Nuestra NEBRIJA 44 - Enero 2023

“Mientras haya vida habrá cáncer”, ha asegurado. ¿Llegaremos a convivir con él ya que no hay derrota total posible? Esta afirmación tan contundente pretende edu- car en la idea de que mientras no seamos robots alimentados de electrones, el cáncer estará presen- te en nuestras vidas. Esta verdad incómoda no sig- nifica que el cáncer sea una enfermedad incurable o que el objetivo final sea cronificarla. Cada vez se diagnostican más tumores, pero al mismo tiempo su tasa global de cu- ración aumenta. En conjunto, hoy es más fácil sobrevivir a un cáncer que sucumbir a esta enfermedad, pues más de la mitad de los tumores ma- lignos se curan com- pletamente. Hace 30 años estábamos muy lejos de esta esperan- zadora situación. Sin embargo, todavía hay mucho desequilibrio en estas cifras dependiendo del tipo de tumor considerado. Así, algunos cánceres se cu- ran muy mayoritariamente y en otros apenas hay resultados positivos. Ante esto solo cabe esta estra- tegia: prevenir para vivir y conocer para curar. Los avances en el diagnóstico y el tratamiento del cáncer han sido espectaculares en los últimos lustros. ¿Cuáles son ahora las grandes esperanzas para curarlo? El cáncer es una enfermedad tan compleja y diversa que los avances siempre vienen de la con- junción del conocimiento y la tecnología. De ambos pilares han llegado los dos nuevos grupos de trata- mientos oncológicos basados en el desciframiento de los genomas del cáncer y en la inmunoterapia antitumoral. Con la primera estrategia se descifran las mutaciones concretas de cada tumor de cada paciente y con ellas se abre la posibilidad de una Oncología personalizada y de mayor precisión. Con la inmunoterapia se persigue reforzar la respuesta inmune antitumoral, con objeto de favorecer la eli- minación en nuestro organismo de las células trans- formadas que han causado un determinado tumor. Sobre la plasticidad del metabolismo, ¿qué se ha descubierto? ¿cómo podemos cambiarlo? El metabolismo celular está en el origen de la supervivencia cotidiana de todas las criaturas del planeta, al ser capaz de integrar con una armonía maravillosa toda la información molecular que reci- bimos con la que generamos en cada instante. Hoy sabemos que el metabolismo es extraordinariamen- te dinámico y se puede reprogramar con dietas es- pecíficas o con intervenciones farmacológicas, para intentar aliviar el estrés interno y externo que nos acompaña en la vida diaria. Sin embargo, pese a los muchos anuncios de diversos moduladores meta- bólicos que pueden funcionar como elixires de ju- ventud, mi recomendación al respecto todavía no es otra que potenciar procesos endógenos positivos, como la autofagia y la hormesis, mediante una dieta sana, natural, variada y equilibrada, acompañada de un ejercicio moderado. ¿Cuál le parece que es su aportación científica más valiosa? Tu pregunta me hace viajar en el tiempo hasta 1987 cuando comenzó a funcionar nuestro labo- ratorio en Oviedo, que en aquel momento estaba compuesto por solo dos personas. Desde entonces hemos podido hacer muchas contribuciones y cada una de ellas nos ha generado emociones profun- das. Recuerdo ahora que Severo Ochoa decía que no había nada mejor que la emoción de descubrir. Por ejemplo, en la era pre-genómica descubrimos y pusimos nombre y función a más de 60 nuevos ge- Si fuéramos perfectos, seguiríamos siendo microbios” 16 Nuestra Nebrija ENTREVISTA

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