Nuestra NEBRIJA 39 - octubre 2021

nistán se ha convertido en una catástrofe para los afganos (sobre todo para las mujeres), pero también para la superpotencia y sus aliados. En un despiada- do editorial titulado ‘La debacle de Biden’, la revista The Economist enumera errores tan graves como innecesarios. El prestigio de Estados Unidos veinte años después del 11-S ha quedado por los suelos, y los talibanes claman victoria mientras se apoderan de las armas dejadas sobre el terreno. Tras dos bi- llones de dólares gastados y más de 2.000 soldados muertos, la capacidad de Washington para disuadir a sus enemigos y ofrecer garantías a sus aliados ha mermado dramáticamente: ha dado argumentos a los yihadistas de todo el mundo de que son vulnera- bles (como mostró el 11-S en directo) y alas al aven- turerismo de sus rivales chinos y rusos. El complejo militar-industrial que denunciara Eisenhower ha vuelto a evidenciar que no sirve para garantizar la victoria lejos de casa ni para implantar democracias. La guerra contra el terror ha laminado su Constitu- ción, y la división del país ha llegado al extremo de que una parte no desdeñable del electorado sigue considerando a Donald Trump como vencedor de las elecciones que ganó Biden y justifica el asalto al Capitolio como un acto de patriotismo. 2 Damos por hecho que la CIA recluta el mejor ta- lento de sus campus. A juzgar por los estragos de su política exterior (tanto política como militar) cabría dudar de si está al servicio de su gobierno, conoce el mundo real, o alguien le presta atención. Tal vez tenga que ver con el mal que denuncian filósofos como el italiano Nuccio Ordine, que en un artí- culo publicado en El País (‘Los estudian- tes no son pollos de engorde’) denunciaba la obsesión que se ha impuesto en centros escolares y universidades: “inadecuados modelos empresariales”, hasta el pun- to de que “toda la cadena educativa se ha puesto al servicio del llamado crecimiento económico, de las exigencias del mercado y de la empresa”. Según Ordine, una visión “utilitarista del estudio”, y una interesada confusión, puesto que “la educación no representa un gasto sino una inversión indispen- sable”, y qué mejor lugar que una revista universi- taria para plantearlo: “la educación debería prepa- rar para poner en cuestión los modelos únicos impuestos por la economía y la tecnología. Debería enseñar que el sa- ber gratuito y el estudio del pasado son fundamentales para hacernos mejores y construir un mundo más solidario”. 3 La sección española de Reporteros Sin Fronte- ras ha firmado un convenio con la Universidad Nebrija por interés recíproco: impartir cursos y que sus alumnos puedan hacer prácticas en nuestra or- ganización. Como periodistas estamos persuadidos de que o aprendemos a leer críticamente el mundo desde que empezamos a pasar los ojos y las yemas de los dedos por los dispositivos electrónicos (y pa- peles: los libros no van a desaparecer) o perderemos la guerra cognitiva, el desafío de separar la ciencia de la superstición, la razón de la emoción, los he- chos de las opiniones. Nos va la vida democrática en ello. 4 Cuando nos preguntan por lo que hacemos en RSF, cuando tratamos de explicar que la demo- cracia no existe sin libertad de prensa, recurrimos a una iniciativa financiada por el Ayuntamiento de Madrid: el programa de acogida temporal de pe- riodistas latinoamericanos. Cuando estas palabras lleguen a los alumnos de la Nebrija estarán en Ma- drid los cuatro beneficiarios de la cuarta edición del programa: Óscar Parra de Colombia, María Teresa Montaño de México, Waldo Fernández de Cuba, y Tania Jeanneth de Nicaragua. Han sido seleccio- nados entre muchos otros amenazados en países donde decir la verdad, hacer periodismo, supone jugarse la vida. Por eso es tan necesario su trabajo y merecen nuestra admiración y reconocimiento. Nos sirven de recordatorio de que las libertades de las que disfrutamos no están garantizadas para siem- pre. El periodismo es nuestra llave maestra para tratar de entender el mundo, para descifrar la reali- dad. Y para recordarnos que nada humano (sea en Afganistán, Guinea Ecuatorial, China o México) nos debe ser ajeno. Las libertades de las que disfrutamos no están garantizadas para siempre El periodismo es nuestra llave maestra para tratar de entender el mundo, para descifrar la realidad 17 Nuestra Nebrija

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