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N
de vista periodístico pero como
gallego me sangraba el cora-
zón viendo cómo sucedía todo.
Después hubo más momen-
tos importantes para mí, como
cuando creé, en el 95,
dxt Cam-
peón
, el primer periódico depor-
tivo de Galicia, que aún existe.
Más adelante tuve la suerte de
asistir al nacimiento de
Antena
3 Radio
y de
Antena 3 Televisión
de Galicia y esos momentos
también los disfruté mucho.
¿Qué opinión le merecen los
jóvenes periodistas, los que
llegan ahora a la profesión? ¿Qué
formación les falta o les sobra?
A un periodista siempre le falta
formación. Como va a tener una
relación tan amplia, con mu-
chas cuestiones de todo tipo,
muy diversa y versátil, siempre
le hace falta más formación.
En la uni-
versidad,
a parte de
e n s e ñ a r
las disci-
plinas clá-
sicas, se
debe r í an
i n c u l c a r
dos cosas
que
me
p a r e c e n
f u n d a -
mentales
en el periodista: una es la cu-
riosidad, y por tanto la lectura,
y la segunda es la disposición.
Yo creo que la gran diferencia
entre las generaciones jóvenes
y la época en la que yo llegué
es que creo que teníamos más
disposición para lo que viniera.
Ahora te preguntan el horario y
antes no lo preguntábamos, en-
tre otras cosas porque nos di-
vertíamos. Yo nunca sufrí por el
horario, por los largos horarios,
y entiendo perfectamente que
pregunten por él, pero hay una
actitud diferente.
¿Qué le parece la necesidad de
la especialización? ¿Se sale
suficientemente especializado de
las facultades o sería mejor una
especialización posterior?
Soy partidario de la especializa-
ción posterior. Esto es como los
buenos futbolistas, que nece-
sitan una gran especialización
física y luego ya cada uno tiene
las habilidades para el puesto.
Esto es lo mismo, se necesita
una gran formación previa, que
es la que te da la universidad, y
luego la especialización la vas
adquiriendo por los gustos, las
aficiones… Otra de las grandes
novedades es que el periodista
debe estar formándose per-
manente-
mente, así
que una
de las co-
sas que yo
sugeriría a
la univer-
sidad es
crear no
p o s t g r a -
dos sino
p u e s t a s
al día de
los perio-
distas. Es decir, yo creo que los
periodistas, cada cierto tiempo,
deben parar y formarse en algu-
na materia.
¿Hay presente en el periodismo o
todo es pasado o futuro?
Hay presente, un magnífico
presente. Como soy optimista,
creo que el presente siempre es
magnífico a pesar de las dificul-
tades. Y claro que el periodismo
tiene futuro, pero curiosamente
el periodismo siempre tiene un
pie en el presente y otro en el
futuro, porque esa es la esencia
del periodismo, ir siempre ade-
lantándose a los acontecimien-
tos. Los buenos periodistas, y
los buenos periódicos antigua-
mente, se hacían básicamente
contando historias del pasado.
Hoy, el periódico debe hacerse
contando de ayer solo el 25%,
de hoy otro 25% y el 50 % debe
ser futuro, anticipación, pre-
dicción, darle claves a la gente
para interpretar lo que viene.
También para interpretar lo que
pasó, pero sobre sobre lo que
está por llegar.
¿Para ser buen periodista hay que
tener una especialización o se
puede ser bueno en todo: en toros,
ciencia, economía…?
Es importante especializarse en
algo, pero al que de verdad es
un buen periodista no le resulta
ajeno prácticamente nada, con
lo cual, aún estando especiali-
zado, yo creo que te puedes in-
corporar a otras materias. Pue-
des ser un magnifico analista
político y gustarte la ópera y es-
cribir cosas de ópera, o ser un
buen periodista de divulgación
científica y al mismo tiempo
tener un criterio extraordinario
para hacer crítica gastronómi-
ca. Yo creo que al periodista no
le puede ser ajeno nada.
Dirige una cabecera histórica,
¿será el último director de esa
cabecera en papel? ¿Seguirán
editándose periódicos en papel?
Creo que habrá más directores
después de mí, porque creo que
al periódico de papel le queda
En la universidad se
deberían inculcar dos
cosas fundamentales
en el periodista: una
es la curiosidad, y por
tanto la lectura, y la
otra es la disposición.