Nuestra NEBRIJA 36 - enero 2021

¿Cree que a veces ese miedo influye a la hora de tomar decisiones erróneas? ¿Cómo pueden los profesores animar a los estudiantes a que se arriesguen y superen ese miedo? Una de las claves como docen- tes es aceptar nuestros propios errores, humanizar el fallo y, al igual que hablamos de nuestros éxitos, también debemos hacerlo cuando fracasamos. De esta ma- nera ayudaremos a los estudian- tes a entender que el error es algo natural y que debemos usarlo en clave de aprendizaje. Además, en algunas ocasiones, una decisión que crees que ha sido errónea, cuando pasa el tiempo y la ves con perspectiva, puede llegar a ser un acierto. Es partidaria de fomentar el espíritu crítico de los jóvenes. ¿Cómo lo logramos cuando las redes sociales y las nuevas tecnologías parecen haberles alienado? Esto debemos lograrlo apro- vechando al máximo los espacios de interacción que tengamos con ellos. En este escenario creo que una buena forma de hacerlo es a través de la pregunta, ayudarles a que exploren otras fuentes de información que no sean las re- des sociales y que sean capaces de defender un argumento desde diferentes posturas. Propone potenciar las fortalezas para superar el miedo al rechazo de los jóvenes. ¿No es esto más complicado en una sociedad en la que en redes sociales solo se muestra el “lado bueno y perfecto de la vida”? Efectivamente. Está compro- bado que los jóvenes son el co- lectivo más vulnerable y son más propensos a caer en depresión por la presión que viven en re- des sociales y que les muestra un mundo “perfecto” sin que ellos lo sean. En este contexto, es necesario aprender a reírse de uno mismo, desmontar los mitos y hablar de los errores en espacios de confort. Nosotros, como adul- tos, debemos hablarles de nuestros errores con naturalidad y, por su- puesto, usar el refuerzo positivo de aquello que hagan bien y expresarles nuestra confianza. Según sus palabras, podemos gestionar la frustración entrenando la capacidad de decir “no sé… todavía”. ¿Por qué cree que a las personas nos cuesta reconocer que no sabemos de algunos temas? Esto se produce porque te- nemos una imagen de nosotros mismos en la que para poder ser aceptados debemos ser perfectos y esto es una trampa. Para que esto no pase, debemos entender que somos aprendices constantes y ahí, precisamente, es donde de- bemos incorporar la frase “no lo sé hacer… todavía”. En muchos artículos de opinión algunos expertos hablan de la llegada definitiva del teletrabajo tras superar la pandemia, pero ¿realmente cree que el teletrabajo ha venido para quedarse? Ha venido para quedarse, pero debo matizar que no creo que sea en el nivel en el que estamos ac- tualmente. Cuando la vacuna esté más presente en nuestras vidas, vamos a estar más tranquilos y va a volver la necesidad de estar todos juntos. El teletrabajo va a existir, pero estoy segura de que nos reencontraremos de nuevo en las oficinas, algo que seguro nos ayudará a promover de nue- vo y de una manera más intensa el trabajo en equipo y a explotar nuestra creatividad. Ante la previsible vuelta a la presencialidad, ¿qué políticas deberíamos incluir para fomentar la conciliación de los empleados? ¿Cambiará esto cuando superemos la covid-19? Creo que los modelos de con- ciliación han estado cada vez más presentes y tienen que seguir así. Más que temas de conciliación, lo que vamos a encontrarnos este año van a ser programas de tra- bajo muy relacionados con la re- cuperación emocional. La gente está muy tocada, se habla de un 75% de personas que están su- friendo la fatiga pandémica en países industrializados. Así que más que conciliación, vamos a te- ner que trabajar en el bienestar y en recuperar la herida emocional que ha causado esta pandemia. Durante esta pandemia se ha mostrado lo fundamental que es la Educación en nuestra sociedad, pero, ¿hacia dónde se dirige? Desde mi punto de vista, la Educación debería enfocarse más en el entrenamiento de fortale- zas, de habilidades, y no solo en la adquisición de conocimiento. La pandemia nos ha enseñado la ne- cesidad de la adaptabilidad, de la capacidad de resiliencia, de conti- nuar y seguir adelante, y eso es lo que debe potenciar la Educación. Asimismo, creo que tendrán más fuerza los modelos online , aun- que habrá ciertos aspectos en los que la presencialidad continuará siendo insustituible. “La Educación debería enfocarse más en el entrenamiento de fortalezas, de habilidades, y no solo en la adquisición de conocimiento ” 17 Nuestra Nebrija

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