Nuestra NEBRIJA 35 - octubre 2020

recursos, es importante abordar estos retos evitando la discrimi- nación injusta y basándose en el principio de equidad en la sa- lud definido por la Organización Mundial de la Salud. No obstante, bajo esta situación compleja y sin precedentes, también encontramos casos exitosos de atención sanitaria humanizada y equitativa hacia personas mayores infectadas por covid-19 y sus familias. Es- tas experiencias positivas son recogidas en nuestro artículo científico, How Much Is One Life Worth? The Right to Equity Healthcare for Improving Older Patients’ Health Infected by co- vid-19 , seleccionado como por- tada del número de la revista Sustainability en el mes de sep- tiembre. El miedo de los pacientes mayores La discriminación percibida au- menta el sentimiento de soledad y ansiedad entre los pacientes mayores y en sus familias. Pue- de tener consecuencias negati- vas, ya que algunos pacientes mayores esperan en casa hasta que se sienten peor y pueden recibir tratamiento médico con retraso. Por el contrario, escu- char las opiniones de las per- sonas mayores, brindar informa- ción transparente y permanente hacia ellos y sus familias contri- buye a la toma de decisiones in- formadas que repercute en una mejora en su salud. Durante la emergencia sanitaria conocimos relatos de enferme- ras que se desvivieron por los pacientes mayores afectados por covid-19, afrontando di- lemas importantes y desarro- llando nuevas estrategias para brindarles la mejor atención sa- nitaria posible. En estos casos, la individuali- zación de la atención y el cui- dado fortalecen la relación de confianza entre enfermeras y pacientes. Cuando la asistencia sanitaria prestada no pudo evi- tar que las personas mayores fallecieran por covid-19, en mu- chos hospitales, a pesar de las estrictas medidas de seguridad, se idearon soluciones para que los familiares pudieran despe- dirse de sus seres queridos. Evitar el aislamiento, fomentar la solidaridad Estar hospitalizado en tiempos de covid-19 no debería llevar al aislamiento social. Al contrario, en la investigación encontramos ejemplos exitosos de personal hospitalario que hizo un gran esfuerzo para que los pacien- tes mayores pudieran estar en contacto diario con sus familias y seres queridos, con resultados muy positivos para su recupera- ción y bienestar emocional. Los mitos y estereotipos asocia- dos a la vejez ocultan las valio- sas contribuciones sociales que las personas mayores realizan cada día. En los hospitales, du- rante las semanas más críticas, algunos pacientes mayores ingresados por covid-19 ayu- daron a otros pacientes vulne- rables que se encontraban en peores condiciones, incluso a otros más jóvenes. Lo hicieron desde la solidaridad y con al- truismo. El tipo de ayuda fue diverso, desde explicar cómo proteger- se y no contagiar al personal sa- nitario, o dar información prác- tica sobre el hospital o noticias sobre el exterior, hasta incluso ayudarles a contactar con sus familiares. También hubo expresiones de protección compasivas hacia los más débiles física o emocio- nalmente: Fernando, un pacien- te de 70 años con neumonía bilateral, pasó cuatro días en urgencias hasta ser trasladado a una habitación. Los primeros dos días y medio estuvo senta- do en un sillón, con la ropa que traía de la calle. Los dos siguien- tes permaneció en una cama de la sala de urgencias, con otros veinte pacientes y un solo baño. Al tercer día, en la misma sala de urgencias, se percató de que otro paciente en una cama cer- cana se estaba muriendo. Pre- senció cómo los médicos y en- fermeras intentaban resucitarle discretamente. A pesar del mo- mento tan complicado, Fernando mantuvo la calma y distrajo a otra mujer mayor dándole conversa- ción para que no se enterara de lo que estaba sucediendo. Un símbolo de esperanza En uno de los pisos centrales de un hospital madrileño las en- fermeras construyeron un mural gigante de corazones con los nombres de los pacientes que superaron la covid-19. Este mu- ral es un gesto de homenaje y esperanza para la comunidad hospitalaria y para la sociedad. En los momentos más críticos y aterradores de la pandemia surgieron muchos ejemplos positivos y esperanzadores de solidaridad y cuidado hacia las personas mayores. Estas expe- riencias positivas nos enseñan que es posible combatir la pan- demia y procurar la mejor aten- ción sanitaria de equidad sin dejar a nadie atrás. 21 Artículo publicado en The Conversation el 30 de septiembre de 2020.

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