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N
Paula Martínez Masip
Redactora
“Ola k ase” es el paradigma de la
mala escritura a la que estamos
sometidos por el doble efecto de
la ignorancia y la vaguería. Se al-
zan voces apocalípticas avisan-
do de la próxima destrucción
del español a manos de jóvenes
indocumentados y de teléfonos
más listos que ellos. Sin embar-
go, en los últimos años también
se ha producido un auge de los
manuales de estilo. ¿Significa
que escribimos mejor, que esta-
mos más preocupados por ha-
cerlo o son universos paralelos
e irreconciliables?
Vivimos una etapa de floración
de los manuales de estilo con
nuevas ediciones y revisiones.
Este mismo mes se ha publica-
do el MELE 5, la quinta edición
del
Manual de estilo de la lengua
española
, de José Martínez de
Sousa, y hace plantearse el mo-
tivo de este auge de libros en
los que es posible encontrar la
manera más correcta de escri-
bir. Para Pilar Alcover, directora
de Institutos Nebrija, “se ha in-
crementado el uso de la escri-
tura de manera pública gracias
a las nuevas tecnologías, pero
no creo que paralelamente haya
aumentado la preocupación de
la sociedad en cómo se escriben
esas comunicaciones. La carac-
terística inherente de la comuni-
cación digital es la inmediatez
de las publicaciones y esto in-
fluye directamente en nuestra
lengua. La improvisación y la
espontaneidad se reservan para
la lengua hablada, pero ahora,
la tendencia ha cambiado y han
caído las barreras entre la len-
gua escrita y la lengua hablada”.
Los primeros manuales de estilo
nacieron por la preocupación de
unificar el idioma y las normas
correctas de escritura. Eran los
medios de comunicación, prin-
cipalmente la prensa escrita, los
quemás cuidado ponían a la hora
de redactar los textos de sus in-
formaciones y los que primero
encontraron esta necesidad.
Con esta finalidad se publicó el
primer manual de estilo de la
Agencia EFE, en 1976, que pre-
tendía evitar el deterioro progre-
sivo del idioma que se puede
producir en los medios de comu-
nicación. Este
Manual del Espa-
Reportaje
Los manuales de estilo
se renuevan
en un mundo
que escribe más deprisa
