Nuestra NEBRIJA 40 - Enero 2022

O aun antes: en el Diálogo de la lengua (hacia 1535, pero no publicado hasta 1737) de Juan de Val- dés, a quien por lo visto irritaba la sola mención del nombre de Nebrija. Una muestra de ese desapego: i. ¿Vos no veis que, aunque Librixa era muy doc- to en la lengua latina, que esto nadie se lo puede quitar, al fin no se puede negar que era andaluz, y no castellano, y que escribió aquel su vocabu- lario con tan poco cuidado que parece haberlo escrito por burla? En la declaración que hace de los vocablos caste- llanos en los latinos se engaña tantas veces que sois forzado a creer una de dos cosas, o que no entendía la verdadera significación del latín, y esta es la que yo menos creo, o que no alcanzaba la del castellano, y esa podría ser, porque él era de Andalucía, donde la lengua no está muy pura […]. La cita habla por sí sola y me exonera de comen- tario alguno. 4 El 18 de agosto de 1492 se publicó en Sala- manca un libro sin título que arrancaba de este modo: Ala mui alta τ assi esclarecida princesa doña Isabel la tercera deste nombre Reina i señora natural de España τ las islas de nuestro mar. Comiença la gramatica que nueva mente hizo el maestro Antonio de lebrixa sobre la lengua cas- tellana. τ pone primero el prologo. Y se cerraba de este otro: Acabose este tratado de grammatica que nueva mente hizo el maestro Antonio de lebrixa sobre la lengua castellana […]. Varias cosas parecen claras: (i) está dedicado a la reina Isabel de Castilla; (ii) en la mente del autor debía de titularse de este modo: Gramática sobre la lengua castellana ; (iii) el maestro era consciente de que se trataba de algo ex novo , nunca visto: una gramática de una lengua vernácula. De esa obra quisiera destacar cuatro aspectos, dos del prólogo y dos del texto propiamente dicho. Primero . Codificar una lengua vulgar antes de que el siglo XV llegara a su fin era un gesto (tan) novedoso que podía reportar consecuencias previ- sibles e indeseadas al que se atreviera; Nebrija era conocedor del riesgo que corría y se lo pensó antes de proceder: io delibere con gran peligro de aquella opinion que muchos de mi tienen: sacar la novedad desta mi obra dela sombra τ tinieblas escolásticas ala luz de vuestra corte. Aun así, la compuso y la publicó. Segundo . Nebrija sabía bien que las lenguas cambian: Esta [la lengua] hasta nuestra edad anduvo suel- ta τ fuera de regla: τ a esta causa a recebido en pocos siglos muchas mudanças. por que si la queremos cotejar con la de oi a quinientos años: hallaremos tanta diferencia τ diversidad: cuanta puede ser maior entre dos lenguas. Aun así, [parece que] llegó a hacerse la ilusión –¿otra vez su altanería?, ¿otra su jactancia?– de que con esta obra suya podía detener su evolución, fijar el castellano: Acordé ante todas las otras cosas reducir en ar- tificio este nuestro lenguaje castellano: para que lo que agora τ de aquí adelante enel se escribiere pueda quedar en un tenor: τ estender se en toda la duracion delos tiempos que estan por venir. 14 Nuestra Nebrija ARTÍCULO

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