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NUESTRA
· SEP 2012 · Nº 0
DEL SUEÑO...
E
l proyecto académi-
co de la Universidad
Antonio de Nebrija
inicia su trayectoria con la
inauguración del Centro de
Estudios Hispánicos el 31
de julio de 1985 y el Centro
de Estudios Antonio de
Nebrija el 23 de octubre del
mismo año. Enseñar la len-
gua y cultura española a los
estudiantes extranjeros y
mitigar la necesidad de for-
mación de los profesionales
de la enseñanza del español
como lengua extranjera
fue el objetivo del primero,
mientras que la meta del
segundo fue la impartición
de enseñanza superior en
todos los campos.
El sueño de los fundado-
res, Manuel Villa-Cellino y
Belén Moreno de los Ríos,
era crear una universidad
independiente y libre, ca-
paz de ofrecer una forma-
ción de calidad y carácter
práctico, donde la piedra
filosofal fuera el alumno;
un centro competitivo y
de referencia que sirviera
de acicate a la universidad
pública dando ejemplo de
eficacia con un sistema de
enseñanza personalizada,
proyección internacional e
investigación aplicada. Los
modelos serían el sistema
universitario anglosajón,
las grandes universidades
norteamericanas y la Insti-
tución de Libre Enseñanza.
El proyecto tomaba impul-
so y solidez estructural con
la constitución de la Fun-
dación Antonio de Nebrija
el 25 de junio de 1987, que
facilitaba la docencia en
todas las áreas de la ense-
ñanza universitaria y fue
reconocida por el Ministe-
rio de Educación y Ciencia
el 19 de julio de 1988.
Un año después, la Univer-
sitas Nebrissensis, como se
había denominado a la or-
ganización, fue reconocida
oficialmente como institu-
ción de enseñanza superior
con lo que se incorporaron
a la oferta académica las
dos primeras carreras
universitarias en la historia
de la Nebrija: el Graduado
Superior en Dirección de
Empresas y el Gradua-
do Superior en Dirección
Internacional de Empresas.
Se crea, además, el Máster
en Derecho Empresarial y
en el curso 1990/91 titula-
ciones de Comunicación y
Lenguas Aplicadas. Dentro
de éste último campo des-
taca la creación del Máster
en Enseñanza del Espa-
ñol, uno de los motores
a la rea
INFORME
