Nuestra NEBRIJA 45- Abril 2023

E s otoño y el día amanece lluvioso. Residen- cia Logística Militar Los Alijares (Toledo). En la bienvenida, Antonio Puerto, coronel director de la Escuela Militar de Emergencias, dependiente de la UME, comenta con humor a la comitiva de la Universidad Nebrija y de la Fundación Ferrer-Dalmau que hace un tiempo excelente para las acuarelas. Tras el café pertinente para entrar en calor, los pupilos de Augusto Ferrer-Dalmau, cono- cido como “el pintor de batallas”, se empapan de las diferentes acciones del Curso Básico de Emergencias. Los militares les esperan en los módulos de rescate vertical, inundaciones, lu- cha contra incendios forestales y rescate urbano. En el barranco de La Degollada, los pintores sacan sus armas de trabajo y empiezan a plas- mar cómo los militares hacen un rapel volado desde un viaducto. Sergio Lerín, capitán jefe del módulo de rescate vertical, espeta a uno de ellos: “Haz una parada a media altura para que se vea la sombra del puente”. Los alumnos del máster, apostados en montículos y rocas en torno al arroyo seco, aprovechan para tomar apuntes de esta imponente acción. Erick Mira- val, profesor de Dibujo y Anatomía, se mueve raudo y veloz por los puestos de sus alumnos. El tiempo apremia. “Trabaja mejor la proporción, mira dónde coloca el peso de todo su cuerpo”, le dice a un aprendiz sin perder de vista al militar suspendido en el vacío. No cesa el chirimiri, pero el ánimo no de- cae y con el Alcázar de fondo, los pintores, tras sortear lo irregular del terreno, se dirigen a otra zona donde están trabajando con camillas ante un posible rescate de víctimas. Augusto Ferrer-Dalmau da alguna instrucción general: “Acordaos no sólo de pintar la acción sino tam- bién a las personas para capturar íntegramente la escena”. Reflejar hasta la espuma En el módulo de inundaciones, ubicado en el río Tajo, en el área conocida como Diaman- tista, les esperan otros efectivos a las órdenes del capitán Tomás Luis Romero. Los alum- nos, con alguna salpicadura en las hojas de sus cuadernos, esbozan los esfuerzos del gru- po de militares que intenta resistir la corrien- te para asistir a hipotéticos afectados. Los ins- tructores de la UME simulan ser troncos para dificultar las acciones de sus compañeros. Las riadas pueden arrastrar ramas, e incluso azu- lejos que pueden producir cortes profundos. 35 Nuestra Nebrija

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