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Los doctorandos en la univer-
sidad de hoy conforman una
dimensión clave para poder
alcanzar ciertos niveles de ex-
celencia investigadora. Un as-
pecto crítico es la selección de
los mejores candidatos en los
programas de doctorado. En
nuestra universidad los docto-
randos y los becarios predocto-
rales pasan por un proceso de
cierta exigencia dado el número
limitado de plazas que ofertan
los programas de doctorado ve-
rificados de Lingüística y de In-
geniería. Denominados también
como
investigadores en forma-
ción
por el Estatuto del personal
investigador en formación y por
la Ley de la Ciencia, la Tecnolo-
gía y la Innovación, los becarios
integran su actividad investiga-
dora en las distintas facultades,
bajo la supervisión del director y
tutor de la tesis, y forman parte
de los recursos humanos de la
Escuela de Doctorado, cuyo pro-
yecto se espera que esté apro-
bado en los próximos meses
por la Comunidad de Madrid.
En los últimos años la Univer-
sidad Nebrija ha apostado por
impulsar las becas predocto-
rales que sustentan los nuevos
programas de doctorado. A tra-
vés de una convocatoria anual,
homologable a las ya existentes
en los programas de otras insti-
tuciones públicas, el Vicerrecto-
rado de Investigación incorpora
cada curso a sus programas
una selección de doctorandos
con beca, que junto con la otra
parte de doctorandos cuyas be-
cas están sufragadas por pro-
yectos de investigación, son el
núcleo central del tercer ciclo.
La selección de estos becarios
decíamos que es prioritaria y
está basada en criterios acadé-
micos transparentes que son
visados por la comisión de doc-
torado, en la que intervienen los
coordinadores de los distintos
programas de doctorado. Se in-
corporan, por tanto, como recur-
sos humanos de igual manera
que el resto de profesores para
contribuir al desempeño investi-
gador de la universidad. Ahora
ARTÍCULO
Álvaro Bustinduy y Juan Arturo Rubio
Vicerrector de Investigación y adjunto al vicerrector de Investigación de la Universidad Nebrija
Los doctorandos
en la universidad
de hoy conforman
una dimensión
clave para
poder alcanzar
ciertos niveles
de excelencia
investigadora.
El valor del personal
investigador en
formación
en los
programas de doctorado