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en una película, tanto por la es-
casez de estos a medida que
la actriz se hace mayor, como
por el rol que desempeñan en la
historia. “A partir de cierta edad
los personajes desaparecen. De
una edad a otra somos el obje-
to de deseo, el objeto románti-
co o la mujer a la que rescatar.
Y luego hay una edad en la que
desapareces, de los 35 a los 55.
Estoy hablando en general, pero
todavía se nos proyecta para
ser entes secundarios: la madre
del héroe, la novia del héroe, la
abuela…”, asegura Dolera.
Clara Lago cree, además, que esa
escasez de personajes empieza
ya antes de llegar a los 30: “Yo
siempre había escuchado eso de
que a partir de los 40 empiezan
a desaparecer los personajes,
pero no hace falta que llegues a
los 40, ya con 27 pasa esto y yo
no me puedo quejar porque no
dejo de trabajar temporadas de-
masiado largas, pero sí que veo
la desigualdad que hay”.
Pero no todo son situaciones
adversas. Pasando a un ámbi-
to más técnico, Paloma Huelin,
acostumbrada a trabajar rodea-
da de hombres, nunca se ha
sentido discriminada por el he-
cho de ser mujer. “Mujeres téc-
nico de sonido hay muy pocas,
aunque cada vez somos más.
Pero a mí nunca me han hecho
sentir que soy menos que ellos”,
reconoce.
La dirección es otro importan-
te desafío. Lo sabe bien Leticia
Dolera, directora de la película
Requisitos para ser una persona
normal
. “Todos nos encontra-
mos con problemas a la hora de
dirigir, tanto hombres como mu-
jeres, pero las mujeres tenemos
el triple de carga, porque vivi-
mos en una sociedad machista
y todavía se entiende que el rela-
to tiene que ser androcéntrico. Y
sigue habiendo una falta de con-
fianza a nivel económico en las
películas que dirigen mujeres.
El presupuesto de las películas
que dirigen mujeres es mucho
menor”, explica.
En este sentido, Clara cree que
hay una idea preconcebida que
da por hecho que si una pelícu-
la está dirigida por una mujer es
una historia de mujeres o para
mujeres: “Lo que me da rabia
es eso de películas de mujeres.
Simplemente nos adaptamos
más. Si vamos a ver una película
con protagonista femenina sa-
bemos empatizar y si vamos a
ver una con protagonista mas-
culino, también. Pero creo que
ellos tienen más prejuicios”.
Y para luchar contra esta dis-
criminación, Assumpta Serna
“Se aprecia la
desigualdad que
hay en torno a
los personajes
femeninos”, Clara
Lago, actriz.
