Antonio de Nebrija se nombró a sí mismo con su alias literario como Aelius Antonius Nebrissensis grammaticus y fue el creador de una imagen arquetípica de sí mismo, pues se consideraba en el inicio de su cátedra “un debelador de la barbarie, príncipe de los humanistas latinos españoles, que en el siglo XVIII mutó en campeón de la erudición hispana, vernácula, con el redescubrimiento de la Gramática y la Ortografía castellanas” (Martín Baños, 517).
Estas dos características son suficientes para centrar el objetivo de nuestras publicaciones en resaltar, tanto la pasión de saber, la pasión de acceder a todo el conocimiento disponible en su momento histórico, como el objetivo de crearse o construirse intelectual y profesionalmente en la Universidad. (Recordemos nuestra secuencia de saber ser, saber hacer y saber tener para formar a nuestros estudiantes).
Las dos características descritas, la pasión por el conocimiento y el deseo de formarse personal y profesionalmente en la Universidad, ambas son características definitorias de nuestro prócer, que se deben de trasladar como los posibles objetivos o como las pasiones y actitudes de la Comunidad Universitaria Nebrija, aceptadas en nuestra filosofía básica y en las que se ven reflejados todos nuestros estudiantes y profesores.
Plaza Mayor de Salamanca
Otras características relevantes para resaltar en la actualidad en una obra histórica sobre Antonio de Nebrija son:
Todas estas ideas estuvieron exquisitamente representadas por las reflexiones y la actividad de nuestro prócer
La Universidad Nebrija y su Fundación Antonio de Nebrija participarán activamente en divulgar, promover y defender los valores nebrisenses anteriormente expuestos, pues enlazan con nuestro proyecto educativo, hacer realidad los valores que Nebrija defendió:
La pasión de saber, la pasión de acceder a todo el conocimiento disponible, y el objetivo de crearse o construirse intelectual y profesionalmente en la Universidad.
Estudios impartidos por la Universidad Nebrija