Nuestra NEBRIJA 38- julio 2021

tografía; José Luis Ayuso, editor; Jesús Rodrigo, responsable de marketing; Tomás Patricio, creador de la imagen de marca; María Escorial, al frente de las redes sociales; y Pablo Parrilla, diseñador del evento de presentación. A ellos se unieron los pro- fesores Fernando Toledano, Carmen Torres, Elena Borau, Gema Barón y Jesús M. González. Cuando les propusimos el proyecto, entre julio y octubre de 2019, no nos imaginábamos que lo que pretendía ser un cortometraje se convertiría en un largo, que la pieza que íbamos a proyectar el día de sus defensas de TFG iba a estrenarse en uno de los cines más emblemáticos de la capital, el Proyeccio- nes. No sabíamos que las cuatro primeras entrevis- tas se multiplicarían hasta sobrepasar las 60 y que el par de rodajes ideados sumaría 18 y otras tantas llamadas por videoconferencia. Tampoco imaginá- bamos -y eso que estos tres profesores se criaron con Alaska y su bola de cristal- que el proyecto se iba a alargar dos años, con sus 24 meses y sus 730 días por una historia que al principio sonaba a risa y que se llamaba coronavirus. La covid-19 interrum- pió nuestras vidas pero, como la Universidad Ne- brija en general, y en un tiempo récord gracias al esfuerzo de todos, La Llave supo adaptarse. El 29 de junio fue una tarde de nervios y emo- ción. Llegaba el final del viaje –o tal vez un nuevo comienzo– y, cuando se apagaron las luces, fue in- evitable suspirar hondo y recopilar todo lo que he- mos aprendido en este proyecto. No hablamos solo de competencias profesionales y nuevas habilidades, que nuestros chicos ya se lle- van en su currículum, sino de emociones, sentido de pertenencia, motivación. La Llave ha sido un regalo, de los alumnos a la Comunidad Nebrija y de la Univer- sidad a sus estudiantes, ya que la institu- ción confió en ellos y les dio una libreta en blanco para construir la historia que todos habían formado. Si estos son los protagonistas del proyecto, qué decir de los protagonistas del do- cumental. También agradecemos a todos ellos su disponibilidad, su generosidad a la hora de narrar una parte fundamental de sus vidas con emoción y honestidad. En mente los más de 60 entrevistados, pero también todos los compañeros que forman Ne- brija ya que en pantalla solo hay una representación de todos los departamentos, de todas las llaves que trabajan en nuestra Universidad. Somos conscien- tes de que no estamos todos, pero sería imposible porque cada vez somos más, señal de que la Univer- sidad avanza y ya no es aquella pequeña institución de nombre en latín: Universitas Nebrissensis . De todos modos, seguro que sentimos empatía con las voces que nos representan. Todos somos Nebrija, todos somos La Llave . La Llave ha sido un regalo, de los alumnos a la Comunidad Nebrija y de la Universidad a sus estudiantes 15 Nuestra Nebrija

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