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N
apela a la figura de las mujeres
productoras, que apuesten por
nuevos contenidos. También
insta a no adoptar con los hom-
bres los mismos modelos que
han podido sufrir las mujeres
porque “al final no sirve de nada
no tener respeto a los demás”.
Lenguaje
Más combativa se muestra Le-
ticia Dolera, que reclama el uso
del lenguaje como herramienta
para erradicar la invisibilidad de
las mujeres. Para ella, el lengua-
je es muy importante porque
genera ideología: “A través del
lenguaje estructuras tu pensa-
miento y el hecho de que noso-
tras no estemos en el masculino
genérico, de que no se nos nom-
bre, nos hace invisibles”.
Clara, que está de acuerdo con
esta idea, pone un ejemplo: “En
una clase de gimnasio, si son
mayoritariamente hombres, di-
cen:
¡Vamos todos!
Sin embargo,
si son todas mujeres y hay un
hombre, siempre dicen:
¡Venga
chicas! ¡Perdón, perdón, chicas
y chico!
Basta que haya solo un
hombre para que a él se le dé su
calificativo masculino, mientras
que si eres mujer se te va a in-
cluir en la masa”.
Dolera también recuerda la im-
portancia que tienen asociacio-
nes como CIMA, la Asociación
de Mujeres Cineastas y de Me-
dios Audiovisuales, en donde
poder juntarse con otras mu-
jeres y compartir experiencias,
discriminaciones, presiones… “Y
colaborar entre nosotras para
cambiar esto y tomar esa mitad
del mundo que nos correspon-
de”, destaca.
“Animaría a la gente –continúa
la actriz– a que se ponga las ga-
fas moradas un rato, las gafas
que te permiten ver los estereo-
tipos machistas que hay en una
historia y que se fije en cuáles
son los roles que se asignan
siempre a los hombres y los que
se asignan siempre a las muje-
res, siendo la mayor parte de las
veces las mujeres las víctimas,
las que cuidan, las sensibles, las
frágiles… y los hombres, los hé-
roes que no muestran sus emo-
ciones, y esto es algo que tam-
bién hay que cambiar: que los
hombres hablen de emociones y
sentimientos en la gran pantalla,
sin que eso ponga en riesgo su
masculinidad”.
“Mujeres técnico
de sonido hay muy
pocas, aunque cada
vez somos más.
Pero a mí nunca me
han hecho sentir
que soy menos que
ellos”. Paloma
Huelin, montadora
de sonido.