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N
Tribuna
Recuerdo vivo de
Zamora Vicente
Manuel Villa-Cellino
Presidente de la Fundación
Antonio de Nebrija
Quiero dedicar esta habitual
tribuna a recordar a quien fue-
ra uno de los primeros y más
notables valedores de nuestra
Universidad, el maestro Alon-
so Zamora Vicente, con quien
muchos de nosotros tuvimos la
satisfacción de compartir me-
morables jornadas, lecciones,
diálogos, aprendizajes múltiples
y un sinfín de buenas influencias
que se han traducido en las rea-
lidades prácticas que hoy están
a la vista de todos.
Alonso Zamora Vicente fue
presidente del Patronato de la
Fundación Antonio de Nebrija
durante doce años, desde 1993
hasta 2005, aunque siguió sien-
do presidente de honor hasta su
fallecimiento el 14 de marzo de
2006. Pero ya desde bastantes
años antes mantenía una buena
relación académica con Belén
Moreno de los Ríos, directora del
Centro de Estudios Hispánicos
Antonio de Nebrija, a quien siem-
pre animaba para que desplega-
ra al máximo todo el potencial
de su centro en la enseñanza del
español como lengua extranje-
ra y para que situara al Centro
de Estudios Hispánicos como
la institución privada que mejor
desarrollara los estudios sobre
el español para los estudiantes
universitarios norteamericanos
y para los procedentes de uni-
versidades de otros países.
Es bueno no perder de vista,
para situar esta iniciativa en su
contexto histórico, que entonces
aún no se había creado el Insti-
tuto Cervantes para la promo-
ción y el desarrollo de nuestra
lengua y cultura en el exterior.
Y aún eran escasos los progra-
mas Erasmus y otros muchos
programas hoy habituales de
movilidad de estudiantes y pro-
fesores. En 1987 se había crea-
do la Fundación Antonio de Ne-
brija, con el objetivo de darle un
nuevo marco legal al desarrollo
de todas estas actividades.
En esa época, durante el segun-
do periodo legislativo del Gobier-
no de Felipe González, se dio un
paso significativo en el desarro-
llo de la enseñanza superior en
nuestro país, al publicarse el de-
creto que autorizaba la creación
de universidades privadas en
España. Y allí y entonces, un gru-
po de personas y de profesores
reunidos en torno a las figuras
de Alonso Zamora Vicente y de
Belén Moreno de los Ríos, vieron
la oportunidad de iniciar el pro-
ceso para la creación de la Uni-
versidad Antonio de Nebrija. La
Fundación presentó el proyecto
de creación al entonces ministro
Dotado de una sagacidad legendaria
para su trabajo dialectológico, de
una dedicación constante y feliz a
sus tareas, fue capaz de crear una
escuela robusta y duradera, que ha
dejado honda huella.
