránsito del mundo físico al mundo virtual. Las empresas que no puedan operar en Inter- net van a tener serias dificulta- des para adaptarse a este nue- vo periodo, caracterizado por el distanciamiento físico. Como siempre, habrá sectores que tendrán que reinventarse hasta que haya una vacuna. Otros, sin embargo, han podi- do sacar partido del confina- miento: alimentación, ventas por Internet, fabricantes de productos sanitarios, entreteni- miento en el hogar… Debido a que muchas empre- sas no cumplen con los requi- sitos de distancia social y te- niendo en cuenta otros factores como las aglomeraciones en el transporte público, el teletraba- jo podría verse muy potenciado en los siguientes meses. Por último, diversos estudios muestran que la pérdida de biodiversidad y destrucción de los ecosistemas está rela- cionada con el incremento en la transmisión de enfermeda- des infecciosas. En los últimos años estamos experimentando la proliferación de enfermeda- des como la COVID-19, MERS, Ébola o SARS, que aparecen de manera recurrente. En definitiva, en cuanto supe- remos esta crisis, debemos aprender y trabajar tanto en la prevención de este tipo de en- fermedades, como en un de- sarrollo económico sostenible antes de que sea demasiado tarde. El Fondo Monetario Internacio- nal (FMI) prevé una crisis muy profunda por el coronavirus a nivel mundial, la peor desde la Gran Depresión de los años treinta del pasado siglo. Las perspectivas son especial- mente oscuras para España. En concreto, este organismo espera una caída del Producto Interior Bruto español del 8% en 2020 y que la tasa de paro alcance el 20,8%. Entre las principales razones de este pronóstico están el impacto de la COVID-19, que en nues- tro país ha sido si cabe más acentuado que en otros, así como las consecuencias pre- sentes y futuras del virus para el sector turístico, uno de los grandes motores de la econo- mía. Además, existe una gran incertidumbre en cuanto a la finalización del confinamiento y la normalización de la activi- dad económica. Recuperar la normalidad, un término relativo Lo de «recuperar la normali- dad» es un término relativo. Es imposible que volvamos a la situación anterior a la pande- mia sin una vacuna o una inmu- nidad generalizada. Una vez que acabe el confinamiento, la vuelta a la normalidad eco- nómica será de manera gra- dual. Todo entre grandes me- didas de higiene y seguridad, evitando las aglomeraciones y comprobando semana tras se- mana los contagios para evitar un rebrote. Estas medidas van a suponer un gran reto para numerosos negocios, con afo- ros limitados en restaurantes y bares, conciertos, museos, uni- versidades, colegios,… con su respectivo impacto en los resul- tados empresariales. Además, una vez acabe el confinamiento, empezará a notarse la huella psicológica profunda y el miedo al conta- gio que ha dejado esta pan- demia. Estos animal spirits o matices emocionales, tal y como señaló Keynes, juegan un papel importante en la eco- nomía actual. Solo la vacuna y la inmunidad podrán hacer que volvamos a algo parecido a nuestra situación anterior al coronavirus. La esperada vacuna parece que no va a llegar como muy pronto hasta 2021, una vez que haya pasado este brote. Y no solo hay que contar con el descubrimiento de la vacuna, sino también con su fabrica- ción masiva y la distribución a nivel mundial, lo cual llevará tiempo. Por lo que es posible que pasemos varios meses en una situación como la que hemos descrito anteriormen- te, con su respectivo impacto económico. E s imposible que volvamos a la situación anterior a la pandemia sin una vacuna o una inmunidad generalizada

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