Nuestra NEBRIJA 39 - octubre 2021

sarrollo de profesionales tienen un impacto mucho más profundo y exponencial a través de nuestros egresados para hacer de este mundo un mundo me- jor. Es un impacto inapreciable en el corto plazo. El modesto progreso de cada estudiante en cada asig- natura. Pero el efecto es constante, penetrante y no- table en el conjunto. Nos asombramos con orgullo al enterarnos de las posiciones que alcanzan nues- tros egresados como abogados, ingenieros, econo- mistas, pedagogos, comunicadores o profesionales de la salud, así como las contribuciones que hacen desde estos roles. Tenemos grandes profesores e investigadores en Nebrija, así como excelentes profesionales que desarrollan funciones de apoyo. Solo es cuestión de reconectar con los valores que nos inspiraron a de- dicarnos a nuestra profesión y al noble oficio de la enseñanza para recargar nuestra pasión por la ex- celencia. Los retos Conscientes del ilusionante sentido de nuestro trabajo, vigilemos no deslizarnos por la rampa de la complacencia. El mundo avanza y si no avanzas vas hacia atrás. “Lo peligroso es no evolucionar”, nos alerta Jezz Bezos, presidente ejecutivo de Ama- zon. Nuestros vecinos en el sector no paran de inno- var. Lew Platt, exCEO de HP, recordaba “El cami- no que te ha llevado al éxito es la ruta más segura hacia el fracaso”. Ya sea la tecnología emergente, los atributos de las nuevas generaciones, la renova- ción constante en las profesiones, la pandemia, la digitalización o el cambio climático, todo nos exige un esfuerzo adaptativo. Más si cabe con la fatiga de cambio que sufrimos en estos tiempos volátiles, in- ciertos, complejos y ambiguos. En la comunidad universitaria todos y cada uno desempeñamos un papel. El estudiante en el centro, por supuesto. Pero levantamos la vista, como el fut- bolista que evalúa el mejor pase, para escanear las tendencias en la profesión y los requerimientos de los empleadores. El “futuro del trabajo” es una no- ción que, asociada a las tecnologías emergentes, los cambios de mercado y demográficos y la nueva normalidad postpandémica, abre un espectro de escenarios acerca de cómo, cuándo, y dónde se hará el trabajo, aparte de quién lo hará e incluso de qué se con- sidera trabajo. Iniciativas de gestión de talento y gestión de profesorado Con este panorama, en Nebrija exploramos y de- sarrollamos iniciativas para mejorar las prácticas de gestión de personas y de profesorado. Apuntamos algunas de ellas. Implantadas. La mejora de los procesos de cap- tación y selección de talento para reforzar la capa- cidad organizativa que nos permita afrontar el cre- cimiento de la Universidad, así como mantener los niveles de excelencia académica y operativa que nos caracterizan. Un sistema de valoración colectiva, a través de tribunales de selección, que permite dar mayor objetividad y calidad a las decisiones de con- tratación y promoción. Una guía de carrera profe- sional y desarrollo personal que nos ofrece un ho- rizonte de progreso a través de etapas e itinerarios. Una oferta formativa interna reforzada para seguir actualizándonos en las últimas técnicas de ense- ñanza híbrida, trabajo colaborativo virtual y otras habilidades emergentes. Un organigrama jerárqui- co funcional rediseñado con criterios de equidad y operatividad para una toma de decisiones más ágil. En desarrollo . Un catálogo de perfiles de pues- to que aportarán mayor claridad en las funciones y las competencias requeridas. Revisión de las prác- ticas de retribución y beneficios para que nuestra contribución y nuestro esfuerzo se vean mejor re- conocidos y recompensados. Un sistema de gestión de desempeño y desarrollo de talento potencial y li- derazgo. La creación de un centro de innovación de aprendizaje del que derivarán repositorios de bue- nas prácticas docentes e investigadoras, así como espacios para su intercambio y difusión. Por último y no menos importante, el análisis, a través de un grupo de trabajo, de lo expresado en la última en- cuesta de clima laboral para proponer un plan de acción que aborde las mejoras identificadas. Cuando vigilamos en el trabajo, como en la vida en general, nuestra realización personal, la cohe- rencia con nuestros valores, así como nuestro bien- estar físico y mental, entonces damos lo mejor. No hay reto que nos detenga. Solo es cuestión de reconectar con los valores que nos inspiraron a dedicarnos a nuestra profesión y al noble oficio de la enseñanza para recargar nuestra pasión por la excelencia 5 Nuestra Nebrija

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