Nuestra NEBRIJA 38- julio 2021

En otro estudio reciente se ha observado que al- gunos hablantes chinos de español, por ejemplo, son percibidos como descorteses cuando su intención es precisamente la contraria, y que la responsable de esta percepción de descortesía extrema es precisamente la entonación, independientemente de las palabras utili- zadas por los hablantes. Esto puede deberse a las claras diferencias melódi- cas entre el español y el chino y a que quizás en chino sean otros rasgos, y no la melodía, los responsables de la percepción de descortesía. También puede tener re- lación con el hecho de que los hablantes de chino como lengua materna parecen tener problemas a la hora de percibir la entonación de cortesía en español. Malentendidos en ciudades plurilingües En el mundo globalizado es frecuente que convi- van multitud de lenguas, todas ellas con características melódicas muy diferentes. En algunas, como el chino, el tono sirve, sobre todo, para distinguir el significado de las palabras. En otras, como el español, la melodía sirve, especialmente, para adivinar la intención del ha- blante: si este está siendo amable con nosotros o male- ducado, si está contento o está frustrado. Saber más sobre la melodía de la cortesía en dife- rentes lenguas y, en general, sobre las características de las lenguas que cohabitan en nuestras ciudades es clave para poder evitar malentendidos como el analizado por Gumperz. Si las camareras hubieran sido conscientes de que su entonación era causante del problema o si los clien- tes de la cafetería hubieran reconocido la intención cortés de las trabajadoras asiáticas, el malentendido cultural no hubiera tenido lugar. Es necesario, por lo tanto, crear entrenamientos para los ciudadanos de estas metrópolis multicultu- rales con el fin de facilitar la convivencia lingüística y conseguir así que nuestras sociedades sean genuina- mente multiculturales, sociedades en las que las di- ferentes comunidades puedan convivir en armonía y enriquecerse mutuamente, siendo conscientes de sus similitudes y, lo que aún es más enriquecedor, sus múl- tiples diferencias. We already know that, when speaking in a foreign language, we can be perceived as rude or impolite. It is therefore vitally important to know the causes of this unintentional discourtesy. In another recent study, it was observed that some Chinese speakers of Spanish, for example, are perceived as impolite when their intention is precisely the opposite, and what is responsible for this perception of extreme impoliteness is precisely their intonation, regardless of the words used by the speakers. This may be due to the clear melodic differences between Spanish and Chinese, and perhaps that in Chinese other traits, and not melody, are responsible for the perception of impoliteness. It may also be related to the fact that native Chinese speakers seem to have trouble perceiving courtesy intonation in Spanish. Misunderstandings in multilingual cities In the globalized world, it is common for a multitude of languages to coexist, all of them with very different melodic characteristics. In some, such as Chinese, tone serves, above all, to distinguish the meaning of words. In others, such as Spanish, melody serves specially to guess the speaker’s intention: if he is being nice or rude to us, if he is happy or frustrated. Knowing more about the melody of courtesy in different languages and, in general, about the characteristics of the languages that coexist in our cities is key to avoiding misunderstandings such as the one analyzed by Gumperz. If the waitresses had been aware that their intonation was causing the problem, or if the cafeteria patrons had recognized the courteous intention of the Asian workers, the cultural misunderstanding would not have taken place. It is therefore necessary to create training sessions for the citizens of these multicultural metropolises in order to facilitate linguistic coexistence and thus have our societies be genuinely multicultural, societies in which the different communities can live in harmony and enrich each other, being aware of their similarities and, what is even more enriching, their multiple differences. Una mala interpretación de la entonación o una entonación inadecuada en encuentros interculturales puede tener graves consecuencias A misinterpretation of intonation or inadequate intonation in intercultural encounters can have serious consequences 47 Nuestra Nebrija

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