28
N
directo de las decisiones que
se toman. Por ello, en cuanto ha
sido posible, la Universidad ha
decidido su puesta en marcha,
con total apoyo por parte de Jor-
di Viñolas, director de la Escuela
Politécnica”.
Los alumnos del máster de Ne-
brija cuentan con una cobertura
docente y profesional completa.
El 70% del profesorado está tra-
bajando en diferentes equipos
profesionales de competición de
distintas categorías y los pilotos
que conducen los vehículos son
profesionales de la talla de Án-
gel Santos o José Luis Abadín,
que participan en este proyec-
to gracias a la colaboración del
máster con la Escuela Española
de Pilotos.
Debut con victoria
El protagonista en cada com-
petición es el vehículo Mazda
negro que luce orgulloso el em-
blema de la Universidad. Todos
los que forman parte del proyec-
to pueden presumir además de
que el Mazda es un coche “100%
Nebrija”. Desde la mecánica del
motor hasta la coordinación de
cada carrera. Un completo equi-
po donde todos trabajan a las
órdenes del grupo formado por
los alumnos. Estos no sólo ges-
tionan la parte técnica, sino tam-
bién la estrategia, la adquisición
de datos o la coordinación ge-
neral de todos los recursos (ga-
solina, mecánicos, neumáticos,
relación con los organizadores,
etc.). El coche fue presentado,
junto con los vehículos de otras
categorías, en el Campus de Ma-
drid-Princesa e hizo su debut el
pasado 2016 en carreras del cir-
cuito profesional. El pistoletazo
de salida se produjo en noviem-
bre, en la carrera de 500 kilóme-
tros de Alcañiz, en el circuito de
MotorLand de Aragón. La lluvia
y el frío de ese fin de semana
no desanimaron al equipo, que
logró hacerse con la victoria en
la División 8, tras completar 75
vueltas.
Un mes después, los alumnos
se enfrentaron a su segundo
reto, que tuvo lugar nada menos
que en el Circuito del Jarama,
en Madrid. En una de las pistas
más míticas de nuestro país se
celebraba el Campeonato Ma-
drileño de Rallyes de Asfalto y el
Mazda negro de Nebrija disputó
una carrera de resistencia de
tres horas, donde consiguió la
segunda posición dentro de su
categoría.
La coordinación entre ingenie-
ros y pilotos y el trabajo com-
binado son claves para este
proyecto y representan gran
parte de los valores básicos con
los que se imparte el master:
el espíritu de equipo, la com-
petitividad, la alta tecnología,
la investigación y el método. El
apoyo entre alumnos y pilotos
resulta básico en un mundo
que, como reconoce José Luis
Abadín, “es muy complicado por
el presupuesto. Si no se tiene
una empresa o una familia con
recursos es difícil competir”.
Abadín, piloto con una dilatada
experiencia automovilística que
ha llegado a competir en la Fór-
mula 2, destaca en este sentido
la oportunidad que brinda la
Universidad Nebrija y el equipo
MVC para la proyección de los
pilotos españoles.
Los estudiantes reconocen que
el trabajo que realizan es duro y
las horas de dedicación largas.
Sin embargo, coinciden en que
el esfuerzo merece la pena por
la adrenalina de las carreras y
por los buenos resultados que
está obteniendo el equipo en
su corto tiempo de vida. Juan
José Sauriz, uno de los alum-
nos del máster, sostiene que
la parte más complicada es la
electrónica del Mazda, al tratar-
se de un coche antiguo y no te-
ner manual.
Del máster a la pista
La mayoría de los alumnos del
Máster en Ingeniería de Vehícu-
los de Competición son perso-
nas apasionadas por el mundo
del motor, que quieren ejercer
en el campo de la Ingeniería,
con ganas de competir y de
trabajar en equipo. El perfil téc-
nico de los estudiantes de este
postgrado es el de ingenieros
técnicos o superiores de plan
pre-Bolonia preferentemente de
ingeniería del automóvil, mecá-
nica, industrial o aeronáutica.
Los que provienen de otras in-
La creación de
este equipo de
competición que
trabaja a las
órdenes de los
alumnos ejemplifica
la importancia
que la Universidad
le otorga al
aprendizaje práctico
y aplicado.