Nuestra NEBRIJA 40 - Enero 2022

¿De dónde nace esa pasión por la lucha y las artes marciales? Pues viene desde pequeño. Mis padres decidie- ron apuntarme a clases extraescolares para que hiciera deporte, me llamaron mucho la atención y desde entonces no he dejado de practicarlas. Ade- más, cuando era niño veía películas en las que había escenas de lucha y me encantaban, quería imitarlas, y supongo que también de ahí viene mi pasión por este deporte que ahora además le he transmitido a mi padre. Un momento, ¿tu padre también se dedica al jiujitsu? (Se ríe) Sí, le convencí para que lo probara y pen- sábamos que iba a durar dos semanas entrenando, como mucho. Pero siguió, le gustó y actualmente es tercer dan de jiujitsu y se está preparando para ser árbitro a nivel nacional. En el caso del motociclismo, en cambio, fue al revés, ¿verdad? Así es, eso sí me lo ha pegado mi padre, es mo- tero y desde pequeño me ha llevado a concentracio- nes. Además, cuando era niño siempre me gustaba desmontar y montar juguetes y ya cuando empecé con las motos con quince años, descubrí que era lo que quería hacer en un futuro. ¿Qué te aporta personalmente el deporte? De pequeño era bastante tímido y digamos que me faltaba valor para dar el paso de socializar y creer en mí mismo, y creo que el deporte y las artes mar- ciales me han ayudado a mejorar esta faceta. Siem- pre han sido una herramienta que me ha permitido perder la vergüenza, ser más abierto y adquirir una confianza muy grande basada en los valores que te enseña. ¿Cómo se recupera un profesional como tú de una derrota? Normalmente todos los combates se sue- len grabar en directo, así que cuando pierdo trato de volver a verlos y averiguar por qué he sufrido esa derrota. Al final, cuando entro al ta- tami, lo único que pienso es en trabajar lo que sé hacer y en llevarlo hasta el final. Si pier- do, que sea porque, a pesar de haberlo dado todo, el oponente ha sido mejor que yo. Lo importante es dejarte la piel y estar orgulloso de tu trabajo después del combate, indepen- dientemente de si has ganado o perdido. ¿Esta manera de afrontar las derrotas también se podría aplicar fuera del deporte? Claro, hay que saber ver la parte mala de cada uno y ver dónde cometemos fallos para poder mejo- rar como personas. El problema surge, por ejemplo, en que en ocasiones vemos películas en las que el protagonista consigue en una semana ser excelente en lo suyo y esta no es la realidad. Tienes que acu- mular muchas derrotas y experiencias para llegar al éxito. No se puede empezar corriendo, primero hay que andar. Casi siempre se habla de las derrotas, pero, ¿es también importante tener los pies en la tierra tras una victoria? Por supuesto, en ambas hay que ser humilde, aunque quizás más cuando ganas. En mi caso, fue mi padre el que me enseñó desde pequeño a no creerme ni mejor ni peor que nadie y esto lo aplico en el deporte y en la vida. Hay cientos de ejemplos de deportistas que se han quedado a muy poco de la elite porque tras una victoria importante se lo han creído demasiado y su carrera se ha ido al traste. Campeón de España de jiujitsu, estudiante de Ingeniería del Automóvil… ¿cuáles son tus próximos pasos y hasta dónde te gustaría llegar en ambas facetas? Mi sueño es el de es llegar a trabajar en las mo- tos como ingeniero al más alto nivel, me encantaría ser parte de cualquier escudería grande de MotoGP. Respecto al jiujitsu, ya estoy pensando en el próximo campeonato de España de marzo, que da acceso a competir internacionalmente. No me pongo techo, me gustaría llegar a ser campeón de Europa o del mundo. “Tienes que acumular muchas derrotas y experiencias para llegar al éxito. No se puede empezar corriendo, primero hay que andar” “Mi padre me enseñó desde pequeño a no creerme ni mejor ni peor que nadie y esto lo aplico en el deporte y en la vida” 43 Nuestra Nebrija

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