Nuestra NEBRIJA 36 - enero 2021

Cuestiones de la física moderna como la computación cuántica están despertando un enorme interés, también en públicos no especializados. ¿Por qué cree que esto sucede? Entre los primeros que dijeron algo sobre la computación cuántica estuvo Feynman, ¡cómo no! La idea en la que se basan la información cuántica y la computación cuántica es que en vez de tener un cero y un uno, tienes una superposición de cero y uno. En la física cuántica, cuando tienes un electrón aquí y simultáneamente el mismo electrón está allá, el electrón viene descrito por un estado que es su- perposición de estar aquí y allá. Es un estado en el que el electrón no está ni aquí ni allá porque esos dos estados no lo describen correctamente. Esto se llama superposiciones. Lo nuevo de la computación cuántica es que cuando haces un cálculo, no lo haces con el cero y el uno, sino con la superposición del cero y el uno que contiene una cantidad inmensa de información. Este hecho da una potencia increíble a la computación cuántica. El gran problema (yo mismo trabajé en esto a partir del año 95 cuando abandoné la física de par- tículas) es que tienes que asegurarte de que esas superposiciones cuánticas tan extrañas y que no ve- mos en nuestro mundo normal se mantengan a lo largo del cálculo. Cualquier rayito de luz, cualquier vibración, cualquier perturbación deshace esa su- perposición y la transforma en lo que conocemos de nuestro mundo clásico, en un cero o un uno. Por eso el mundo es clásico, porque no sabemos proteger el mundo cuántico de todas las influencias que lo transforman rapidísimamente en mundo clásico. El mundo clásico es como las sombras de la caverna platónica. “No hay que temer nada, solo hay que entender” Se puede aprender mucho de personas que saben otras cosas o que las ven de forma distinta. Hay que saber escuchar. El mundo es demasiado complejo como para tener una sola visión.” 10 Nuestra Nebrija ENTREVISTA

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