Mi llegada a Nebrija fue en ju-
lio de 1998 y mi primer cometi-
do fue iniciar el primer curso de
Ingeniería Industrial con Alberto
López, que se incorporó tam-
bién entonces. En los meses de
julio y septiembre hubo que lle-
gar a acuerdos con La Paloma
para poder hacer prácticas de
determinadas asignaturas y, al
mismo tiempo, buscar profeso-
res y alumnos para iniciar la an-
dadura de la nueva carrera.
Recuerdo los primeros contac-
tos con los colegios de inge-
nieros de Madrid, el COITIM y
COIIM, así como con la Asocia-
ción de Ingenieros Industriales
de Madrid. Había que ir dando
a conocer la nueva carrera a
los ingenieros de estos ámbi-
tos. Recuerdo especialmente al
entonces presidente de la AIIM,
entrañable amigo De Juan, que
nos trató siempre con un cariño
especial.
Fueron años, como siempre que
inicias un proyecto de estas ca-
racterísticas, de mucho trabajo
e ilusión, que se veía recompen-
sado porque nuestra Escuela
Politécnica Superior crecía ade-
cuadamente.
Recuerdo las colaboraciones
con Paco Aparicio, presidente
del INSIA, con Jesús Banegas,
que estaba entonces al frente
del sector de empresas elec-
trónicas, y de Guillermo Ulacia,
entonces número dos de Acera-
lia, que siempre hacía un hueco
en su agenda para atendernos.
Muchas gracias a todos los que
en aquellos tiempos tanto nos
ayudaron.
Recuerdo también mi aterrizaje
en el área de Calidad de la Uni-
versidad. Manuel Villa-Cellino,
entonces rector, me pidió que
hiciera un trabajo sobre el tema.
Sabía que se lo había pedido a
varios pero no muy bien para qué
era. Hice un pequeño ensayo so-
bre calidad. Unos días después
me llamó y me dijo que era el me-
jor trabajo presentado. Nomucho
después me nombraba delegado
del rector para la Calidad.
Eran otros tiempos, en aquel
entonces no existía ANECA y
dependíamos del Consejo de
Universidades. Todos los años
nos evaluaban alguna titulación;
recuerdo las evaluaciones de
Turismo, Publicidad y la que nos
hicieron a Ingeniería Industrial.
Con el nuevo Plan de Bolonia se
diversificó la oferta de grados
en Ingeniería Industrial, apare-
ciendo también Arquitectura.
Capítulo aparte merece el naci-
miento de nuestro Grado en In-
geniería del Automóvil ya que la
Universidad Nebrija es la única
que oferta este título en Espa-
ña. Fue una apuesta importante
que hasta el presente está con-
siguiendo buenos resultados.
Todos mis recuerdos son entra-
ñables. La Escuela Politécnica
Superior y Escuela de Arquitec-
tura y la Universidad Nebrija han
crecido mucho desde entonces.
Nuestra Universidad es un refe-
rente actualmente entre las uni-
versidades privadas de Madrid.
Pero espero y me atrevo a decir
que estoy seguro que los mejo-
res días de Nebrija y de nuestra
Escuela están aún por llegar.
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COLABORACIONES
Juan Viguri
Profesor y representante de la Escuela Politécnica Superior y Escuela de Arquitectura
Mención especial
merece el
nacimiento de
nuestro Grado
en Ingeniería del
Automóvil, ya que
la Universidad
Nebrija es la única
que oferta este
título en España
Crecimiento y evolución de nuestra Escuela
