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•
Elige el modelo de despacho que
quieres gestionar.
Para ello es
fundamental que emplees la
planificación de forma estra-
tégica para definir tu plan de
negocio. De los siete modelos
existentes hay que elegir el que
mejor se adecúe a nuestras
posibilidades.
•
Diseña tu plan de negocio tenien-
do en cuenta el análisis de mer-
cado que hayas hecho.
Es una
de las cuestiones que se les
atraganta a los abogados. Les
falta formación financiera y en
alguna ocasión este plan lo
puede hacer gente externa al
propio despacho.
•
Define claramente el capital ini-
cial del proyecto.
De una forma
realista hay que prever los gas-
tos y los ingresos que se vayan
a tener. Cualquier otro plantea-
miento puede generar disen-
siones en el despacho.
•
Desarrolla una política activa de
marketing y de captación de clien-
tes.
Normalmente los clientes
atraen a nuevos clientes, pero
en muchas ocasiones diseñar
algunas estrategias ayudarán
a que nos conozcan. Ese plan
de marketing contará con he-
rramientas offline y otras on-
line, como internet y las redes
sociales. Hay que salir a bus-
car al cliente.
•
Utiliza la tecnología.
Es clave
para la gestión de clientes. Y
para ser eficiente y ahorrar
costes en tus procesos. Está
comprobado que el uso de
buenas herramientas tecno-
lógicas acorta las diferencias
entre despachos de más es-
tructura con algunos más re-
ducidos.
•
Elige tus socios con cuidado.
Un
trabajo como un despacho de
abogados es muy absorbente.
Es duro trabajar en solitario y
pronto te verás superado por
las consultas de tus clientes.
Busca alguien que sepa de tu
especialidad o, por el contra-
rio, si quieres crecer, comple-
méntate con otros expertos de
otras áreas.
•
Dedícale tiempo a la gestión del
despacho.
No siempre es sen-
cillo compaginar el día a día
de la firma con la gestión de
los clientes, pero en estructu-
ras pequeñas hay que hacer
un poco de todo. Una fórmula
que ayuda a repartir responsa-
bilidades es la llamada gestión
colegiada donde los socios se
reparten estas funciones.
Tomando todas las considera-
ciones anteriores estaremos
en el camino correcto para que
nuestro emprendimiento en la
gestión de despachos sea exi-
toso.
Hoy más que nunca
los abogados
deben tener
una vocación
emprendedora.
