58
N
Me acerco a esta
ventana agrade-
cido por la oportu-
nidad de aportar. En este
mundo loco, acelerado, lleno de
exigencias y fechas límite, que
cada vez lo será más por la ve-
locidad exponencial con la que
evoluciona la tecnología, reci-
bimos información de manera
masiva y no hay espacio para la
reflexión y el pensamiento pau-
sado. Es tal la sensación de falta
de tiempo y de exceso de noti-
cias, ensayos, descubrimientos
que se vuelve muy difícil iden-
tificar dónde hay grano que ali-
mente nuestro saber y qué es
paja que nos hace perder tiem-
po no recuperable. Si algo puedo
confirmar desde mi experiencia,
veintiún años después de gra-
duarme, es la necesidad de que
piséis el freno de vuestra vida y
dediquéis un tiempo a encon-
trarle sentido a vuestras accio-
nes futuras. El tiempo es lo úni-
co que no podemos multiplicar.
Vosotros que estáis embarca-
dos en conseguir herramien-
tas que os hagan ascender en
vuestros sueños, carreras, vidas
al fin y al cabo, debéis hacer
un stop, un parón en seco que
haga que vuestras neuronas
choquen entre sí para repensar
el porqué de esa carrera, de esa
meta, de aquella lectura, de esas
experiencias grupales, de todo
aquello que significa vuestro
presente, vuestro ahora. Tenéis
que enfocar el ser y olvidar el
tener, el conseguir. Analizad pro-
fundamente vuestros objetivos
vitales. Meditad, no todo puede
ser satisfacción rápida de mis
deseos ni fórmulas magistrales.
El camino al éxito, cualquiera
que sea el significado que le de-
mos, implica ascender, tropezar
y volver a tropezar, diariamente.
No hay línea recta y rápida.
¿De verdad quiero ser economis-
ta, periodista, profesor, empresa-
rio? ¿Cuáles son mis fortalezas,
mis aptitudes? ¿Me encuentro
bien hablando en público, tengo
facilidad de palabra? ¿Visualizo
las escenas futuras de mi vida
y me reconozco? ¿Sé como fun-
ciona el dinero, tengo claro qué
es un activo y un pasivo finan-
ciero? ¿La seguridad coarta mi
libertad? ¿Y mi actitud qué tal
va, soy proactivo y resiliente?
¿Soy capaz de salirme del plano
y observar desde fuera? ¿Tengo
constancia en mi agenda diaria?
¿Sé lo que es una agenda y por
qué debo tenerla? ¿Dentro de mi
agenda diaria hay algo más que
clases, copas, la Play? ¿Soy líder
natural, me desenvuelvo bien
socialmente o el networking me
suena a algo muy yanqui? Y las
redes sociales, ¿qué tal se me
dan? ¿Muchos amigos en Fa-
cebook, infinitos
selfies
, pero no
salgo de las pantallas y apenas
balbuceo ante desconocidos?
Podría seguir llenando hojas
con mil preguntas cual Sócrates,
pero es momento de que os las
hagáis y respondáis vosotros.
Puedo confirmar que hay una
pauta que todas las personas de
éxito siguen y que está alineada
con el significado de networking.
Todo lo que busquéis de cara a
la galería será mera fachada y
Columna invitada
Este
acelerado loco
mundo
Un buen networking es una red de amigos
desinteresados que te escucharán e invertirán en tus
ideas, recomendarán tus libros, te dejarán a sus hijos,
depositarán contigo sus ahorros y buscarán tu columna
todos los lunes.
Javier Rojano.
Empresario, inversor y Family Banker en Banco Mediolanum. Antiguo alumno de la Universidad Nebrija
