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N
En turismo
, también, lo que
no son cuentas, son cuentos
Manuel Figuerola
Director del doctorado en
Turismo de la Universidad Nebrija
Conseguir los objetivos desea-
dos y alcanzar el éxito solo es
posible si se controlan las cir-
cunstancias y condicionamien-
tos del cambio de los escena-
rios en desarrollo. El progreso
en el conocimiento y la mejora
de la ciencia son los únicos ca-
minos para lograr el dominio de
la eficiencia. Como consecuen-
cia, cualquier hecho en el marco
de la experiencia turística, tam-
bién, deberá someterse a estos
principios, y, necesariamente,
tendrá que estar apoyado en
bases estadísticas consisten-
tes.
Ahora bien, ¿han sido pertinen-
tes las políticas de desarrollo
turístico aplicadas en el pasa-
do? Pienso que con frecuencia
los aciertos han sido suficien-
tes, pero las decisiones adop-
tadas sin haber sido estruc-
turadas tomando como base
análisis científicos, solo consi-
derando las tendencias del mo-
mento, han impulsado acciones
y medidas algunas de las cua-
les han sido desafortunadas y
otras, escasamente adecuadas.
Y aunque sea una realidad el
reconocimiento de los millones
de turistas que aumentaban de
manera sucesiva, el balance fi-
nal podrá ser considerado bue-
no, pero no excelente. Hablar
solo de millones de turistas, sin
otro contraste estadístico, mo-
tiva permanentemente que se
propague la idea del éxito rotun-
do, un mensaje que siempre se
acercará a un peligroso triunfa-
lismo.
Durante cincuenta años (1965-
2015) se ha puesto de relieve la
llegada a España de millones de
turistas. Pero sin duda un ver-
dadero y correcto análisis de la
realidad exigía un conocimiento
más profundo y más detallado,
estructurado en fuentes esta-
dísticas completas y rigurosas,
con capacidad de establecer
con mayor precisión lo que se
estaba haciendo, bien y mal. Y
lo que se estaba consiguiendo,
o por el contrario, perdiendo.
Lamentablemente, en España,
en el conjunto del sistema turís-
tico, por causa del nivel alcan-
zado, falta información esta-
dística que mejore las bases de
datos y permita aplicar políticas
eficientes, que no se conformen
solo con la eficacia. Por ello
nos preocupa, a quienes lleva-
mos largo tiempo estudiando
el turismo y contribuyendo a un
regular conocimiento de la rea-
lidad turística, a quienes hemos
trabajado en numerosos pro-
yectos, que se prescinda de la
estimación de un dato básico,
como es la aportación de la ac-
tividad turística. Y nos ofende,
no se puede decir de otra ma-
nera, el descuido y la pérdida de
interés por ampliar el esfuerzo
que conduzca a un mejor juicio
“Hablar solo de millones de
turistas motiva que se propague la
idea del éxito rotundo, un mensaje
que siempre se acerca a un
peligroso triunfalismo”.