Nuestra NEBRIJA 42 - Julio 2022

tro permanece. Es el privilegio de los clásicos quedarse”. En honor a Nebrija, “somos responsables del inmenso tesoro de nuestra lengua y debemos bus- car el pluralismo lingüístico enri- quecedor”. Como “reflejo de la so- ciedad poliédrica y multivariada” en la que vivimos y que se plasma en la Comisión Administrativa, “creemos en la complementarie- dad y la simbiosis” porque “Ne- brija no es de nadie, es patrimo- nio de todos los españoles, es uno de los nuestros”. José Muñiz manifestó que en Nebrija confluyen “a la perfec- ción” los valores universitarios: humildad intelectual, curiosidad, independencia de criterio, espíri- tu crítico, pasión por saber y aper- tura mental. “Hoy sería Nebrija de nuevo un militante contra la inquisición, porque esta muta, pero siempre reaparece adoptan- do formas ideológicas diversas e insospechadas”, añadió. El V Centenario de Nebrija resulta, a su juicio, “una oca- sión única” para propiciar una reflexión sobre el papel de las humanidades en la era digital y profundizar en el vínculo entre universidad y sociedad. Esta con- memoración permite compren- der el pasado, pero también enca- rar el porvenir” y este acto aporta “un grano de arena más para ir saldando la gran deuda contraída por todos nosotros con el maestro Nebrija”. Loa a las universidades Mientras Javier Rodríguez Palacios, alcalde de Alcalá de He- nares, elogió “las universidades como foco que ilumina el cami- no y distingue lo verdadero de lo falso”, Ana Santos, directora de la Biblioteca Nacional de España (BNE), subrayó la “permanencia” de la palabra escrita. En este sen- tido, sostuvo que Nebrija “luchó por el valor de la educación y el conocimiento al alcance de todos frente a la barbarie”. Santos apro- vechó para invitar, en especial a los jóvenes, a la exposición sobre el humanista que a finales de no- viembre acogerá la BNE. Por último, José Vicente Saz, rector de la UAH, evidenció que la historia de la Universidad de Alcalá no puede comprenderse sin la figura de Nebrija ni la vida del erudito se entendería sin su paso por ella. “Con su alma inquieta y curiosa, sus princi- pios éticos y huma- nos y su labor inte- lectual, el hombre que introdujo el Re- nacimiento en Es- paña apostaba por una búsqueda de la verdad libre de pre- juicios’, afirmó. Como colofón a esta histórica conmemoración, que, como suele recordar José Muñiz, es la ante- sala a la celebración del primer milenio del fallecimiento de An- tonio de Nebrija en 2522, el gru- po de cámara de la Orquesta de la Universidad de Alcalá interpretó piezas de Juan del Encina (1468- 1529) extraídas del Cancionero Musical de Palacio . José Vicente Saz: “Con su alma inquieta y curiosa, el hombre que introdujo el Renacimiento en España apostaba por una búsqueda de la verdad libre de prejuicios” 9 Nuestra Nebrija

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