Nuestra NEBRIJA 42 - Julio 2022

D e todas las cualidades que nos definen como especie, el lenguaje es sin duda una de las más notables. Ningún otro animal posee un siste- ma de comunicación de una complejidad parecida. En una interacción comunicativa cualquiera, nues- tro tracto vocal produce una serie de sonidos arbi- trarios que, haciendo vibrar el tímpano de nuestro interlocutor, generan nuevos pensamientos e imá- genes en su mente en cuestión de milisegundos. Pero no cualquier pensamiento, cualquier imagen: exactamente aquellos que nosotros pretendíamos poner ahí. Este aparente milagro de la comunica- ción humana ha fascinado a los pensadores durante siglos, y la aparición de las ciencias del lenguaje en los últimos cien años nos ha ido acercando a una mejor comprensión de estos procesos, desde su psi- cología a sus bases neurobiológicas, incluyendo los diversos factores sociales que los moldean. La adquisición de nuestra lengua (o lenguas) na- tiva(s) en la infancia es un hito extraordinario des- de el punto de vista de la cognición. En apenas seis años, una niña o niño desarrolla un dominio casi completo de las estructuras esenciales de su gramá- tica nativa, que solo irá completando con más voca- bulario con el paso de los años. No solo es notable la rapidez de este proceso, también su uniformidad: niños de distintos orígenes geográficos, contextos socioeconómicos y lenguas maternas adquieren su O f all the qualities that define us as a species, language is undoubtedly one of the most remarkable. No other animal has a communication system of similar complexity. In any communicative interaction, our vocal tract produces a series of arbitrary sounds that, by vibrating upon the eardrum of our interlocutor, generate new thoughts and images in their mind in a matter of milliseconds. But not just any thought or any image: exactly those that we intended to put there. This apparent miracle of human communication has fascinated thinkers for centuries, and the emergence of language sciences in the last hundred years has brought us closer to a better understanding of these processes, from their psychology to their neurobiological bases, including the various social factors that shape them. The acquisition of our native language (or languages) in childhood is an extraordinary milestone from the point of view of cognition. In just six years, a girl or boy develops an almost complete mastery of the essential structures of their native grammar, which they will only complete with more vocabulary as the years go by. Not only is the speed of this process remarkable, but also its uniformity: children of different geographical origins, socioeconomic backgrounds and mother 15 Nuestra Nebrija

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