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NUESTRA
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JUL 2015 · Nº 14
En los 80 trabajaba en una em-
presa dedicada a analizar el de-
sarrollo de la entonces incipien-
te política monetaria del Banco
de España. Desde Gesmosa,
así se llamaba la empresa, bajo
la dirección de Javier Soriano
(q.e.p.d.), nos parecía importan-
te dar un tratamiento de calidad
al seguimiento de las actuacio-
nes del banco emisor. Para ello,
decidimos fundar una institu-
ción dedicada al estudio de la
política monetaria. Hablamos
con unos jóvenes profesores
de la Universidad Autónoma y
así nació Analistas Financieros
Internacionales (AFI), que sigue
hoy día produciendo informa-
ción y análisis de calidad sobre
todo lo que tiene que ver con el
mercado financiero español.
La primera sede de AFI se esta-
bleció en un piso de la calle de
Caracas, en el que compartía-
mos ocupación con otro profe-
sor de la Universidad Autónoma
que estaba implicado en crear
una universidad privada, algo
que nos parecía imposible y fue-
ra por completo de la realidad de
la situación educativa española.
Sin embargo, sólo unos años
después, Manuel Villa-Cellino,
aquel profesor, consiguió el sue-
ño de hacer realidad su proyecto
y nacía la Universidad Nebrija.
Yo había dado clase intensa-
mente y desarrollado un em-
brión de carrera académica en
la Universidad Complutense
en los 80. Pero en el año 2010,
cuando me reincorporé a la uni-
versidad en las filas de Nebrija,
mi primera percepción fue que
había entrado en una época dis-
tinta y que poco de lo aprendido
en mi primera fase me prepara-
ba para esta segunda. Pasar de
enseñar conceptos a apoyar el
desarrollo de competencias pa-
rece algo comprensible, incluso
sencillo, salvo cuando se tiene
que poner en práctica en la ac-
tividad de cada día.
Al final, también en el ámbito de
nuestra Facultad, es relevante
la eterna pregunta de los ges-
tores empresariales: ¿cómo ga-
nar ventaja competitiva?, ¿cómo
innovar en la oferta educativa
adelantándose un poco al res-
to de instituciones con las que
competimos? Hoy ya se atisba
que la competencia en la en-
señanza digital pura va a ser
enorme. Entonces, ¿cómo poner
en valor máximo la experiencia
presencial?, ¿cómo hacer de-
seable, más aún, imprescindi-
ble, un período de estancia en
las aulas o en los espacios que
las sustituyan en el futuro para
los alumnos que deben recorrer
miles de kilómetros para obte-
ner esa experiencia?
La Facultad de Ciencias Socia-
les ha recorrido veinte años de
cambio casi constante. Está
llamada a recorrer, junto a la
Universidad, otros muchos de
cambio vertiginoso. Los mim-
bres están dispuestos, sabemos
tejer como Penélope y estamos
preparados para destejer lo que
no responda a las expectativas.
Al final, el tejido tendrá la forma
que corresponda, lejos de la que
imaginamos ahora, pero ade-
cuada a las nuevas circunstan-
cias. ¡Pongámonos a ello!
Carlos Cuervo
Profesor y representante de la Facultad de Ciencias Sociales
La Facultad de
Ciencias Sociales
ha recorrido veinte
años de cambio
casi constante.
Está llamada a
recorrer, junto a la
Universidad, otros
muchos de cambio
vertiginoso
Camino de cambio constante
