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Carta del rector
Juan Cayón.
Rector de la Universidad Nebrija
El esfuerzo desplegado en estos años nos trae como
recompensa una Universidad más completa, más
moderna aunque muy respetuosa con su carisma e
historia, más vigorosa, con muchas ganas de avanzar.
S i e n d o
éste el
p r i m e r
n ú m e r o
de Nuestra
en el curso
2017/2018, per-
mitidme que compar-
ta con vosotros algunas ideas
que me vinieron a la cabeza
en el arranque de la Semana
de Bienvenida con la que ayu-
damos a nuestros nuevos estu-
diantes presenciales a orientar-
se en los primeros momentos
de su episodio vital universita-
rio. Y la primera impresión que
quiero trasladaros es la alegría
que me produce, y que a buen
seguro es compartida, ver que
cada día más estudiantes con-
fían en Nebrija para su forma-
ción, que va calando nuestro
mensaje y orientación a con-
vertirnos en universidad de
referencia y que en este cuar-
to año de mandato voy a ver
cumplido mi sueño de trabajar
en una universidad transforma-
da. Se ha transformado nuestro
entorno físico con la alegría de
estar en el centro universita-
rio de Madrid manteniendo en
pleno uso nuestro maravillo-
so Campus de La Berzosa (e
inesperadamente, la verdad,
el de Dehesa de la Villa); pero
también se ha transformado
nuestra realidad vital, viendo
cumplido lo que otrora fue una
ilusión, que el esfuerzo desple-
gado en estos años nos trae
como recompensa una Univer-
sidad más completa, más mo-
derna aunque muy respetuosa
con su carisma e historia, más
vigorosa, con muchas ganas
de avanzar. La experiencia que
seguro habéis tenido todos en
esta Semana de Bienvenida
ha sido muy interesante. Sí, sí,
ya sé que también estresante,
pero a quienes vivimos la uni-
versidad como nuestra pasión
desde hace años, esos proble-
mas de ajuste inicial (nuevos
estudiantes perdidos, nuevos
profesores perdidos, aulas a
veces sin alumnos y otras con
más de los que caben) en el
fondo nos permiten la excusa
de sentirnos jóvenes a la vez
que experimentados, veteranos
en un universo de novatos, re-
ferentes en un caos de normal
desorientación. Siempre es así,
pero este año, quizás porque
somos uno más viejo, al menos
en mi caso, ha supuesto un re-
confortante re-encuentro con
una Nebrija más internacionali-
zada, más bulliciosa, más ale-
gre en definitiva. Será que con
el verano y el descanso uno ve
las cosas de manera más op-
timista, pero este año los es-
tudiantes de primero me pare-
cieron más vivos, más atentos,
más respetuosos, más motiva-
dos.
Hemos hecho las cosas ra-
zonablemente bien. Pero aún
nos quedan muchas otras por
mejorar y, sobretodo, otras mu-
chas que aún no hemos hecho.
Tenemos una oferta académica
más amplia, pero ahora toca
consolidarla. Tenemos unas
instalaciones buenas, pero he-
mos de lograr que sean me-
jores y se aprovechen mejor.
Tenemos unos estudiantes de
Curso nuevo,
vida nueva
L
o
más
preciado
de
nuestro
trabajo
es
la
renovación
constante